La historia estaba escrita desde que se enamoraron Fernanda Gutiérrez y Marcelo Caraune. La historia era Instituto. Todo Instituto. Es que la familia de Fernanda y Marcelo ya era de Instituto. Y sí, esa familia iba a ser de Instituto. Por siempre. Para siempre. Pero en serio. Al punto que cuando Fernanda y Marcelo quedaron “embarazados” ya tenían en claro que iban a dejar recontra establecido que esas personas “nuevas” que llegarían al mundo se iban a hacer notar como hinchas de Instituto. Y fue literal. Sin vueltas. Iban a ser tan hinchas de Instituto que lo iban a llevar en el nombre. Lo que también fue literal.
Nació primero Gloria Agustina (24 años). “Sí, Agustina es por el predio La Agustina, ja, ja”, se ríe Gloria mientras posa para las fotos de Nicolás Bravo, reportero de La Voz, en la tribuna popular del estadio Monumental de Alta Córdoba. “Acá venimos a ver los partidos del equipo. Siempre a la popular, en las buenas y en las malas con este equipo”, explica. Y también se encarga de reforzar la idea de que es un “orgullo” ser de Instituto.
Algo que le pasó también a Ariana Gloria (23), la segunda “bebé” de la familia. Claro que a ella no le pusieron el “Gloria” en primer lugar del documento nacional de identidad. “En nuestra vida, Instituto es todo. Vivimos siempre hablando de Instituto”, soltó emocionada mientras Juan Citelle, del equipo de comunidades, le grababa stories para el Instagram de la cuenta de Deportes de La Voz.
Y había más. Llegaría Nahir Gloria (19). “Sí, me hubiera enojado si no me ponían Gloria jajajaja”, se ríe ante las cámaras, las que sacan fotos y videos para armar el reel que se publica en redes sociales sobre esta historia.
Y a toda la escena la mira el tío, que está en el estadio viendo la producción de La Voz. “Y les digo más… somos tan de Instituto que hay primas que también se llaman Gloria, ja, ja. Nos vuelven locos con nuestra pasión por Instituto”.
También está en la tribuna mamá Fernanda, que saldrá al cruce de quienes piensen que lo de los nombres Gloria es sólo ocurrencia del papá de “las nenas”. “No, no, yo fui al registro civil con él para anotarlas y poner los nombres Gloria. Ya nos veían y sabían qué íbamos a hacer, ja, que era ponerles Gloria”. relata con la sonrisa pícara. Y además cuenta cómo es llamar a las chicas en la vida cotidiana: “Ja, ja, sí, les digo Gloria 1, Gloria 2. Gloria 3, ja, ja. Ya todos las conocen así a las hermanas. Y a mi hijo Eloy no pudimos ponerle Glorio’, ja”, describe mientras recibe la aprobación de “Súper”, el empleado al que en Instituto todos llaman así por su superpoder de estar “en todos lados” en las instalaciones.
¿Por qué a Instituto le dicen Gloria? Lo contó Gustavo Farías, periodista, historiador y líder del Museo Provincial del Deporte en el estadio Mario Alberto Kempes.
“Instituto tuvo un increíble dominio en el fútbol cordobés entre 1925 y 1928. Y, durante ese período, Instituto ganó todas las copas en juego en la Liga Cordobesa, no teniendo rivales y superando a todos los equipos. Esta racha victoriosa llevó a que a ese equipo se lo comenzara a llamar ‘el glorioso’. Con el tiempo, la expresión ‘el glorioso’ se acortó a La Gloria, siendo este el apodo que perdura hasta hoy y que se hizo cultura”.
Y claro que es “cultura” ese “Gloria” que es patrimonio de Instituto y de Córdoba. Y las hermanas son la prueba de ese modo de ser que es “ser de Instituto”. Y, además, son socias y lo seguirán siendo aún cuando en su casa las llamen como las “Gloria 1, Gloria 2 y Gloria 3”.
