El presidente estadounidense, Donald Trump, y su par ruso, Vladimir Putin, se reúnen este viernes en Alaska en una cumbre que podría ser decisiva para el futuro de Ucrania.La cumbre conversaciones están programadas para las 11.30 locales (16.30 en la Argentina) en la Base Aérea Elmendorf, una instalación estratégica para Estados Unidos.
El escenario está listo en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson de Alaska para la conferencia de prensa conjunta prevista entre ambos líderes, con un fondo azul que luce las palabras “En busca de la paz” en todo su perímetro, incluso en letras grandes en la parte superior. Una bandera estadounidense y otra rusa se veían en el escenario junto a dos podios.
Además, un cartel de “Alaska 2025” y una alfombra roja están listos en la pista de la base para la llegada de los líderes. A ambos lados hay aviones de combate, estacionados en ángulo.
En un fragmento de una entrevista a bordo del Air Force One con Bret Baier, de Fox News. Trump pronosticó que su reunión con el presidente ruso “saldrá muy bien, y si no, me iré a casa rápidamente”. “Me iría, sí”, añadió, tras una pregunta de Baier.
El viernes por la tarde, Trump publicó en redes sociales un video de un grupo de personas también a bordo del avión, en el que se le preguntaba qué haría que la cumbre fuera un éxito. “Quiero ver un alto el fuego rápidamente. No sé si será hoy, pero no me alegraré si no es hoy”, declaró Trump a los periodistas, desde un pasillo del avión. “Estoy aquí para detener la matanza”.
Aquella noche de julio de 1953 el presidente norteamericano Dwight D. “Ike” Eisenhower no se podía dormir: esperaba que le confirmaran si el acuerdo de armisticio había puesto fin a la Guerra de Corea. Según sus asesores, se quedó despierto hasta altas horas de la noche “hablando prácticamente sin parar” sobre los horrores de la batalla, y de cómo una vez un general soviético lo había dejado pasmado cuando le contó que despejaba los campos minados haciendo marchar sobre ellos a sus propias tropas.
Leé la opinión de David Ignatius, de The Washington Post
El Kremlin dijo el viernes que el encuentro entre Donald Trump y Vladimir Putin en Alaska para tratar el conflicto en Ucrania podría durar “entre 6 y 7 horas” en total. Según la televisión estatal rusa, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó que los líderes se reunirán primero a solas, luego mantendrán negociaciones más amplias con sus delegaciones y finalmente darán una conferencia de prensa conjunta.
El enviado ruso, Kirill Dmitriev, afirmó que el clima previo a la cumbre es “combativo”, también la agencia estatal rusa RIA. Dmitriev también afirmó que las conversaciones abarcarán todo el espectro de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, no solo Ucrania, y que su objetivo es restablecer las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, y no solo la economía.
Para llegar a Alaska, Putin, objeto de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional, de la que Estados Unidos no es miembro, solo tiene que cruzar el estrecho de Bering. Además, Alaska es un territorio con pasado ruso ya que fue adquirido por Estados Unidos a Rusia en el siglo XIX.
El poderoso terremoto que sacudió a Kamchatka hace dos semanas preparó el terreno para que la cumbre de Alaska entre Donald Trump y Vladimir Putin de hoy se parezca a una partida de TEG: dos hombres duros jugándose mano a mano el tablero del mundo sin que nadie más pueda participar.
La expectativa es tan alta que el propio Trump se encargó de bajarla en las horas previas. El optimismo que expresaron los países europeos de conseguir un alto el fuego se diluyó en las últimas horas. Trump ayer dijo que el objetivo de la cumbre será preparar el terreno para una segunda reunión que incluya a Ucrania. Pero Putin parece tener otros objetivos en mente.
Según la Casa Blanca, Trump y Putin se verán por primera vez a las 11 hora de Alaska (16 en la Argentina) y se reunirán media hora después. Se espera que el presidente norteamericano salga de Anchorage rumbo a Washington a las 17.45 (22.45 en la Argentina).
