Una IA reveló cómo cambió la forma de caminar en las ciudades y por qué eso importa más de lo que parece

Un grupo de científicos de universidades como el MIT, Yale y Harvard usó inteligencia artificial para descubrir si las personas están perdiendo la vida en común en las ciudades.

Analizaron grabaciones urbanas de los años ’80 del siglo pasado y las compararon con registros recientes. Hallaron que la velocidad promedio de caminata aumentó un 15% y que la gente pasa un 14% menos de tiempo en los espacios públicos.

Este estudio fue publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences y combina aprendizaje automático con urbanismo, con el objetivo de entender cómo cambian nuestras costumbres en la calle.

La tecnología cambió todo

Aunque los investigadores esperaban que el uso de los celulares tuviera un rol clave en estos cambios, los datos revelaron algo distinto. Incluso en 2010, sólo entre el 1% y el 8% de los peatones miraban su teléfono. La desconexión del espacio público parece deberse más a transformaciones culturales, económicas y sociales que al uso directo del teléfono móvil.

“El espacio público es más esencial que nunca. Es el lugar donde convivimos con personas distintas a nosotros”, explica Carlo Ratti, director del MIT Senseable Lab y curador de la Bienal de Arquitectura de Venecia 2025.

Por qué importa cómo caminamos

La investigación no solo estudia el ritmo de los pasos. Según Arianna Salazar Miranda, coautora desde la Universidad de Yale, el objetivo es usar estos datos para mejorar las ciudades.

Comprender cómo usamos, o dejamos de usar, las calles puede ayudar a diseñar espacios que fomenten la interacción, el descanso y la vida compartida.

“Corremos el riesgo de que la vida pública quede confinada a zonas de confort algorítmicas, donde silenciamos el desacuerdo”, advierte Ratti.

Los investigadores quieren llevar esta metodología a ciudades de todo el mundo. El próximo gran paso será estudiar 40 urbes europeas para entender cómo el contexto cultural influye en el uso del espacio público.

Un grupo de científicos de universidades como el MIT, Yale y Harvard usó inteligencia artificial para descubrir si las personas están perdiendo la vida en común en las ciudades.

Analizaron grabaciones urbanas de los años ’80 del siglo pasado y las compararon con registros recientes. Hallaron que la velocidad promedio de caminata aumentó un 15% y que la gente pasa un 14% menos de tiempo en los espacios públicos.

Este estudio fue publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences y combina aprendizaje automático con urbanismo, con el objetivo de entender cómo cambian nuestras costumbres en la calle.

La tecnología cambió todo

Aunque los investigadores esperaban que el uso de los celulares tuviera un rol clave en estos cambios, los datos revelaron algo distinto. Incluso en 2010, sólo entre el 1% y el 8% de los peatones miraban su teléfono. La desconexión del espacio público parece deberse más a transformaciones culturales, económicas y sociales que al uso directo del teléfono móvil.

“El espacio público es más esencial que nunca. Es el lugar donde convivimos con personas distintas a nosotros”, explica Carlo Ratti, director del MIT Senseable Lab y curador de la Bienal de Arquitectura de Venecia 2025.

Por qué importa cómo caminamos

La investigación no solo estudia el ritmo de los pasos. Según Arianna Salazar Miranda, coautora desde la Universidad de Yale, el objetivo es usar estos datos para mejorar las ciudades.

Comprender cómo usamos, o dejamos de usar, las calles puede ayudar a diseñar espacios que fomenten la interacción, el descanso y la vida compartida.

“Corremos el riesgo de que la vida pública quede confinada a zonas de confort algorítmicas, donde silenciamos el desacuerdo”, advierte Ratti.

Los investigadores quieren llevar esta metodología a ciudades de todo el mundo. El próximo gran paso será estudiar 40 urbes europeas para entender cómo el contexto cultural influye en el uso del espacio público.

 Un grupo de científicos de universidades como el MIT, Yale y Harvard usó inteligencia artificial para descubrir si las personas están perdiendo la vida en común en las ciudades.Analizaron grabaciones urbanas de los años ’80 del siglo pasado y las compararon con registros recientes. Hallaron que la velocidad promedio de caminata aumentó un 15% y que la gente pasa un 14% menos de tiempo en los espacios públicos.Este estudio fue publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences y combina aprendizaje automático con urbanismo, con el objetivo de entender cómo cambian nuestras costumbres en la calle.La tecnología cambió todoAunque los investigadores esperaban que el uso de los celulares tuviera un rol clave en estos cambios, los datos revelaron algo distinto. Incluso en 2010, sólo entre el 1% y el 8% de los peatones miraban su teléfono. La desconexión del espacio público parece deberse más a transformaciones culturales, económicas y sociales que al uso directo del teléfono móvil.“El espacio público es más esencial que nunca. Es el lugar donde convivimos con personas distintas a nosotros”, explica Carlo Ratti, director del MIT Senseable Lab y curador de la Bienal de Arquitectura de Venecia 2025.Por qué importa cómo caminamosLa investigación no solo estudia el ritmo de los pasos. Según Arianna Salazar Miranda, coautora desde la Universidad de Yale, el objetivo es usar estos datos para mejorar las ciudades. Comprender cómo usamos, o dejamos de usar, las calles puede ayudar a diseñar espacios que fomenten la interacción, el descanso y la vida compartida.“Corremos el riesgo de que la vida pública quede confinada a zonas de confort algorítmicas, donde silenciamos el desacuerdo”, advierte Ratti.Los investigadores quieren llevar esta metodología a ciudades de todo el mundo. El próximo gran paso será estudiar 40 urbes europeas para entender cómo el contexto cultural influye en el uso del espacio público.  La Voz