La figura del partido se toma unos minutos y LA NACION lo espera. Quiere sumarse al festejo de los hinchas y de sus compañeros. Surgen los cantos desde la cabecera que da a la Panamericana y Tomás Meyrelles va hacía aquel sector. Llega. Observa. Disfruta. Y vacío, tras haberlo dejado todo sobre el césped, hace un último esfuerzo. Saca energías de vaya uno a saber dónde, y se suma gustoso a la celebración jubilosa, desenfrenada.
El autor del único try de su equipo, en el amanecer del partido, canta, salta, agita los brazos, felicita, es felicitado, y la sonrisa no le entra en la cara. “Ganar el clásico es muy importante, es la semana más linda del año, pero es más importante haber ganado por nosotros que por el rival. Sabíamos perfectamente que no veníamos haciendo buenos partidos”, admite mientras el fotógrafo del diario, Hernán Zenteno capta su felicidad con la cámara.
-¿Desde el punto de vista motivacional, luego de perder con Belgrano, el sábado anterior, el CASI era el adversario ideal para revertir la situación?
-Sí. Nosotros sabíamos que teníamos que levantar el nivel, que no estábamos jugando como pretendemos, y que nos tocara jugar con el CASI, que venía muy bien, en casa, era una buena oportunidad. Teniendo en cuenta, por supuesto, que ellos tienen un gran equipo, por algo llegaban invictos. Pero bueno, viste como es esto, ¿no? Los clásicos son los clásicos. Partidos aparte. Tuvimos una muy buena semana y logramos reflejarlo adentro de la cancha.
-Por el desarrollo en general, pudieron haber ganado más cómodos que 16-13. ¿Cómo lo viste?
-Me parece que sí. El resultado final terminó siendo un poco mentiroso, porque erramos muchos puntos. Y sí, deberíamos haber llegado al final un poco más tranquilos y ganar por un margen superior, sin sufrir tanto en el cierre. Pero estos clásicos son así. Hicimos un gran partido, creo yo, sobre todo en el primer tiempo. Después, en la segunda parte, el CASI se nos vino encima, lógicamente. Teníamos claro que iba a pasar eso, es un gran equipo, como te dije antes, y terminamos ganando apretados, por esos tres puntos que supimos defender. En general, creo que anduvimos bien en el juego, bastante mejor que en el resultado.
-En partidos anteriores, como contra CUBA (agónica victoria 38-31) y contra Belgrano (derrota 43-31), algunos compañeros tuyos dijeron que no podían seguir regalando primeros tiempos. Esta vez no lo regalaron.
-Claro. Esta vez salimos a jugar el primer tiempo como si fuese el último que debíamos jugar. Y se notó en nuestro juego. Creo que con la presión lo ahogamos al CASI, tanto en situación de ataque como en la de defensa. Este triunfo es importante y sirve para levantar el nivel. Creo que mejoramos respecto de otras presentaciones. Y como señalé antes, sirve por nosotros mismos, más que por el rival que teníamos en frente. Nos fijamos mucho en lo que hacemos nosotros. Contra el CASI se notó que teníamos ganas de jugar, desde el arranque quedó marcado.
-En este clásico volvieron jugadores importantes que ayudaron a que el nivel colectivo levantara: el ala Andrea Panzarini, que no jugó contra Belgrano, el segunda línea Lucas Sommer, que regresó del Súper Rugby Américas…
Sí, obvio. Creo que Andrea y Lucas son muy importantes para el pack y lo demostraron adentro de la cancha.
Lo mejor del SIC ante el CASI
A los 3 minutos de juego, el CASI tomó ventaja en el marcador mediante un penal ejecutado por su fullback Juan Akemeir. Y desde la reposición del juego, el SIC se instaló en campo contrario y empezó a controlar el trámite. Hasta que dos minutos más tarde, anotó un try y volcó la balanza hacia su lado. Felipe Sascaro, el 9, lanzó la pelota en un scrum a cinco yardas del ingoal rival, de cara a la mayoría de sus hinchas, y casi contra el touch de Blanco Encalada. Los Tricolores empujaron y se llevaron puesto al pack de la Academia. Meyrelles recibió la pelota en sus pies, la tomó con las manos, se levantó y con una escapada comenzó a erigirse en la figura de la tarde. A su derecha corrían Sascaro y el wing Nicanor Acosta. Tres hombres para desnivelar a un solo rival: Tomás Phelan. El octavo de la Zanja amagó pasarla, rumbeó hacia el ingoal y apoyó la pelota contra el suelo, sin oposición.
