Erviti estuvo en la nómina original de candidatos a quedarse con el puesto y más allá de hablar con muchos otros entrenadores, siempre contó con el visto bueno de Ariel Rojas, Coordinador del Futbol del Pirata.
En diálogo con La Voz, Rojas contó las razones que llevaron a tomar la determinación que generó una reacción negativa en las redes de los socios y simpatizantes del equipo de Alberdi, al punto que hasta hubo un grupo de simpatizantes que decidieron generar una protesta en las inmediaciones del estadio.
–¿Por qué se inclinaron por Walter Erviti?
Fue elegido porque entendemos que es el perfil que mejor se adapta para el proyecto que tiene Belgrano, que es lo más importante de todo: el proyecto. Estamos convencidos que lo que la institución pretende es superior a cualquier nombre y se buscó un perfil que se adapte a eso. Viene para aportar lo suyo a la estructura de trabajo y creemos que es el adecuado después de tomarnos un tiempo para analizar la decisión.
–La resistencia a su nombre es muy fuerte…
Nadie lo ha escuchado hablar ni se ha sentado con él. Todos se basan en los datos duros de las estadísticas. La verdad es que desde que estoy en Belgrano nunca vi una resistencia así, es cierto que no han pasado tantos técnicos, porque veníamos de Guille (Farré) y ahora Juan Cruz (Real). Pero la verdad es que me sorprende, porque no se lo conoce y el argumento de su corta experiencia para mí no es relevante.
–¿Qué se juega Ariel Rojas con esta designación?
Mi trabajo fue analizar muchos entrenadores, poner los informes en la mesa y hacer la devolución, y dar la opinión que corresponde por el lugar que ocupo. Pero después fue consensuado, sé que nos jugamos cosas importantes siempre que tomamos decisiones, por eso quiero un buen 2025 por el bien de Belgrano.
–¿Es consiente que si esta determinación no sale bien, será con quien más se enoje la gente?
Probablemente sí, pero es parte del puesto que me toca ocupar. Pero lo tengo clara y no de ahora, sino desde el momento en que asumí en el rol de director deportivo. Sé que cuando las cosas no salen se mirá al entrenador, a los jugadores y después al director. Pero desde que tome esta posición sé que era así.
–¿Tienes claro que usted posee un alto grado de responsabilidad en lo que se decide?
Lo sé, pero también es cierto que tenemos un presidente que le gusta involucrarse, porque le gusta estar. Aquí respondo a un comité deportivo en el que hay varios directivos. Las decisiones son tomadas todos en conjunto, por ejemplo si hay un refuerzo que una de las partes no está convencida, tratamos de no traerlo.
–¿Es decir que si hay éxito o no, todo se comparte por partes iguales?
Así es. Es algo que se habló, más allá del nombre elegido, que esto es entre todos juntos. Así como en un equipo repartir culpas no corresponde, este que es un trabajo en conjunto no corresponde hacerlo, porque para eso se tuvieron reuniones previas y demás.
–Elegir a Erviti es una apuesta muy fuerte porque no tiene experiencia…
Tiene pocos partidos dirigidos. Tuvo un paso de año y medio por Atlanta (en la Primera Nacional) y cuando tuvimos charlas de cómo le fue, cómo trabajaba y otras cosas, la verdad es que obtuvimos muy buenas referencias del presidente de Atlanta. Más lo que se percibe en cada una de la charlas, uno va sacando conclusiones respecto de sus habilidades para el manejo del grupo, cómo se inserta en la estructura, cómo es en el día a día. Además, note que es un tipo muy abierto a las estructuras que tiene el club para ser parte de ella.
–Es el polo opuesto a lo que era Real…
No quiero entrar en comparaciones. Te cuento lo que me transmitió él y después estará en nosotros como nos vamos a manejar.
–¿Qué enseñanza te dejó el paso de Real?
