Bianca Ramos y su esposo tomaron una decisión que desafía la lógica del éxito corporativo: renunciaron a su vida profesional en Estados Unidos, con ingresos superiores a los 200 mil dólares anuales, y se mudaron a México con sus hijos. El cambio implicó menos dinero, pero más libertad, menos consumo y más tiempo compartido.
Por qué dejaron EE.UU. y qué encontraron en México
Bianca y su esposo, ambos mexicano-estadounidenses, vivían en Austin, Texas. Ella trabajaba en recursos humanos con foco en inclusión y diversidad, mientras que él se dedicaba a las ventas. Su ingreso familiar superaba los US$200 mil al año, una cifra que les permitía mantener una casa de cuatro dormitorios, dos autos y una niñera para sus hijos.
Sin embargo, el nacimiento de su primer hijo en 2021 cambió sus prioridades. “Sentía que cuanto más trabajaba, menos veía a mis hijos”, contó Ramos a Business Insider.
La presión por mantener un estilo de vida costoso y escalar en el mundo corporativo empezó a pesar más que los beneficios. “Pensaba que el éxito era tener una casa más grande y autos mejores, pero cada mejora nos alejaba como familia”, dijo.
Cómo planificaron la mudanza a Playa del Carmen
La decisión de emigrar fue producto de dos años de planificación. La pareja redujo gastos, vendió sus vehículos, alquiló su casa en Texas y reunió la documentación necesaria para vivir legalmente en México.
En agosto de 2024, se mudaron con sus dos hijos a un departamento de dos dormitorios, a solo diez minutos de la playa. Pagan US$1300 mensuales de alquiler, una cifra menor a su antigua hipoteca.
“Tuvimos miedo de que nuestras familias sintieran que fallamos”, reconoció Ramos. “El padre de mi esposo dejó México en busca de oportunidades. Volver fue una decisión delicada”.
Qué ingresos tienen y cómo sostienen su nuevo estilo de vida
Hoy perciben ingresos más reducidos que en su etapa anterior, pero experimentan un estilo de vida completamente distinto. Obtienen US$2400 mensuales gracias al alquiler de su casa en Estados Unidos, lo que representa su principal fuente estable de dinero. Él se dedica al day trading, una actividad financiera de alto dinamismo con ganancias que fluctúan semana a semana. Bianca, en cambio, trabaja a distancia en jornada parcial y complementa su actividad al generar contenido digital.
Sus hábitos se transformaron por completo. “En Estados Unidos decoraba cada rincón. Ahora mis hijos comparten cuarto y no importa si todo combina”, contó. Aunque los gastos generales disminuyeron desde su mudanza, identificó que ciertos artículos de marca, como prendas de vestir o calzado, pueden resultar más costosos en México.
¿Cómo redefinieron el éxito fuera del modelo corporativo?
Instalarse en México también significó adaptarse a nuevas dinámicas culturales, distintas a las que conocían en Estados Unidos. “Allá te preguntan a qué te dedicas. Acá preguntan por tu familia o te invitan una cerveza”, explicó Ramos.
La mudanza no fue una decisión menor, implicó dejar atrás una trayectoria laboral consolidada. Sin embargo, el cambio le permitió ganar en autonomía personal. “Nunca tuve tanto control sobre mi tiempo. Aposté por mi proyecto, por mis hijos y por una vida más simple”, cerró.
Bianca Ramos y su esposo tomaron una decisión que desafía la lógica del éxito corporativo: renunciaron a su vida profesional en Estados Unidos, con ingresos superiores a los 200 mil dólares anuales, y se mudaron a México con sus hijos. El cambio implicó menos dinero, pero más libertad, menos consumo y más tiempo compartido.
Por qué dejaron EE.UU. y qué encontraron en México
Bianca y su esposo, ambos mexicano-estadounidenses, vivían en Austin, Texas. Ella trabajaba en recursos humanos con foco en inclusión y diversidad, mientras que él se dedicaba a las ventas. Su ingreso familiar superaba los US$200 mil al año, una cifra que les permitía mantener una casa de cuatro dormitorios, dos autos y una niñera para sus hijos.
Sin embargo, el nacimiento de su primer hijo en 2021 cambió sus prioridades. “Sentía que cuanto más trabajaba, menos veía a mis hijos”, contó Ramos a Business Insider.
La presión por mantener un estilo de vida costoso y escalar en el mundo corporativo empezó a pesar más que los beneficios. “Pensaba que el éxito era tener una casa más grande y autos mejores, pero cada mejora nos alejaba como familia”, dijo.
Cómo planificaron la mudanza a Playa del Carmen
La decisión de emigrar fue producto de dos años de planificación. La pareja redujo gastos, vendió sus vehículos, alquiló su casa en Texas y reunió la documentación necesaria para vivir legalmente en México.
En agosto de 2024, se mudaron con sus dos hijos a un departamento de dos dormitorios, a solo diez minutos de la playa. Pagan US$1300 mensuales de alquiler, una cifra menor a su antigua hipoteca.
“Tuvimos miedo de que nuestras familias sintieran que fallamos”, reconoció Ramos. “El padre de mi esposo dejó México en busca de oportunidades. Volver fue una decisión delicada”.
Qué ingresos tienen y cómo sostienen su nuevo estilo de vida
Hoy perciben ingresos más reducidos que en su etapa anterior, pero experimentan un estilo de vida completamente distinto. Obtienen US$2400 mensuales gracias al alquiler de su casa en Estados Unidos, lo que representa su principal fuente estable de dinero. Él se dedica al day trading, una actividad financiera de alto dinamismo con ganancias que fluctúan semana a semana. Bianca, en cambio, trabaja a distancia en jornada parcial y complementa su actividad al generar contenido digital.
Sus hábitos se transformaron por completo. “En Estados Unidos decoraba cada rincón. Ahora mis hijos comparten cuarto y no importa si todo combina”, contó. Aunque los gastos generales disminuyeron desde su mudanza, identificó que ciertos artículos de marca, como prendas de vestir o calzado, pueden resultar más costosos en México.
¿Cómo redefinieron el éxito fuera del modelo corporativo?
Instalarse en México también significó adaptarse a nuevas dinámicas culturales, distintas a las que conocían en Estados Unidos. “Allá te preguntan a qué te dedicas. Acá preguntan por tu familia o te invitan una cerveza”, explicó Ramos.
La mudanza no fue una decisión menor, implicó dejar atrás una trayectoria laboral consolidada. Sin embargo, el cambio le permitió ganar en autonomía personal. “Nunca tuve tanto control sobre mi tiempo. Aposté por mi proyecto, por mis hijos y por una vida más simple”, cerró.
Bianca Ramos y su esposo dejaron sus empleos bien remunerados en EE.UU. para mudarse a México con sus hijos. Renunciaron a un estilo de vida corporativo por más tiempo en familia, menos consumo y una vida más simple cerca del mar LA NACION