Para Instituto será la segunda chance de meterse en la final de la Liga Nacional de Básquetbol. Más allá de que conserva la oportunidad de definir en Alta Córdoba, el equipo conducido por Lucas Victoriano se presenta en Corrientes con el objetivo de terminar con la serie semifinal frente a Regatas.
A las 20.05 de este viernes, la Gloria animará en el estadio José Jorge Contte el cuarto encuentro, en encuentro que será televisado por DSports (canales 613 y 1613). La victoria llevará a la Gloria a la gloria de la final. La derrota obligará a disputar el quinto y decisivo partido, el lunes (a las 22.05) en el gimnasio Ángel Sandrín.
El juego de Instituto dio un paso atrás en el tercer duelo de la serie. Tras ganar en Córdoba por 77-70 y 82-72, imponiendo el ritmo y principalmente la defensa, no pudo repetir en la capital correntina. Era de esperar la reacción de Regatas, al borde de la eliminación, pero le faltó presencia a la Gloria. El Remero, a pura actitud, venció por 80-66 para estirar la definición de las semifinales.
Apenas en el tercer capítulo el elenco de Victoriano impuso la defensa y dejó al local en 13 puntos. Pero Regatas, con la comodidad de jugar en casa, le anotó 21 tantos en el primero, 25 en el segundo y 21 en el último periodo. “Tenemos que tratar de que en el primer cuarto nos anoten menos, pero mientras que sea 21 y después 14 y 12, lo firmo ya. Nos deja tranquilo”, había señalado Victoriano a La Voz después de los primeros dos partidos en Córdoba, cuando el Albirrojo, tras recibir 22 y 21 tantos, mejoró la marca y marcó diferencias.
“Tenemos que mejorar mucho, sobre todo en ofensiva, para tratar de castigar cada vez que podemos, cada que vez que el partido nos deja la oportunidad”, expresó también el entrenador del equipo de Alta Córdoba. Pero no logró plasmarlo en el parqué del Contte. Tras los 17 puntos que anotó en el primer episodio, siguió con 20 y 21, pero decayó y mucho en el último, convirtiendo apenas 8 tantos.
En el ataque, Instituto se mostró con dudas, con mucho apuro por momentos y con demasiado juego individual. Y contó con apenas ocho tiros libres (metió 5) cuando en los partidos de local fue 16 veces (anotó 13) a la línea en el primero y 22 (con 16 encestados) en el segundo. Mientras que anotó el 33% en triples (9/27) y el 56% en dobles (17/36).
Regatas se mostró mejor jugando en casa. “Debemos controlar el ritmo, tomar los lanzamientos que queremos y no abrirle puertas ofensivas a ellos que nos incomoden y de esa manera llevarlos a nuestro terreno”, planteó en la previa el entrenador de los correntinos Juan Manuel Varas.
Y tuvo un factor “sorpresa”. El ala-pivote Salvador Giletto tuvo un partido sobresaliente, desde el segundo cuarto, y principalmente en el capítulo final, que fue indetenible y encaminó, con 23 puntos (más 7 rebotes y 3 asistencias), la victoria que le dio vida a Regatas.
Instituto no tuvo consistencia en el ataque, más allá de los 14 tantos de Alex Negrete y los 11 de Javier Saiz. Le faltó continuidad anotadora, más manos en los momentos decisivos.
El cuidado de la pelota
Instituto cuidó el balón en los dos encuentros disputados en casa. Tuvo una media de apenas 6,5 pelotas perdidas. Seis en el primer partidos y 7 en el segundo. Pero en Corrientes, subió a 11 en la noche del miércoles. En la temporada promedia 10,5 el equipo de Victoriano.
Mientras, el equipo Remero se fue de Córdoba con una media 15,5 pelotas perdidas, superior a las 10,1 que promedia en la temporada. Fueron 18 balones perdidos en el juego uno y 13 en el segundo. Pese a jugar en casa también sufrió demasiadas pérdidas, con 14.
Pero el 42 por ciento en triples (9/21) y el 58% en dobles (20/34) lo llevaron al triunfo, sumado a la lucha de los rebotes, que ganó 34 a 29, y además capturó más en el aro de ataque (7-4).
Se viene una nueva “batalla” para llegar a la final de la Liga Nacional. Regatas buscará su localía, donde ganó 15 de 19 partidos en la fase regular, y cinco de seis en los playoffs, para alargar las semifinales. Instituto sabe que depende de su juego, de imponerse de atrás para adelante, como en toda la temporada, para terminar la serie y meterse de nuevo, como la historia moderna lo marca, en la final.
