Mariano Troilo después de la selección a “disfrutar de Belgrano”

Mariano Troilo tuvo un crecimiento vertiginoso en su carrera dentro de Belgrano y pasó de jugar en Reserva en 2023 a ser hoy un futbolista que está en la consideración del cuerpo técnico de la selección nacional.

El marcador central de 21 años (el sábado cumple 22) y que realizó todas las formativas en el equipo de barrio Alberdi, se prepara para ser el primer marcador central en el cruce por Copa Argentina el viernes 27 de junio ante Defensores de Belgrano en San Luis.

Después del ensayo en el predio Armando Pérez, Troilo contó sus sensaciones durante su permanencia en el grupo de los campeones del mundo: “Cuti (Cristian Romero) estuvo en cada detalle, porque apenas salió la lista de convocados me mandó un mensaje. Después, con Messi pude cruzar un par de palabras, pero desde lo humano es un grupo bárbaro”.

“Uno a veces no cree todo lo que se vive de esta manera y que llegue todo tan rápido”, dijo el defensor que surgió EFUL, escuela de fútbol de Poeta Lugones, desde donde llegó al Celeste con apenas 10 años para hacer todas las juveniles.

“Me enteré que Messi estaba en el predio por una historia que había subido en Instagram. Me agarró un poco de nervios de cómo lo iba a saludar, pero después lo crucé y fue algo único, porque es mi ídolo. Además, verlo en un entrenamiento es algo tremendo”, prosiguió.

“Uno aprende de la calidad que tienen todos los jugadores, la precisión en los pases y de lo que son en lo humano. Tienen una mentalidad de hambre que es llamativa en un grupo que ha ganado todo, es realmente increíble”, agregó.

Volver “al barrio”

Después de compartir vestuario con Messi y los otros campeones del mundo, Troilo cuenta que “uno extraña el día a día. El estar con los compañeros. Me tocó estar en el final de la pretemporada, pero veo el grupo unido y que ha mejorado muchísimo en lo físico”.

Al referirse al amistoso con los sanjuaninos, aseguró: “Nos sentimos muy bien, no es sencillo sacarse la pretemporada en el primer amistoso, pero se logró”.

Su nombre, tras vestirse con la albiceleste, comenzó a sonar con insistencia como para emigrar del club, pero Troilo aseguró: “La verdad es que pienso en el día a día en el club, en jugar la Copa Argentina y en estar aquí disfrutando al máximo de Belgrano”.

“Tengo que estar tranquilo, con los pies en la tierra, porque más allá que es una experiencia única, tengo que tener en claro que parte de la convocatoria es gracias a mis compañeros, porque en el fútbol no se juega en soledad, es un trabajo en equipo”, dijo el defensor.

Finalmente, Troilo contó que lo ayudó mucho “la manera de jugar del equipo ahora, pero me adapto bien a los dos perfiles. Tanto de 2 como de 6″.

Mariano Troilo tuvo un crecimiento vertiginoso en su carrera dentro de Belgrano y pasó de jugar en Reserva en 2023 a ser hoy un futbolista que está en la consideración del cuerpo técnico de la selección nacional.

El marcador central de 21 años (el sábado cumple 22) y que realizó todas las formativas en el equipo de barrio Alberdi, se prepara para ser el primer marcador central en el cruce por Copa Argentina el viernes 27 de junio ante Defensores de Belgrano en San Luis.

Después del ensayo en el predio Armando Pérez, Troilo contó sus sensaciones durante su permanencia en el grupo de los campeones del mundo: “Cuti (Cristian Romero) estuvo en cada detalle, porque apenas salió la lista de convocados me mandó un mensaje. Después, con Messi pude cruzar un par de palabras, pero desde lo humano es un grupo bárbaro”.

“Uno a veces no cree todo lo que se vive de esta manera y que llegue todo tan rápido”, dijo el defensor que surgió EFUL, escuela de fútbol de Poeta Lugones, desde donde llegó al Celeste con apenas 10 años para hacer todas las juveniles.

“Me enteré que Messi estaba en el predio por una historia que había subido en Instagram. Me agarró un poco de nervios de cómo lo iba a saludar, pero después lo crucé y fue algo único, porque es mi ídolo. Además, verlo en un entrenamiento es algo tremendo”, prosiguió.