Desde lo personal le estoy muy agradecido, porque cómo entrenador y yo como jugador, nos sentamos en la cancha y le conté que Luis (Artime) me había propuesto lo de director deportivo y me dijo que decidiera jugar o tomar este nuevo cargo, me apoyaba. Después me mostró que tenía muchos fundamentos en lo que creía o hacía…
–Pero su salida era anunciada…
Él se dio cuenta cuando tuvo unas declaraciones desafortunadas, por el lugar y el momento en que las hizo, que había algo que se rompió, en especial para afuera, porque con el jugador podes charlar, pero con los de afuera ya no. Después está en el jugador en comprender y en el entrenador en tener una postura conciliadora.
–El equipo ya no fue el mismo de ese día en adelante…
Creo que se apretó tanto la rosca, que se llevó a los jugadores al límite y no sé si podían dar más. Se jugaron muchos partidos entre el torneo y la Copa, pero después se entró en ese sube y baja de rendimiento individual que afecta en el colectivo. Y cuando entramos en resultados negativos y las cosas no salen, se notan mucho más.
–Real se fue el 25 de noviembre y demoraron casi un mes en nombrar su reemplazante ¿Qué pasó?
Como gente del fútbol sabemos que muchos clubes teniendo un técnico trabajando, ya hablan con otro ante una factible salida. Nosotros no lo queríamos hacer por una cuestión de que había alguien en el cargo y era una falta de respeto que se hiciera. En nuestra cabeza estaba que habría un interinato si pasaba y decidimos tomarnos este tiempo para adoptar la mejor decisión.
Erviti estuvo en la nómina original de candidatos a quedarse con el puesto y más allá de hablar con muchos otros entrenadores, siempre contó con el visto bueno de Ariel Rojas, Coordinador del Futbol del Pirata.
En diálogo con La Voz, Rojas contó las razones que llevaron a tomar la determinación que generó una reacción negativa en las redes de los socios y simpatizantes del equipo de Alberdi, al punto que hasta hubo un grupo de simpatizantes que decidieron generar una protesta en las inmediaciones del estadio.
–¿Por qué se inclinaron por Walter Erviti?
Fue elegido porque entendemos que es el perfil que mejor se adapta para el proyecto que tiene Belgrano, que es lo más importante de todo: el proyecto. Estamos convencidos que lo que la institución pretende es superior a cualquier nombre y se buscó un perfil que se adapte a eso. Viene para aportar lo suyo a la estructura de trabajo y creemos que es el adecuado después de tomarnos un tiempo para analizar la decisión.
–La resistencia a su nombre es muy fuerte…
Nadie lo ha escuchado hablar ni se ha sentado con él. Todos se basan en los datos duros de las estadísticas. La verdad es que desde que estoy en Belgrano nunca vi una resistencia así, es cierto que no han pasado tantos técnicos, porque veníamos de Guille (Farré) y ahora Juan Cruz (Real). Pero la verdad es que me sorprende, porque no se lo conoce y el argumento de su corta experiencia para mí no es relevante.
–¿Qué se juega Ariel Rojas con esta designación?
Mi trabajo fue analizar muchos entrenadores, poner los informes en la mesa y hacer la devolución, y dar la opinión que corresponde por el lugar que ocupo. Pero después fue consensuado, sé que nos jugamos cosas importantes siempre que tomamos decisiones, por eso quiero un buen 2025 por el bien de Belgrano.
–¿Es consiente que si esta determinación no sale bien, será con quien más se enoje la gente?
Probablemente sí, pero es parte del puesto que me toca ocupar. Pero lo tengo clara y no de ahora, sino desde el momento en que asumí en el rol de director deportivo. Sé que cuando las cosas no salen se mirá al entrenador, a los jugadores y después al director. Pero desde que tome esta posición sé que era así.
–¿Tienes claro que usted posee un alto grado de responsabilidad en lo que se decide?
Lo sé, pero también es cierto que tenemos un presidente que le gusta involucrarse, porque le gusta estar. Aquí respondo a un comité deportivo en el que hay varios directivos. Las decisiones son tomadas todos en conjunto, por ejemplo si hay un refuerzo que una de las partes no está convencida, tratamos de no traerlo.
–¿Es decir que si hay éxito o no, todo se comparte por partes iguales?