Trump y Putin mantendrán su reunión en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson (JBER, por sus siglas en inglés), una instalación estratégica que fue pieza clave en la vigilancia y disuasión contra la Unión Soviética durante la Guerra Fría y que, ocho décadas después de su fundación, sigue desempeñando un papel central en la defensa del territorio norteamericano.
La elección de esta base no es casual. Altos funcionarios de la Casa Blanca, que hablaron bajo condición de anonimato, señalaron que la ubicación en Anchorage ofrece el máximo nivel de seguridad, reduce las posibilidades de protestas y permite mostrar músculo militar frente a un líder que desafió abiertamente la supremacía estadounidense en el Ártico y el Pacífico Norte.
Antes de partir a Alaska, Trump habló por teléfono con el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, un cercano aliado de Putin que permitió al ejército ruso utilizar su territorio para atacar Ucrania.
“Tuve una maravillosa conversación con el respetado presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko. El propósito de la llamada era agradecerle la liberación de 16 prisioneros. También estamos discutiendo la liberación de 1300 prisioneros adicionales. Nuestra conversación fue muy buena. Hablamos de muchos temas, incluida la visita del presidente Putin a Alaska. Espero reunirme con el presidente Lukashenko en el futuro. ¡Gracias por su atención!“, escribió en Truth.
A su llegada a Alaska, el jefe de la diplomacia rusa, Sergéi Lavrov, rechazó hacer pronósticos. “Nunca hacemos suposiciones anticipadas”, declaró el canciller, luciendo lo que parecía ser una camiseta con la palabra “URSS” en ruso escrita en ella.
UCRANIA_INTERNACIONALES
Trump alardea de talante negociador, pero rebajó las expectativas diciendo que es una “reunión de tanteo”. “Soy presidente, y él no va a jugar conmigo”, declaró el jueves. “Si es una reunión mala, terminará muy rápido, y si es una buena, vamos a terminar logrando la paz en un futuro bastante cercano”, aseguró el mandatario estadounidense, quien calcula que la cumbre tiene un “25%” de probabilidades de fracasar.
Para el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, será otro día de alto voltaje. Hasta ahora, rechazó públicamente la presión de Trump para que ceda el territorio y buscó apoyo de Washington y sus aliados europeos para conseguir un lugar en la mesa de negociación.
“Es hora de poner fin a la guerra, y los pasos necesarios deben ser dados por Rusia. Contamos con Estados Unidos”, escribió Zelensky en redes sociales este viernes. Rusia sufre “graves pérdidas” para obtener avances territoriales, añadió.
Vladimir Putin también comenzó su viaje a Alaska este viernes e hizo una parada simbólica en Magadán, en el Lejano Oriente ruso. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que la visita incluiría reuniones con el gobernador regional y una parada para depositar flores en un monumento de la Segunda Guerra Mundial que honra la cooperación aeronáutica soviética-estadounidense.
Según el Kremlin, el avión de Putin aterrizará a las 11 hora local (16 en la Argentina), y “el presidente Trump lo recibirá en el avión”, en la pista.
Trump partió de Washington rumbo a Alaska y antes de abordar el Air Force One publicó en su red Truth Social: “¡MUCHO EN JUEGO!”.
“No estoy aquí para negociar con Putin en nombre de Ucrania. Estoy aquí para sentarlos a la mesa”, dijo Trump a los periodistas a bordo del Air Force One, en un vuelo de una duración aproximada de 7 horas. Agregó que Kiev decidirá si cede territorios a Putin como parte de un acuerdo de paz, y añadió: “Creo que tomarán la decisión correcta”. El presidente republicano reiteró que el objetivo es brindar garantías de seguridad a Ucrania, “pero no bajo el paraguas de la OTAN”. “Y es Europa la que tendrá que tomar la iniciativa”, agregó.