El video de La Voz conla historia de las hermanas Gloria
La historia estaba escrita desde que se enamoraron Fernanda Gutiérrez y Marcelo Caraune. La historia era Instituto. Todo Instituto. Es que la familia de Fernanda y Marcelo ya era de Instituto. Y sí, esa familia iba a ser de Instituto. Por siempre. Para siempre. Pero en serio. Al punto que cuando Fernanda y Marcelo quedaron “embarazados” ya tenían en claro que iban a dejar recontra establecido que esas personas “nuevas” que llegarían al mundo se iban a hacer notar como hinchas de Instituto. Y fue literal. Sin vueltas. Iban a ser tan hinchas de Instituto que lo iban a llevar en el nombre. Lo que también fue literal.
Nació primero Gloria Agustina (24 años). “Sí, Agustina es por el predio La Agustina, ja, ja”, se ríe Gloria mientras posa para las fotos de Nicolás Bravo, reportero de La Voz, en la tribuna popular del estadio Monumental de Alta Córdoba. “Acá venimos a ver los partidos del equipo. Siempre a la popular, en las buenas y en las malas con este equipo”, explica. Y también se encarga de reforzar la idea de que es un “orgullo” ser de Instituto.
Algo que le pasó también a Ariana Gloria (23), la segunda “bebé” de la familia. Claro que a ella no le pusieron el “Gloria” en primer lugar del documento nacional de identidad. “En nuestra vida, Instituto es todo. Vivimos siempre hablando de Instituto”, soltó emocionada mientras Juan Citelle, del equipo de comunidades, le grababa stories para el Instagram de la cuenta de Deportes de La Voz.
Y había más. Llegaría Nahir Gloria (19). “Sí, me hubiera enojado si no me ponían Gloria jajajaja”, se ríe ante las cámaras, las que sacan fotos y videos para armar el reel que se publica en redes sociales sobre esta historia.
Y a toda la escena la mira el tío, que está en el estadio viendo la producción de La Voz. “Y les digo más… somos tan de Instituto que hay primas que también se llaman Gloria, ja, ja. Nos vuelven locos con nuestra pasión por Instituto”.
También está en la tribuna mamá Fernanda, que saldrá al cruce de quienes piensen que lo de los nombres Gloria es sólo ocurrencia del papá de “las nenas”. “No, no, yo fui al registro civil con él para anotarlas y poner los nombres Gloria. Ya nos veían y sabían qué íbamos a hacer, ja, que era ponerles Gloria”. relata con la sonrisa pícara. Y además cuenta cómo es llamar a las chicas en la vida cotidiana: “Ja, ja, sí, les digo Gloria 1, Gloria 2. Gloria 3, ja, ja. Ya todos las conocen así a las hermanas. Y a mi hijo Eloy no pudimos ponerle Glorio’, ja”, describe mientras recibe la aprobación de “Súper”, el empleado al que en Instituto todos llaman así por su superpoder de estar “en todos lados” en las instalaciones.
¿Por qué a Instituto le dicen Gloria? Lo contó Gustavo Farías, periodista, historiador y líder del Museo Provincial del Deporte en el estadio Mario Alberto Kempes.
“Instituto tuvo un increíble dominio en el fútbol cordobés entre 1925 y 1928. Y, durante ese período, Instituto ganó todas las copas en juego en la Liga Cordobesa, no teniendo rivales y superando a todos los equipos. Esta racha victoriosa llevó a que a ese equipo se lo comenzara a llamar ‘el glorioso’. Con el tiempo, la expresión ‘el glorioso’ se acortó a La Gloria, siendo este el apodo que perdura hasta hoy y que se hizo cultura”.
Y claro que es “cultura” ese “Gloria” que es patrimonio de Instituto y de Córdoba. Y las hermanas son la prueba de ese modo de ser que es “ser de Instituto”. Y, además, son socias y lo seguirán siendo aún cuando en su casa las llamen como las “Gloria 1, Gloria 2 y Gloria 3”.