Así es. Es algo que se habló, más allá del nombre elegido, que esto es entre todos juntos. Así como en un equipo repartir culpas no corresponde, este que es un trabajo en conjunto no corresponde hacerlo, porque para eso se tuvieron reuniones previas y demás.
–Elegir a Erviti es una apuesta muy fuerte porque no tiene experiencia…
Tiene pocos partidos dirigidos. Tuvo un paso de año y medio por Atlanta (en la Primera Nacional) y cuando tuvimos charlas de cómo le fue, cómo trabajaba y otras cosas, la verdad es que obtuvimos muy buenas referencias del presidente de Atlanta. Más lo que se percibe en cada una de la charlas, uno va sacando conclusiones respecto de sus habilidades para el manejo del grupo, cómo se inserta en la estructura, cómo es en el día a día. Además, note que es un tipo muy abierto a las estructuras que tiene el club para ser parte de ella.
–Es el polo opuesto a lo que era Real…
No quiero entrar en comparaciones. Te cuento lo que me transmitió él y después estará en nosotros como nos vamos a manejar.
–¿Qué enseñanza te dejó el paso de Real?
Desde lo personal le estoy muy agradecido, porque cómo entrenador y yo como jugador, nos sentamos en la cancha y le conté que Luis (Artime) me había propuesto lo de director deportivo y me dijo que decidiera jugar o tomar este nuevo cargo, me apoyaba. Después me mostró que tenía muchos fundamentos en lo que creía o hacía…
–Pero su salida era anunciada…
Él se dio cuenta cuando tuvo unas declaraciones desafortunadas, por el lugar y el momento en que las hizo, que había algo que se rompió, en especial para afuera, porque con el jugador podes charlar, pero con los de afuera ya no. Después está en el jugador en comprender y en el entrenador en tener una postura conciliadora.
–El equipo ya no fue el mismo de ese día en adelante…
Creo que se apretó tanto la rosca, que se llevó a los jugadores al límite y no sé si podían dar más. Se jugaron muchos partidos entre el torneo y la Copa, pero después se entró en ese sube y baja de rendimiento individual que afecta en el colectivo. Y cuando entramos en resultados negativos y las cosas no salen, se notan mucho más.
–Real se fue el 25 de noviembre y demoraron casi un mes en nombrar su reemplazante ¿Qué pasó?
Como gente del fútbol sabemos que muchos clubes teniendo un técnico trabajando, ya hablan con otro ante una factible salida. Nosotros no lo queríamos hacer por una cuestión de que había alguien en el cargo y era una falta de respeto que se hiciera. En nuestra cabeza estaba que habría un interinato si pasaba y decidimos tomarnos este tiempo para adoptar la mejor decisión.
Después de casi un mes de producida la salida de Juan Cruz Real como entrenador de Belgrano, fue anunciado este jueves de manera oficial el ex jugador de Boca: Walter Erviti, como su sucesor.Erviti estuvo en la nómina original de candidatos a quedarse con el puesto y más allá de hablar con muchos otros entrenadores, siempre contó con el visto bueno de Ariel Rojas, Coordinador del Futbol del Pirata.En diálogo con La Voz, Rojas contó las razones que llevaron a tomar la determinación que generó una reacción negativa en las redes de los socios y simpatizantes del equipo de Alberdi, al punto que hasta hubo un grupo de simpatizantes que decidieron generar una protesta en las inmediaciones del estadio.–¿Por qué se inclinaron por Walter Erviti?Fue elegido porque entendemos que es el perfil que mejor se adapta para el proyecto que tiene Belgrano, que es lo más importante de todo: el proyecto. Estamos convencidos que lo que la institución pretende es superior a cualquier nombre y se buscó un perfil que se adapte a eso. Viene para aportar lo suyo a la estructura de trabajo y creemos que es el adecuado después de tomarnos un tiempo para analizar la decisión.–La resistencia a su nombre es muy fuerte…Nadie lo ha escuchado hablar ni se ha sentado con él. Todos se basan en los datos duros de las estadísticas. La verdad es que desde que estoy en Belgrano nunca vi una resistencia así, es cierto que no han pasado tantos técnicos, porque veníamos de Guille (Farré) y ahora Juan Cruz (Real). Pero la verdad es que me sorprende, porque no se lo conoce y el argumento de su corta experiencia para mí no es relevante.