El presidente estadounidense, Donald Trump, y su par ruso, Vladimir Putin, se reúnen este viernes en Alaska en una cumbre que podría ser decisiva para el futuro de Ucrania.La cumbre conversaciones están programadas para las 11.30 locales (16.30 en la Argentina) en la Base Aérea Elmendorf, una instalación estratégica para Estados Unidos.
El escenario está listo en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson de Alaska para la conferencia de prensa conjunta prevista entre ambos líderes, con un fondo azul que luce las palabras “En busca de la paz” en todo su perímetro, incluso en letras grandes en la parte superior. Una bandera estadounidense y otra rusa se veían en el escenario junto a dos podios.
Además, un cartel de “Alaska 2025” y una alfombra roja están listos en la pista de la base para la llegada de los líderes. A ambos lados hay aviones de combate, estacionados en ángulo.
En un fragmento de una entrevista a bordo del Air Force One con Bret Baier, de Fox News. Trump pronosticó que su reunión con el presidente ruso “saldrá muy bien, y si no, me iré a casa rápidamente”. “Me iría, sí”, añadió, tras una pregunta de Baier.
El viernes por la tarde, Trump publicó en redes sociales un video de un grupo de personas también a bordo del avión, en el que se le preguntaba qué haría que la cumbre fuera un éxito. “Quiero ver un alto el fuego rápidamente. No sé si será hoy, pero no me alegraré si no es hoy”, declaró Trump a los periodistas, desde un pasillo del avión. “Estoy aquí para detener la matanza”.
Aquella noche de julio de 1953 el presidente norteamericano Dwight D. “Ike” Eisenhower no se podía dormir: esperaba que le confirmaran si el acuerdo de armisticio había puesto fin a la Guerra de Corea. Según sus asesores, se quedó despierto hasta altas horas de la noche “hablando prácticamente sin parar” sobre los horrores de la batalla, y de cómo una vez un general soviético lo había dejado pasmado cuando le contó que despejaba los campos minados haciendo marchar sobre ellos a sus propias tropas.
Leé la opinión de David Ignatius, de The Washington Post
El Kremlin dijo el viernes que el encuentro entre Donald Trump y Vladimir Putin en Alaska para tratar el conflicto en Ucrania podría durar “entre 6 y 7 horas” en total. Según la televisión estatal rusa, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó que los líderes se reunirán primero a solas, luego mantendrán negociaciones más amplias con sus delegaciones y finalmente darán una conferencia de prensa conjunta.
El enviado ruso, Kirill Dmitriev, afirmó que el clima previo a la cumbre es “combativo”, también la agencia estatal rusa RIA. Dmitriev también afirmó que las conversaciones abarcarán todo el espectro de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, no solo Ucrania, y que su objetivo es restablecer las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, y no solo la economía.
Para llegar a Alaska, Putin, objeto de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional, de la que Estados Unidos no es miembro, solo tiene que cruzar el estrecho de Bering. Además, Alaska es un territorio con pasado ruso ya que fue adquirido por Estados Unidos a Rusia en el siglo XIX.
El poderoso terremoto que sacudió a Kamchatka hace dos semanas preparó el terreno para que la cumbre de Alaska entre Donald Trump y Vladimir Putin de hoy se parezca a una partida de TEG: dos hombres duros jugándose mano a mano el tablero del mundo sin que nadie más pueda participar.
La expectativa es tan alta que el propio Trump se encargó de bajarla en las horas previas. El optimismo que expresaron los países europeos de conseguir un alto el fuego se diluyó en las últimas horas. Trump ayer dijo que el objetivo de la cumbre será preparar el terreno para una segunda reunión que incluya a Ucrania. Pero Putin parece tener otros objetivos en mente.
Según la Casa Blanca, Trump y Putin se verán por primera vez a las 11 hora de Alaska (16 en la Argentina) y se reunirán media hora después. Se espera que el presidente norteamericano salga de Anchorage rumbo a Washington a las 17.45 (22.45 en la Argentina).