“Uno aprende de la calidad que tienen todos los jugadores, la precisión en los pases y de lo que son en lo humano. Tienen una mentalidad de hambre que es llamativa en un grupo que ha ganado todo, es realmente increíble”, agregó.

Volver “al barrio”

Después de compartir vestuario con Messi y los otros campeones del mundo, Troilo cuenta que “uno extraña el día a día. El estar con los compañeros. Me tocó estar en el final de la pretemporada, pero veo el grupo unido y que ha mejorado muchísimo en lo físico”.

Al referirse al amistoso con los sanjuaninos, aseguró: “Nos sentimos muy bien, no es sencillo sacarse la pretemporada en el primer amistoso, pero se logró”.

Su nombre, tras vestirse con la albiceleste, comenzó a sonar con insistencia como para emigrar del club, pero Troilo aseguró: “La verdad es que pienso en el día a día en el club, en jugar la Copa Argentina y en estar aquí disfrutando al máximo de Belgrano”.

“Tengo que estar tranquilo, con los pies en la tierra, porque más allá que es una experiencia única, tengo que tener en claro que parte de la convocatoria es gracias a mis compañeros, porque en el fútbol no se juega en soledad, es un trabajo en equipo”, dijo el defensor.

Finalmente, Troilo contó que lo ayudó mucho “la manera de jugar del equipo ahora, pero me adapto bien a los dos perfiles. Tanto de 2 como de 6″.

 Mariano Troilo tuvo un crecimiento vertiginoso en su carrera dentro de Belgrano y pasó de jugar en Reserva en 2023 a ser hoy un futbolista que está en la consideración del cuerpo técnico de la selección nacional. El marcador central de 21 años (el sábado cumple 22) y que realizó todas las formativas en el equipo de barrio Alberdi, se prepara para ser el primer marcador central en el cruce por Copa Argentina el viernes 27 de junio ante Defensores de Belgrano en San Luis.Después del ensayo en el predio Armando Pérez, Troilo contó sus sensaciones durante su permanencia en el grupo de los campeones del mundo: “Cuti (Cristian Romero) estuvo en cada detalle, porque apenas salió la lista de convocados me mandó un mensaje. Después, con Messi pude cruzar un par de palabras, pero desde lo humano es un grupo bárbaro”. “Uno a veces no cree todo lo que se vive de esta manera y que llegue todo tan rápido”, dijo el defensor que surgió EFUL, escuela de fútbol de Poeta Lugones, desde donde llegó al Celeste con apenas 10 años para hacer todas las juveniles.“Me enteré que Messi estaba en el predio por una historia que había subido en Instagram. Me agarró un poco de nervios de cómo lo iba a saludar, pero después lo crucé y fue algo único, porque es mi ídolo. Además, verlo en un entrenamiento es algo tremendo”, prosiguió. “Uno aprende de la calidad que tienen todos los jugadores, la precisión en los pases y de lo que son en lo humano. Tienen una mentalidad de hambre que es llamativa en un grupo que ha ganado todo, es realmente increíble”, agregó.Volver “al barrio”Después de compartir vestuario con Messi y los otros campeones del mundo, Troilo cuenta que “uno extraña el día a día. El estar con los compañeros. Me tocó estar en el final de la pretemporada, pero veo el grupo unido y que ha mejorado muchísimo en lo físico”.Al referirse al amistoso con los sanjuaninos, aseguró: “Nos sentimos muy bien, no es sencillo sacarse la pretemporada en el primer amistoso, pero se logró”.Su nombre, tras vestirse con la albiceleste, comenzó a sonar con insistencia como para emigrar del club, pero Troilo aseguró: “La verdad es que pienso en el día a día en el club, en jugar la Copa Argentina y en estar aquí disfrutando al máximo de Belgrano”. “Tengo que estar tranquilo, con los pies en la tierra, porque más allá que es una experiencia única, tengo que tener en claro que parte de la convocatoria es gracias a mis compañeros, porque en el fútbol no se juega en soledad, es un trabajo en equipo”, dijo el defensor.Finalmente, Troilo contó que lo ayudó mucho “la manera de jugar del equipo ahora, pero me adapto bien a los dos perfiles. Tanto de 2 como de 6″.  La Voz