–¿Qué se juega Ariel Rojas con esta designación?Mi trabajo fue analizar muchos entrenadores, poner los informes en la mesa y hacer la devolución, y dar la opinión que corresponde por el lugar que ocupo. Pero después fue consensuado, sé que nos jugamos cosas importantes siempre que tomamos decisiones, por eso quiero un buen 2025 por el bien de Belgrano.–¿Es consiente que si esta determinación no sale bien, será con quien más se enoje la gente?Probablemente sí, pero es parte del puesto que me toca ocupar. Pero lo tengo clara y no de ahora, sino desde el momento en que asumí en el rol de director deportivo. Sé que cuando las cosas no salen se mirá al entrenador, a los jugadores y después al director. Pero desde que tome esta posición sé que era así.–¿Tienes claro que usted posee un alto grado de responsabilidad en lo que se decide?Lo sé, pero también es cierto que tenemos un presidente que le gusta involucrarse, porque le gusta estar. Aquí respondo a un comité deportivo en el que hay varios directivos. Las decisiones son tomadas todos en conjunto, por ejemplo si hay un refuerzo que una de las partes no está convencida, tratamos de no traerlo.–¿Es decir que si hay éxito o no, todo se comparte por partes iguales?Así es. Es algo que se habló, más allá del nombre elegido, que esto es entre todos juntos. Así como en un equipo repartir culpas no corresponde, este que es un trabajo en conjunto no corresponde hacerlo, porque para eso se tuvieron reuniones previas y demás.–Elegir a Erviti es una apuesta muy fuerte porque no tiene experiencia…Tiene pocos partidos dirigidos. Tuvo un paso de año y medio por Atlanta (en la Primera Nacional) y cuando tuvimos charlas de cómo le fue, cómo trabajaba y otras cosas, la verdad es que obtuvimos muy buenas referencias del presidente de Atlanta. Más lo que se percibe en cada una de la charlas, uno va sacando conclusiones respecto de sus habilidades para el manejo del grupo, cómo se inserta en la estructura, cómo es en el día a día. Además, note que es un tipo muy abierto a las estructuras que tiene el club para ser parte de ella.–Es el polo opuesto a lo que era Real…No quiero entrar en comparaciones. Te cuento lo que me transmitió él y después estará en nosotros como nos vamos a manejar.–¿Qué enseñanza te dejó el paso de Real?Desde lo personal le estoy muy agradecido, porque cómo entrenador y yo como jugador, nos sentamos en la cancha y le conté que Luis (Artime) me había propuesto lo de director deportivo y me dijo que decidiera jugar o tomar este nuevo cargo, me apoyaba. Después me mostró que tenía muchos fundamentos en lo que creía o hacía…–Pero su salida era anunciada…Él se dio cuenta cuando tuvo unas declaraciones desafortunadas, por el lugar y el momento en que las hizo, que había algo que se rompió, en especial para afuera, porque con el jugador podes charlar, pero con los de afuera ya no. Después está en el jugador en comprender y en el entrenador en tener una postura conciliadora.–El equipo ya no fue el mismo de ese día en adelante…Creo que se apretó tanto la rosca, que se llevó a los jugadores al límite y no sé si podían dar más. Se jugaron muchos partidos entre el torneo y la Copa, pero después se entró en ese sube y baja de rendimiento individual que afecta en el colectivo. Y cuando entramos en resultados negativos y las cosas no salen, se notan mucho más.–Real se fue el 25 de noviembre y demoraron casi un mes en nombrar su reemplazante ¿Qué pasó?Como gente del fútbol sabemos que muchos clubes teniendo un técnico trabajando, ya hablan con otro ante una factible salida. Nosotros no lo queríamos hacer por una cuestión de que había alguien en el cargo y era una falta de respeto que se hiciera. En nuestra cabeza estaba que habría un interinato si pasaba y decidimos tomarnos este tiempo para adoptar la mejor decisión. La Voz