Trump y Putin mantendrán su reunión en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson (JBER, por sus siglas en inglés), una instalación estratégica que fue pieza clave en la vigilancia y disuasión contra la Unión Soviética durante la Guerra Fría y que, ocho décadas después de su fundación, sigue desempeñando un papel central en la defensa del territorio norteamericano.
La elección de esta base no es casual. Altos funcionarios de la Casa Blanca, que hablaron bajo condición de anonimato, señalaron que la ubicación en Anchorage ofrece el máximo nivel de seguridad, reduce las posibilidades de protestas y permite mostrar músculo militar frente a un líder que desafió abiertamente la supremacía estadounidense en el Ártico y el Pacífico Norte.
Antes de partir a Alaska, Trump habló por teléfono con el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, un cercano aliado de Putin que permitió al ejército ruso utilizar su territorio para atacar Ucrania.
“Tuve una maravillosa conversación con el respetado presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko. El propósito de la llamada era agradecerle la liberación de 16 prisioneros. También estamos discutiendo la liberación de 1300 prisioneros adicionales. Nuestra conversación fue muy buena. Hablamos de muchos temas, incluida la visita del presidente Putin a Alaska. Espero reunirme con el presidente Lukashenko en el futuro. ¡Gracias por su atención!“, escribió en Truth.
A su llegada a Alaska, el jefe de la diplomacia rusa, Sergéi Lavrov, rechazó hacer pronósticos. “Nunca hacemos suposiciones anticipadas”, declaró el canciller, luciendo lo que parecía ser una camiseta con la palabra “URSS” en ruso escrita en ella.
UCRANIA_INTERNACIONALES
Trump alardea de talante negociador, pero rebajó las expectativas diciendo que es una “reunión de tanteo”. “Soy presidente, y él no va a jugar conmigo”, declaró el jueves. “Si es una reunión mala, terminará muy rápido, y si es una buena, vamos a terminar logrando la paz en un futuro bastante cercano”, aseguró el mandatario estadounidense, quien calcula que la cumbre tiene un “25%” de probabilidades de fracasar.
Para el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, será otro día de alto voltaje. Hasta ahora, rechazó públicamente la presión de Trump para que ceda el territorio y buscó apoyo de Washington y sus aliados europeos para conseguir un lugar en la mesa de negociación.
“Es hora de poner fin a la guerra, y los pasos necesarios deben ser dados por Rusia. Contamos con Estados Unidos”, escribió Zelensky en redes sociales este viernes. Rusia sufre “graves pérdidas” para obtener avances territoriales, añadió.
Vladimir Putin también comenzó su viaje a Alaska este viernes e hizo una parada simbólica en Magadán, en el Lejano Oriente ruso. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que la visita incluiría reuniones con el gobernador regional y una parada para depositar flores en un monumento de la Segunda Guerra Mundial que honra la cooperación aeronáutica soviética-estadounidense.
Según el Kremlin, el avión de Putin aterrizará a las 11 hora local (16 en la Argentina), y “el presidente Trump lo recibirá en el avión”, en la pista.
Trump partió de Washington rumbo a Alaska y antes de abordar el Air Force One publicó en su red Truth Social: “¡MUCHO EN JUEGO!”.
“No estoy aquí para negociar con Putin en nombre de Ucrania. Estoy aquí para sentarlos a la mesa”, dijo Trump a los periodistas a bordo del Air Force One, en un vuelo de una duración aproximada de 7 horas. Agregó que Kiev decidirá si cede territorios a Putin como parte de un acuerdo de paz, y añadió: “Creo que tomarán la decisión correcta”. El presidente republicano reiteró que el objetivo es brindar garantías de seguridad a Ucrania, “pero no bajo el paraguas de la OTAN”. “Y es Europa la que tendrá que tomar la iniciativa”, agregó.
El presidente norteamericano y su par ruso se verán por primera vez cara a cara desde 2019 en una base militar LA NACION