Donald Trump asistió junto a Melania a la final del Mundial de Clubes en Nueva Jersey

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asistió este domingo como invitado de honor a la final del Mundial de Clubes de la Fifa entre Paris Saint-Germain (PSG) y Chelsea en el MetLife Stadium. El mandatario observó el partido acompañado por su esposa Melania y el presidente de la Fifa, Gianni Infantino, en medio de un amplio operativo de seguridad.

La pareja presidencial, incluyendo a la primera dama Melania Trump, fue vista en el palco principal desde el inicio del encuentro. La comitiva presidencial viajó desde el club de golf de Trump en Bedminster, a unos 64 kilómetros de distancia, y arribó minutos antes del espectáculo musical previo al partido. Este espectáculo contó con la participación de artistas como Robbie Williams y Laura Pausini, ante más de 80 mil espectadores. A su llegada, Trump saludó a la multitud, que respondió con vítores y abucheos, reflejando el ambiente polarizado del clima político estadounidense.

La presencia del presidente en el evento deportivo coincidió con la fecha de un atentado fallido contra su persona, perpetrado durante un acto de campaña en Butler, Pensilvania, un incidente que conmocionó al país. En este contexto, las medidas de seguridad presidenciales se reforzaron significativamente, y durante la jornada en Nueva Jersey, los dispositivos de vigilancia y las fuerzas policiales intensificaron sus labores, manteniendo controles estrictos en los accesos y las inmediaciones del estadio.

Esta aparición de Trump en el Mundial de Clubes refuerza su interés por el fútbol, una constante en su agenda pública desde su regreso a la presidencia, la cual ha estado marcadamente enfocada en actividades deportivas. En los últimos meses, el mandatario ha asistido a eventos de alto perfil como el Super Bowl en Nueva Orleans, la competencia Nasacar Daytona 500 en Florida, varios combates de UFC en Miami y Newark, y el campeonato nacional de lucha libre universitaria en Filadelfia.

El MetLife Stadium, que albergó esta final, será también la sede del partido decisivo de la Copa Mundial de la Fifa 2026, que se disputará en poco más de un año. La agenda deportiva del presidente se complementa con su relación con Gianni Infantino, presidente de la Fifa, y ha manifestado su intención de asistir a varios partidos del Mundial 2026, que se jugará en sedes repartidas entre Estados Unidos, Canadá y México. Trump ha descrito el evento como una oportunidad para mostrar la capacidad organizativa y la infraestructura deportiva del país, además de impulsar el deporte en Norteamérica.

Sin embargo, la organización del torneo se da en un contexto de relaciones tensas entre Estados Unidos y sus países vecinos, marcadas por propuestas de nuevas tarifas comerciales, controversias en torno a la inmigración y las declaraciones de Trump sobre la posibilidad de que Canadá se convierta en el estado número 51 de la Unión. Al ser cuestionado sobre estas tensiones en una rueda de prensa, Trump se mostró despreocupado, afirmando que los desacuerdos actuales solo añaden atractivo al torneo. “La tensión es algo bueno”, afirmó el presidente.

La final del Mundial de Clubes y la visita presidencial representaron para muchos aficionados la antesala del Mundial 2026, cuyo partido decisivo se jugará en el mismo escenario y en el que se espera la asistencia de figuras políticas internacionales. A un año del atentado que casi le cuesta la vida, Donald Trump optó por vivir la jornada en familia, acompañado de sus colaboradores más cercanos y en uno de los mayores espectáculos deportivos del planeta. Mientras la atención mediática se centró en el desarrollo del partido y en la presencia del mandatario, la expectación por la próxima cita mundialista sigue en aumento.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asistió este domingo como invitado de honor a la final del Mundial de Clubes de la Fifa entre Paris Saint-Germain (PSG) y Chelsea en el MetLife Stadium. El mandatario observó el partido acompañado por su esposa Melania y el presidente de la Fifa, Gianni Infantino, en medio de un amplio operativo de seguridad.

La pareja presidencial, incluyendo a la primera dama Melania Trump, fue vista en el palco principal desde el inicio del encuentro. La comitiva presidencial viajó desde el club de golf de Trump en Bedminster, a unos 64 kilómetros de distancia, y arribó minutos antes del espectáculo musical previo al partido. Este espectáculo contó con la participación de artistas como Robbie Williams y Laura Pausini, ante más de 80 mil espectadores. A su llegada, Trump saludó a la multitud, que respondió con vítores y abucheos, reflejando el ambiente polarizado del clima político estadounidense.

La presencia del presidente en el evento deportivo coincidió con la fecha de un atentado fallido contra su persona, perpetrado durante un acto de campaña en Butler, Pensilvania, un incidente que conmocionó al país. En este contexto, las medidas de seguridad presidenciales se reforzaron significativamente, y durante la jornada en Nueva Jersey, los dispositivos de vigilancia y las fuerzas policiales intensificaron sus labores, manteniendo controles estrictos en los accesos y las inmediaciones del estadio.

Esta aparición de Trump en el Mundial de Clubes refuerza su interés por el fútbol, una constante en su agenda pública desde su regreso a la presidencia, la cual ha estado marcadamente enfocada en actividades deportivas. En los últimos meses, el mandatario ha asistido a eventos de alto perfil como el Super Bowl en Nueva Orleans, la competencia Nasacar Daytona 500 en Florida, varios combates de UFC en Miami y Newark, y el campeonato nacional de lucha libre universitaria en Filadelfia.

