¿Adiós al sueño americano? Las deportaciones masivas de Trump amenazan con un quiebre histórico en el patrón migratorio

Estados Unidos podría experimentar este 2025 un cambio drástico en su dinámica migratoria: por primera vez en al menos medio siglo, el país norteamericano perdería más inmigrantes de los que recibe. Las proyecciones de varios centros de estudio advierten que, debido a las políticas impulsadas por la administración Donald Trump, el saldo neto podría caer a cero o incluso volverse negativo, lo cual tendría un impacto directo en la economía estadounidense, desde el empleo hasta la inflación.

Un giro sin precedentes en la historia migratoria reciente de Estados Unidos

Investigadores de instituciones como Brookings Institution y American Enterprise Institute, citados por The Washington Post, advirtieron que los cambios introducidos por el gobierno de Trump no solo redujeron el ingreso de nuevos migrantes, sino que también empujaron a muchos a abandonar el país norteamericano.

Según un trabajo que están por publicar Wendy Edelberg y Tara Watson, junto con Stan Veuger, los indicadores sugieren que el saldo neto de inmigración podría cerrar el año en terreno negativo, algo que no sucede desde al menos la década de 1970.

La caída en la migración comenzó a percibirse en los últimos meses, según datos del Departamento de Trabajo, que registró desde marzo pasado una reducción superior al millón de personas en la fuerza laboral nacida en el extranjero. Este retroceso se produjo luego de un período de auge en 2024, cuando la participación de trabajadores migrantes alcanzó niveles récord y contribuyó a la recuperación económica postpandemia.

Las políticas de Trump que alimentan el éxodo de migrantes desde Estados Unidos

El retroceso migratorio responde en gran medida a una batería de medidas impulsadas desde la Casa Blanca, que han limitado tanto el ingreso como la permanencia de extranjeros en EE.UU.

Entre las acciones más significativas, según The Washington Post, se encuentran:

El cierre casi total de la frontera con México.La revocación de protecciones temporales y permisos laborales para más de medio millón de personas provenientes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.La reducción drástica de admisiones de refugiados.La imposición de multas por 3000 millones de dólares a migrantes que no abandonaron el país norteamericano dentro del tiempo establecido.Oferta de vuelos gratuitos y pagos de US$1000 a quienes optaran por abandonar voluntariamente EE.UU mediante la aplicación CBP Home.La amenaza de cancelación de visas estudiantiles, especialmente para ciudadanos chinos, lo cual podría detener el ingreso de cientos de miles de estudiantes internacionales.

Estas restricciones ya provocaron efectos visibles. En Boca Ratón, Florida, la residencia para adultos mayores Toby & Leon Cooperman Sinai Residences despidió a más de diez trabajadores originarios de Haití y Cuba, mientras que su directora ejecutiva, Rachel Blumberg, anticipó que perderán hasta 40 empleados debido a la eliminación del Estatus de Protección Temporal.

“Estamos devastados. Su expulsión abrupta es desestabilizante e injusta”, declaró la mujer, quien estimó que deberá aumentar su presupuesto salarial en unos US$600 mil anuales para atraer nuevos trabajadores, costos que inevitablemente repercutirán en los residentes.

Sectores económicos en alerta por falta de mano de obra migrante

La escasez de trabajadores extranjeros amenaza con afectar particularmente a los sectores más dependientes de la migración: agricultura, construcción y hotelería. La situación llegó a tal punto que incluso simpatizantes del Partido Republicano en el sector empresarial presionaron para frenar las redadas migratorias en sus industrias.

El propio Trump ordenó recientemente pausar los operativos en el agro, los hoteles y los restaurantes luego de recibir quejas de líderes industriales preocupados por el impacto de la pérdida de personal.

Esta merma de fuerza laboral podría provocar aumentos en los precios, según advirtieron economistas como Adriana Kugler, gobernadora de la Reserva Federal. Según expuso en un discurso reciente citado por The Washington Post, la disminución de inmigración comenzó a frenar el crecimiento del empleo, lo que podría traducirse en una aceleración inflacionaria hacia finales de este año. No obstante, aclaró que aún no hay pruebas concluyentes de que esto haya elevado los salarios de los trabajadores locales.