La puntería del apertura Santiago Pavlovsky redondeó una jugada de 7 puntos. El SIC pasó al frente y ya no sería alcanzado. “Empecé a llevar la pelota, con el empuje de la formación, y me di cuenta que, adelante, el scrum había girado un poquito a la derecha, entonces aproveché y me levanté. Ví un espacio en el ciego, donde quedaba uno solo de ellos para marcar, mostré un poco la pelota y me fui”, relató Meyrelles, con sencillez, el único try del vencedor. Una acción reiterada en el currículum del Tecla.
-Faltaste en algunos partidos de lo que va del torneo, ¿cómo estás físicamente?
-Je, je… Ya estoy grande y se empiezan a sentir los golpes; pero la verdad, físicamente estoy muy bien y con muchas ganas.
-¿Qué edad tenés?
-29 años.
-Para muchos fuiste la figura de la cancha, ¿cómo te viste?
-Bueno, creo que fue un gran partido de todo el equipo. Eso es lo más importante y estoy muy contento por eso.
-Ya le ganaron al CASI y le cortaron el invicto… ¿Y ahora qué?
-Ahora a descansar y a tomar una cerveza. Ja, ja, ja.
Y el Tecla Meyrelles siguió en lo suyo. Más abrazos, más felicitaciones. Lo esperaban la televisión y la página web “Entre Palos”. Pero él quería seguir festejando, sacando fuerzas de vaya a saber uno dónde.
La figura del partido se toma unos minutos y LA NACION lo espera. Quiere sumarse al festejo de los hinchas y de sus compañeros. Surgen los cantos desde la cabecera que da a la Panamericana y Tomás Meyrelles va hacía aquel sector. Llega. Observa. Disfruta. Y vacío, tras haberlo dejado todo sobre el césped, hace un último esfuerzo. Saca energías de vaya uno a saber dónde, y se suma gustoso a la celebración jubilosa, desenfrenada.
El autor del único try de su equipo, en el amanecer del partido, canta, salta, agita los brazos, felicita, es felicitado, y la sonrisa no le entra en la cara. “Ganar el clásico es muy importante, es la semana más linda del año, pero es más importante haber ganado por nosotros que por el rival. Sabíamos perfectamente que no veníamos haciendo buenos partidos”, admite mientras el fotógrafo del diario, Hernán Zenteno capta su felicidad con la cámara.
-¿Desde el punto de vista motivacional, luego de perder con Belgrano, el sábado anterior, el CASI era el adversario ideal para revertir la situación?
-Sí. Nosotros sabíamos que teníamos que levantar el nivel, que no estábamos jugando como pretendemos, y que nos tocara jugar con el CASI, que venía muy bien, en casa, era una buena oportunidad. Teniendo en cuenta, por supuesto, que ellos tienen un gran equipo, por algo llegaban invictos. Pero bueno, viste como es esto, ¿no? Los clásicos son los clásicos. Partidos aparte. Tuvimos una muy buena semana y logramos reflejarlo adentro de la cancha.
-Por el desarrollo en general, pudieron haber ganado más cómodos que 16-13. ¿Cómo lo viste?
-Me parece que sí. El resultado final terminó siendo un poco mentiroso, porque erramos muchos puntos. Y sí, deberíamos haber llegado al final un poco más tranquilos y ganar por un margen superior, sin sufrir tanto en el cierre. Pero estos clásicos son así. Hicimos un gran partido, creo yo, sobre todo en el primer tiempo. Después, en la segunda parte, el CASI se nos vino encima, lógicamente. Teníamos claro que iba a pasar eso, es un gran equipo, como te dije antes, y terminamos ganando apretados, por esos tres puntos que supimos defender. En general, creo que anduvimos bien en el juego, bastante mejor que en el resultado.