El video de La Voz conla historia de las hermanas Gloria
La historia estaba escrita desde que se enamoraron Fernanda Gutiérrez y Marcelo Caraune. La historia era Instituto. Todo Instituto. Es que la familia de Fernanda y Marcelo ya era de Instituto. Y sí, esa familia iba a ser de Instituto. Por siempre. Para siempre. Pero en serio. Al punto que cuando Fernanda y Marcelo quedaron “embarazados” ya tenían en claro que iban a dejar recontra establecido que esas personas “nuevas” que llegarían al mundo se iban a hacer notar como hinchas de Instituto. Y fue literal. Sin vueltas. Iban a ser tan hinchas de Instituto que lo iban a llevar en el nombre. Lo que también fue literal. Nació primero Gloria Agustina (24 años). “Sí, Agustina es por el predio La Agustina, ja, ja”, se ríe Gloria mientras posa para las fotos de Nicolás Bravo, reportero de La Voz, en la tribuna popular del estadio Monumental de Alta Córdoba. “Acá venimos a ver los partidos del equipo. Siempre a la popular, en las buenas y en las malas con este equipo”, explica. Y también se encarga de reforzar la idea de que es un “orgullo” ser de Instituto. Algo que le pasó también a Ariana Gloria (23), la segunda “bebé” de la familia. Claro que a ella no le pusieron el “Gloria” en primer lugar del documento nacional de identidad. “En nuestra vida, Instituto es todo. Vivimos siempre hablando de Instituto”, soltó emocionada mientras Juan Citelle, del equipo de comunidades, le grababa stories para el Instagram de la cuenta de Deportes de La Voz. Y había más. Llegaría Nahir Gloria (19). “Sí, me hubiera enojado si no me ponían Gloria jajajaja”, se ríe ante las cámaras, las que sacan fotos y videos para armar el reel que se publica en redes sociales sobre esta historia. Y a toda la escena la mira el tío, que está en el estadio viendo la producción de La Voz. “Y les digo más… somos tan de Instituto que hay primas que también se llaman Gloria, ja, ja. Nos vuelven locos con nuestra pasión por Instituto”. También está en la tribuna mamá Fernanda, que saldrá al cruce de quienes piensen que lo de los nombres Gloria es sólo ocurrencia del papá de “las nenas”. “No, no, yo fui al registro civil con él para anotarlas y poner los nombres Gloria. Ya nos veían y sabían qué íbamos a hacer, ja, que era ponerles Gloria”. relata con la sonrisa pícara. Y además cuenta cómo es llamar a las chicas en la vida cotidiana: “Ja, ja, sí, les digo Gloria 1, Gloria 2. Gloria 3, ja, ja. Ya todos las conocen así a las hermanas. Y a mi hijo Eloy no pudimos ponerle Glorio’, ja”, describe mientras recibe la aprobación de “Súper”, el empleado al que en Instituto todos llaman así por su superpoder de estar “en todos lados” en las instalaciones. ¿Por qué a Instituto le dicen Gloria? Lo contó Gustavo Farías, periodista, historiador y líder del Museo Provincial del Deporte en el estadio Mario Alberto Kempes. “Instituto tuvo un increíble dominio en el fútbol cordobés entre 1925 y 1928. Y, durante ese período, Instituto ganó todas las copas en juego en la Liga Cordobesa, no teniendo rivales y superando a todos los equipos. Esta racha victoriosa llevó a que a ese equipo se lo comenzara a llamar ‘el glorioso’. Con el tiempo, la expresión ‘el glorioso’ se acortó a La Gloria, siendo este el apodo que perdura hasta hoy y que se hizo cultura”.Y claro que es “cultura” ese “Gloria” que es patrimonio de Instituto y de Córdoba. Y las hermanas son la prueba de ese modo de ser que es “ser de Instituto”. Y, además, son socias y lo seguirán siendo aún cuando en su casa las llamen como las “Gloria 1, Gloria 2 y Gloria 3”. El video de La Voz conla historia de las hermanas Gloria La Voz