Estados Unidos podría experimentar este 2025 un cambio drástico en su dinámica migratoria: por primera vez en al menos medio siglo, el país norteamericano perdería más inmigrantes de los que recibe. Las proyecciones de varios centros de estudio advierten que, debido a las políticas impulsadas por la administración Donald Trump, el saldo neto podría caer a cero o incluso volverse negativo, lo cual tendría un impacto directo en la economía estadounidense, desde el empleo hasta la inflación.

Un giro sin precedentes en la historia migratoria reciente de Estados Unidos

Investigadores de instituciones como Brookings Institution y American Enterprise Institute, citados por The Washington Post, advirtieron que los cambios introducidos por el gobierno de Trump no solo redujeron el ingreso de nuevos migrantes, sino que también empujaron a muchos a abandonar el país norteamericano.

Según un trabajo que están por publicar Wendy Edelberg y Tara Watson, junto con Stan Veuger, los indicadores sugieren que el saldo neto de inmigración podría cerrar el año en terreno negativo, algo que no sucede desde al menos la década de 1970.

La caída en la migración comenzó a percibirse en los últimos meses, según datos del Departamento de Trabajo, que registró desde marzo pasado una reducción superior al millón de personas en la fuerza laboral nacida en el extranjero. Este retroceso se produjo luego de un período de auge en 2024, cuando la participación de trabajadores migrantes alcanzó niveles récord y contribuyó a la recuperación económica postpandemia.

Las políticas de Trump que alimentan el éxodo de migrantes desde Estados Unidos

El retroceso migratorio responde en gran medida a una batería de medidas impulsadas desde la Casa Blanca, que han limitado tanto el ingreso como la permanencia de extranjeros en EE.UU.

Entre las acciones más significativas, según The Washington Post, se encuentran:

El cierre casi total de la frontera con México.La revocación de protecciones temporales y permisos laborales para más de medio millón de personas provenientes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.La reducción drástica de admisiones de refugiados.La imposición de multas por 3000 millones de dólares a migrantes que no abandonaron el país norteamericano dentro del tiempo establecido.Oferta de vuelos gratuitos y pagos de US$1000 a quienes optaran por abandonar voluntariamente EE.UU mediante la aplicación CBP Home.La amenaza de cancelación de visas estudiantiles, especialmente para ciudadanos chinos, lo cual podría detener el ingreso de cientos de miles de estudiantes internacionales.

Estas restricciones ya provocaron efectos visibles. En Boca Ratón, Florida, la residencia para adultos mayores Toby & Leon Cooperman Sinai Residences despidió a más de diez trabajadores originarios de Haití y Cuba, mientras que su directora ejecutiva, Rachel Blumberg, anticipó que perderán hasta 40 empleados debido a la eliminación del Estatus de Protección Temporal.

“Estamos devastados. Su expulsión abrupta es desestabilizante e injusta”, declaró la mujer, quien estimó que deberá aumentar su presupuesto salarial en unos US$600 mil anuales para atraer nuevos trabajadores, costos que inevitablemente repercutirán en los residentes.

Sectores económicos en alerta por falta de mano de obra migrante

La escasez de trabajadores extranjeros amenaza con afectar particularmente a los sectores más dependientes de la migración: agricultura, construcción y hotelería. La situación llegó a tal punto que incluso simpatizantes del Partido Republicano en el sector empresarial presionaron para frenar las redadas migratorias en sus industrias.

El propio Trump ordenó recientemente pausar los operativos en el agro, los hoteles y los restaurantes luego de recibir quejas de líderes industriales preocupados por el impacto de la pérdida de personal.

Esta merma de fuerza laboral podría provocar aumentos en los precios, según advirtieron economistas como Adriana Kugler, gobernadora de la Reserva Federal. Según expuso en un discurso reciente citado por The Washington Post, la disminución de inmigración comenzó a frenar el crecimiento del empleo, lo que podría traducirse en una aceleración inflacionaria hacia finales de este año. No obstante, aclaró que aún no hay pruebas concluyentes de que esto haya elevado los salarios de los trabajadores locales.

 El plan de deportaciones masivas de Trump amenaza con romper un patrón migratorio de medio siglo y provocar un impacto económico profundo, advierten especialistas.  LA NACION