El MetLife Stadium, que albergó esta final, será también la sede del partido decisivo de la Copa Mundial de la Fifa 2026, que se disputará en poco más de un año. La agenda deportiva del presidente se complementa con su relación con Gianni Infantino, presidente de la Fifa, y ha manifestado su intención de asistir a varios partidos del Mundial 2026, que se jugará en sedes repartidas entre Estados Unidos, Canadá y México. Trump ha descrito el evento como una oportunidad para mostrar la capacidad organizativa y la infraestructura deportiva del país, además de impulsar el deporte en Norteamérica.

Sin embargo, la organización del torneo se da en un contexto de relaciones tensas entre Estados Unidos y sus países vecinos, marcadas por propuestas de nuevas tarifas comerciales, controversias en torno a la inmigración y las declaraciones de Trump sobre la posibilidad de que Canadá se convierta en el estado número 51 de la Unión. Al ser cuestionado sobre estas tensiones en una rueda de prensa, Trump se mostró despreocupado, afirmando que los desacuerdos actuales solo añaden atractivo al torneo. “La tensión es algo bueno”, afirmó el presidente.

La final del Mundial de Clubes y la visita presidencial representaron para muchos aficionados la antesala del Mundial 2026, cuyo partido decisivo se jugará en el mismo escenario y en el que se espera la asistencia de figuras políticas internacionales. A un año del atentado que casi le cuesta la vida, Donald Trump optó por vivir la jornada en familia, acompañado de sus colaboradores más cercanos y en uno de los mayores espectáculos deportivos del planeta. Mientras la atención mediática se centró en el desarrollo del partido y en la presencia del mandatario, la expectación por la próxima cita mundialista sigue en aumento.

 El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asistió este domingo como invitado de honor a la final del Mundial de Clubes de la Fifa entre Paris Saint-Germain (PSG) y Chelsea en el MetLife Stadium. El mandatario observó el partido acompañado por su esposa Melania y el presidente de la Fifa, Gianni Infantino, en medio de un amplio operativo de seguridad.La pareja presidencial, incluyendo a la primera dama Melania Trump, fue vista en el palco principal desde el inicio del encuentro. La comitiva presidencial viajó desde el club de golf de Trump en Bedminster, a unos 64 kilómetros de distancia, y arribó minutos antes del espectáculo musical previo al partido. Este espectáculo contó con la participación de artistas como Robbie Williams y Laura Pausini, ante más de 80 mil espectadores. A su llegada, Trump saludó a la multitud, que respondió con vítores y abucheos, reflejando el ambiente polarizado del clima político estadounidense.La presencia del presidente en el evento deportivo coincidió con la fecha de un atentado fallido contra su persona, perpetrado durante un acto de campaña en Butler, Pensilvania, un incidente que conmocionó al país. En este contexto, las medidas de seguridad presidenciales se reforzaron significativamente, y durante la jornada en Nueva Jersey, los dispositivos de vigilancia y las fuerzas policiales intensificaron sus labores, manteniendo controles estrictos en los accesos y las inmediaciones del estadio.Esta aparición de Trump en el Mundial de Clubes refuerza su interés por el fútbol, una constante en su agenda pública desde su regreso a la presidencia, la cual ha estado marcadamente enfocada en actividades deportivas. En los últimos meses, el mandatario ha asistido a eventos de alto perfil como el Super Bowl en Nueva Orleans, la competencia Nasacar Daytona 500 en Florida, varios combates de UFC en Miami y Newark, y el campeonato nacional de lucha libre universitaria en Filadelfia.El MetLife Stadium, que albergó esta final, será también la sede del partido decisivo de la Copa Mundial de la Fifa 2026, que se disputará en poco más de un año. La agenda deportiva del presidente se complementa con su relación con Gianni Infantino, presidente de la Fifa, y ha manifestado su intención de asistir a varios partidos del Mundial 2026, que se jugará en sedes repartidas entre Estados Unidos, Canadá y México. Trump ha descrito el evento como una oportunidad para mostrar la capacidad organizativa y la infraestructura deportiva del país, además de impulsar el deporte en Norteamérica.Sin embargo, la organización del torneo se da en un contexto de relaciones tensas entre Estados Unidos y sus países vecinos, marcadas por propuestas de nuevas tarifas comerciales, controversias en torno a la inmigración y las declaraciones de Trump sobre la posibilidad de que Canadá se convierta en el estado número 51 de la Unión. Al ser cuestionado sobre estas tensiones en una rueda de prensa, Trump se mostró despreocupado, afirmando que los desacuerdos actuales solo añaden atractivo al torneo. “La tensión es algo bueno”, afirmó el presidente.La final del Mundial de Clubes y la visita presidencial representaron para muchos aficionados la antesala del Mundial 2026, cuyo partido decisivo se jugará en el mismo escenario y en el que se espera la asistencia de figuras políticas internacionales. A un año del atentado que casi le cuesta la vida, Donald Trump optó por vivir la jornada en familia, acompañado de sus colaboradores más cercanos y en uno de los mayores espectáculos deportivos del planeta. Mientras la atención mediática se centró en el desarrollo del partido y en la presencia del mandatario, la expectación por la próxima cita mundialista sigue en aumento.  La Voz