Para Instituto será la segunda chance de meterse en la final de la Liga Nacional de Básquetbol. Más allá de que conserva la oportunidad de definir en Alta Córdoba, el equipo conducido por Lucas Victoriano se presenta en Corrientes con el objetivo de terminar con la serie semifinal frente a Regatas.
A las 20.05 de este viernes, la Gloria animará en el estadio José Jorge Contte el cuarto encuentro, en encuentro que será televisado por DSports (canales 613 y 1613). La victoria llevará a la Gloria a la gloria de la final. La derrota obligará a disputar el quinto y decisivo partido, el lunes (a las 22.05) en el gimnasio Ángel Sandrín.
El juego de Instituto dio un paso atrás en el tercer duelo de la serie. Tras ganar en Córdoba por 77-70 y 82-72, imponiendo el ritmo y principalmente la defensa, no pudo repetir en la capital correntina. Era de esperar la reacción de Regatas, al borde de la eliminación, pero le faltó presencia a la Gloria. El Remero, a pura actitud, venció por 80-66 para estirar la definición de las semifinales.
Apenas en el tercer capítulo el elenco de Victoriano impuso la defensa y dejó al local en 13 puntos. Pero Regatas, con la comodidad de jugar en casa, le anotó 21 tantos en el primero, 25 en el segundo y 21 en el último periodo. “Tenemos que tratar de que en el primer cuarto nos anoten menos, pero mientras que sea 21 y después 14 y 12, lo firmo ya. Nos deja tranquilo”, había señalado Victoriano a La Voz después de los primeros dos partidos en Córdoba, cuando el Albirrojo, tras recibir 22 y 21 tantos, mejoró la marca y marcó diferencias.
“Tenemos que mejorar mucho, sobre todo en ofensiva, para tratar de castigar cada vez que podemos, cada que vez que el partido nos deja la oportunidad”, expresó también el entrenador del equipo de Alta Córdoba. Pero no logró plasmarlo en el parqué del Contte. Tras los 17 puntos que anotó en el primer episodio, siguió con 20 y 21, pero decayó y mucho en el último, convirtiendo apenas 8 tantos.
En el ataque, Instituto se mostró con dudas, con mucho apuro por momentos y con demasiado juego individual. Y contó con apenas ocho tiros libres (metió 5) cuando en los partidos de local fue 16 veces (anotó 13) a la línea en el primero y 22 (con 16 encestados) en el segundo. Mientras que anotó el 33% en triples (9/27) y el 56% en dobles (17/36).
Regatas se mostró mejor jugando en casa. “Debemos controlar el ritmo, tomar los lanzamientos que queremos y no abrirle puertas ofensivas a ellos que nos incomoden y de esa manera llevarlos a nuestro terreno”, planteó en la previa el entrenador de los correntinos Juan Manuel Varas.
Y tuvo un factor “sorpresa”. El ala-pivote Salvador Giletto tuvo un partido sobresaliente, desde el segundo cuarto, y principalmente en el capítulo final, que fue indetenible y encaminó, con 23 puntos (más 7 rebotes y 3 asistencias), la victoria que le dio vida a Regatas.
Instituto no tuvo consistencia en el ataque, más allá de los 14 tantos de Alex Negrete y los 11 de Javier Saiz. Le faltó continuidad anotadora, más manos en los momentos decisivos.
El cuidado de la pelota
Instituto cuidó el balón en los dos encuentros disputados en casa. Tuvo una media de apenas 6,5 pelotas perdidas. Seis en el primer partidos y 7 en el segundo. Pero en Corrientes, subió a 11 en la noche del miércoles. En la temporada promedia 10,5 el equipo de Victoriano.
Mientras, el equipo Remero se fue de Córdoba con una media 15,5 pelotas perdidas, superior a las 10,1 que promedia en la temporada. Fueron 18 balones perdidos en el juego uno y 13 en el segundo. Pese a jugar en casa también sufrió demasiadas pérdidas, con 14.
Pero el 42 por ciento en triples (9/21) y el 58% en dobles (20/34) lo llevaron al triunfo, sumado a la lucha de los rebotes, que ganó 34 a 29, y además capturó más en el aro de ataque (7-4).
Se viene una nueva “batalla” para llegar a la final de la Liga Nacional. Regatas buscará su localía, donde ganó 15 de 19 partidos en la fase regular, y cinco de seis en los playoffs, para alargar las semifinales. Instituto sabe que depende de su juego, de imponerse de atrás para adelante, como en toda la temporada, para terminar la serie y meterse de nuevo, como la historia moderna lo marca, en la final.