-En partidos anteriores, como contra CUBA (agónica victoria 38-31) y contra Belgrano (derrota 43-31), algunos compañeros tuyos dijeron que no podían seguir regalando primeros tiempos. Esta vez no lo regalaron.
-Claro. Esta vez salimos a jugar el primer tiempo como si fuese el último que debíamos jugar. Y se notó en nuestro juego. Creo que con la presión lo ahogamos al CASI, tanto en situación de ataque como en la de defensa. Este triunfo es importante y sirve para levantar el nivel. Creo que mejoramos respecto de otras presentaciones. Y como señalé antes, sirve por nosotros mismos, más que por el rival que teníamos en frente. Nos fijamos mucho en lo que hacemos nosotros. Contra el CASI se notó que teníamos ganas de jugar, desde el arranque quedó marcado.
-En este clásico volvieron jugadores importantes que ayudaron a que el nivel colectivo levantara: el ala Andrea Panzarini, que no jugó contra Belgrano, el segunda línea Lucas Sommer, que regresó del Súper Rugby Américas…
Sí, obvio. Creo que Andrea y Lucas son muy importantes para el pack y lo demostraron adentro de la cancha.
Lo mejor del SIC ante el CASI
A los 3 minutos de juego, el CASI tomó ventaja en el marcador mediante un penal ejecutado por su fullback Juan Akemeir. Y desde la reposición del juego, el SIC se instaló en campo contrario y empezó a controlar el trámite. Hasta que dos minutos más tarde, anotó un try y volcó la balanza hacia su lado. Felipe Sascaro, el 9, lanzó la pelota en un scrum a cinco yardas del ingoal rival, de cara a la mayoría de sus hinchas, y casi contra el touch de Blanco Encalada. Los Tricolores empujaron y se llevaron puesto al pack de la Academia. Meyrelles recibió la pelota en sus pies, la tomó con las manos, se levantó y con una escapada comenzó a erigirse en la figura de la tarde. A su derecha corrían Sascaro y el wing Nicanor Acosta. Tres hombres para desnivelar a un solo rival: Tomás Phelan. El octavo de la Zanja amagó pasarla, rumbeó hacia el ingoal y apoyó la pelota contra el suelo, sin oposición.
La puntería del apertura Santiago Pavlovsky redondeó una jugada de 7 puntos. El SIC pasó al frente y ya no sería alcanzado. “Empecé a llevar la pelota, con el empuje de la formación, y me di cuenta que, adelante, el scrum había girado un poquito a la derecha, entonces aproveché y me levanté. Ví un espacio en el ciego, donde quedaba uno solo de ellos para marcar, mostré un poco la pelota y me fui”, relató Meyrelles, con sencillez, el único try del vencedor. Una acción reiterada en el currículum del Tecla.
-Faltaste en algunos partidos de lo que va del torneo, ¿cómo estás físicamente?
-Je, je… Ya estoy grande y se empiezan a sentir los golpes; pero la verdad, físicamente estoy muy bien y con muchas ganas.
-¿Qué edad tenés?
-29 años.
-Para muchos fuiste la figura de la cancha, ¿cómo te viste?
-Bueno, creo que fue un gran partido de todo el equipo. Eso es lo más importante y estoy muy contento por eso.
-Ya le ganaron al CASI y le cortaron el invicto… ¿Y ahora qué?
-Ahora a descansar y a tomar una cerveza. Ja, ja, ja.
Y el Tecla Meyrelles siguió en lo suyo. Más abrazos, más felicitaciones. Lo esperaban la televisión y la página web “Entre Palos”. Pero él quería seguir festejando, sacando fuerzas de vaya a saber uno dónde.
El capitán, de 29 años, no se quiere quedar sólo con el triunfo en el clásico: van por más en el Top 12 de la URBA LA NACION