Para Instituto será la segunda chance de meterse en la final de la Liga Nacional de Básquetbol. Más allá de que conserva la oportunidad de definir en Alta Córdoba, el equipo conducido por Lucas Victoriano se presenta en Corrientes con el objetivo de terminar con la serie semifinal frente a Regatas. A las 20.05 de este viernes, la Gloria animará en el estadio José Jorge Contte el cuarto encuentro, en encuentro que será televisado por DSports (canales 613 y 1613). La victoria llevará a la Gloria a la gloria de la final. La derrota obligará a disputar el quinto y decisivo partido, el lunes (a las 22.05) en el gimnasio Ángel Sandrín.El juego de Instituto dio un paso atrás en el tercer duelo de la serie. Tras ganar en Córdoba por 77-70 y 82-72, imponiendo el ritmo y principalmente la defensa, no pudo repetir en la capital correntina. Era de esperar la reacción de Regatas, al borde de la eliminación, pero le faltó presencia a la Gloria. El Remero, a pura actitud, venció por 80-66 para estirar la definición de las semifinales.Apenas en el tercer capítulo el elenco de Victoriano impuso la defensa y dejó al local en 13 puntos. Pero Regatas, con la comodidad de jugar en casa, le anotó 21 tantos en el primero, 25 en el segundo y 21 en el último periodo. “Tenemos que tratar de que en el primer cuarto nos anoten menos, pero mientras que sea 21 y después 14 y 12, lo firmo ya. Nos deja tranquilo”, había señalado Victoriano a La Voz después de los primeros dos partidos en Córdoba, cuando el Albirrojo, tras recibir 22 y 21 tantos, mejoró la marca y marcó diferencias.“Tenemos que mejorar mucho, sobre todo en ofensiva, para tratar de castigar cada vez que podemos, cada que vez que el partido nos deja la oportunidad”, expresó también el entrenador del equipo de Alta Córdoba. Pero no logró plasmarlo en el parqué del Contte. Tras los 17 puntos que anotó en el primer episodio, siguió con 20 y 21, pero decayó y mucho en el último, convirtiendo apenas 8 tantos.En el ataque, Instituto se mostró con dudas, con mucho apuro por momentos y con demasiado juego individual. Y contó con apenas ocho tiros libres (metió 5) cuando en los partidos de local fue 16 veces (anotó 13) a la línea en el primero y 22 (con 16 encestados) en el segundo. Mientras que anotó el 33% en triples (9/27) y el 56% en dobles (17/36).Regatas se mostró mejor jugando en casa. “Debemos controlar el ritmo, tomar los lanzamientos que queremos y no abrirle puertas ofensivas a ellos que nos incomoden y de esa manera llevarlos a nuestro terreno”, planteó en la previa el entrenador de los correntinos Juan Manuel Varas.Y tuvo un factor “sorpresa”. El ala-pivote Salvador Giletto tuvo un partido sobresaliente, desde el segundo cuarto, y principalmente en el capítulo final, que fue indetenible y encaminó, con 23 puntos (más 7 rebotes y 3 asistencias), la victoria que le dio vida a Regatas.Instituto no tuvo consistencia en el ataque, más allá de los 14 tantos de Alex Negrete y los 11 de Javier Saiz. Le faltó continuidad anotadora, más manos en los momentos decisivos.El cuidado de la pelotaInstituto cuidó el balón en los dos encuentros disputados en casa. Tuvo una media de apenas 6,5 pelotas perdidas. Seis en el primer partidos y 7 en el segundo. Pero en Corrientes, subió a 11 en la noche del miércoles. En la temporada promedia 10,5 el equipo de Victoriano.Mientras, el equipo Remero se fue de Córdoba con una media 15,5 pelotas perdidas, superior a las 10,1 que promedia en la temporada. Fueron 18 balones perdidos en el juego uno y 13 en el segundo. Pese a jugar en casa también sufrió demasiadas pérdidas, con 14.Pero el 42 por ciento en triples (9/21) y el 58% en dobles (20/34) lo llevaron al triunfo, sumado a la lucha de los rebotes, que ganó 34 a 29, y además capturó más en el aro de ataque (7-4).Se viene una nueva “batalla” para llegar a la final de la Liga Nacional. Regatas buscará su localía, donde ganó 15 de 19 partidos en la fase regular, y cinco de seis en los playoffs, para alargar las semifinales. Instituto sabe que depende de su juego, de imponerse de atrás para adelante, como en toda la temporada, para terminar la serie y meterse de nuevo, como la historia moderna lo marca, en la final. La Voz