Descubren unas legendarias termas romanas que pasaron desapercibidas 1500 años

España volvió a ser noticia en el ambiente arqueológico tras ser descubiertas las termas romanas de Ilici, conocidas también como Termas Orientales. Fue una estructura de renombre para el bienestar del imperio en la antigua Hispania y que, ahora, arqueólogos de la Universidad de Alicante hallaron en la región de Elche.

Según un comunicado de la casa de altos estudios española, hace ocho años que la expedición se lleva a cabo en el yacimiento de La Alcudia, en el marco del proyecto Patrimonio Virtual-ASTERO.

Tanto Italia, Francia y España, son de los países que más vestigios del Imperio Romano conservan en su superficie. A diario se llevan a cabo excavaciones en diferentes regiones con el fin de sustraer lo que quedó bajo tierra o incluso encontrar nuevos elementos que permitan ampliar el conocimiento de aquella civilización.

Es por ese motivo que los arqueólogos de la Universidad de Alicante emprendieron una expedición en donde se albergó al complejo termal de la vieja ciudad de Iulia Ilici Augusta, con el propósito de documentar los importantes avances en el conocimiento del urbanismo y la ocupación pre-romana del enclave.

De acuerdo a las coordenadas que se expusieron en el artículo científico, el yacimiento de La Alcudia es el testimonio vigente de una colonia de gran relevancia en el sureste peninsular, ubicada entre Carthago Nova (Cartagena) y Valentia (Valencia). La misma tuvo una doble fundación en la segunda mitad del siglo I a. C.: la primera decidida por Julio César y realizada tras su muerte. Y la segunda, de época del emperador Augusto, que repartió tierras a soldados veteranos de las Guerras Cántabras.

El director del proyecto, Jaime Molina Vidal, dijo: “Gracias a este ciclo de ocho años de excavaciones descubrimos uno de los edificios públicos más importantes, las termas orientales de la ciudad, un conjunto de enormes dimensiones, de los mayores conjuntos termales hallados en el ámbito valenciano de la antigua Hispania romana, con un gran lujo, con pavimentos de mosaicos, con unas dimensiones extraordinarias, demostrando el esplendor de la ciudad en esa época, en el siglo II d.C.”.

Las Termas Orientales tienen una extensión de 1300 metros cuadrados. Se construyeron en un momento de auge económico y demográfico de la colonia. El complejo se basó en las existentes en Roma y otras ciudades del Imperio que actualmente comprende a Italia. El sistema funcionaba con una piscina de agua fría -la mayor y mejor conservada de toda Hispania-, una templada y otra caliente. Además, se encuentra una sauna y los vestuarios. Entre los detalles artísticos resaltan unos mosaicos que imitan al mármol y otro con una imagen de vegetales y flores.

Los registro históricos indicaron que para los siglos III d.C y IV d.C las termas entraron en un sucesivo deterioro. Una de las principales causas aparentes fue el descenso poblacional y los problemas económicos. Antes de la debacle del Imperio, se intentaron rescatar, por lo que se redujo parte de la estructura y se restauraron las partes dañadas; sin embargo, en el siglo V d.C sufrieron el abandono definitivo.

Además de las Termas Orientales, los expertos desenterraron 55 metros del tramo de una calle principal que cruzaba la ciudad de Ilici, con su alcantarillado, accesos a edificios y pavimentación. Dicha vía sirve para dimensionar el trazado urbano en la época ibérica hasta la etapa visigoda.

“Ahora comienza una nueva etapa, centrada en la publicación científica de los resultados y en la musealización del conjunto arqueológico, para que la ciudadanía pueda conocer y disfrutar de este patrimonio único”, concluyó Molina.

España volvió a ser noticia en el ambiente arqueológico tras ser descubiertas las termas romanas de Ilici, conocidas también como Termas Orientales. Fue una estructura de renombre para el bienestar del imperio en la antigua Hispania y que, ahora, arqueólogos de la Universidad de Alicante hallaron en la región de Elche.

Según un comunicado de la casa de altos estudios española, hace ocho años que la expedición se lleva a cabo en el yacimiento de La Alcudia, en el marco del proyecto Patrimonio Virtual-ASTERO.

Tanto Italia, Francia y España, son de los países que más vestigios del Imperio Romano conservan en su superficie. A diario se llevan a cabo excavaciones en diferentes regiones con el fin de sustraer lo que quedó bajo tierra o incluso encontrar nuevos elementos que permitan ampliar el conocimiento de aquella civilización.

Es por ese motivo que los arqueólogos de la Universidad de Alicante emprendieron una expedición en donde se albergó al complejo termal de la vieja ciudad de Iulia Ilici Augusta, con el propósito de documentar los importantes avances en el conocimiento del urbanismo y la ocupación pre-romana del enclave.

De acuerdo a las coordenadas que se expusieron en el artículo científico, el yacimiento de La Alcudia es el testimonio vigente de una colonia de gran relevancia en el sureste peninsular, ubicada entre Carthago Nova (Cartagena) y Valentia (Valencia). La misma tuvo una doble fundación en la segunda mitad del siglo I a. C.: la primera decidida por Julio César y realizada tras su muerte. Y la segunda, de época del emperador Augusto, que repartió tierras a soldados veteranos de las Guerras Cántabras.

El director del proyecto, Jaime Molina Vidal, dijo: “Gracias a este ciclo de ocho años de excavaciones descubrimos uno de los edificios públicos más importantes, las termas orientales de la ciudad, un conjunto de enormes dimensiones, de los mayores conjuntos termales hallados en el ámbito valenciano de la antigua Hispania romana, con un gran lujo, con pavimentos de mosaicos, con unas dimensiones extraordinarias, demostrando el esplendor de la ciudad en esa época, en el siglo II d.C.”.

Las Termas Orientales tienen una extensión de 1300 metros cuadrados. Se construyeron en un momento de auge económico y demográfico de la colonia. El complejo se basó en las existentes en Roma y otras ciudades del Imperio que actualmente comprende a Italia. El sistema funcionaba con una piscina de agua fría -la mayor y mejor conservada de toda Hispania-, una templada y otra caliente. Además, se encuentra una sauna y los vestuarios. Entre los detalles artísticos resaltan unos mosaicos que imitan al mármol y otro con una imagen de vegetales y flores.

Los registro históricos indicaron que para los siglos III d.C y IV d.C las termas entraron en un sucesivo deterioro. Una de las principales causas aparentes fue el descenso poblacional y los problemas económicos. Antes de la debacle del Imperio, se intentaron rescatar, por lo que se redujo parte de la estructura y se restauraron las partes dañadas; sin embargo, en el siglo V d.C sufrieron el abandono definitivo.

Además de las Termas Orientales, los expertos desenterraron 55 metros del tramo de una calle principal que cruzaba la ciudad de Ilici, con su alcantarillado, accesos a edificios y pavimentación. Dicha vía sirve para dimensionar el trazado urbano en la época ibérica hasta la etapa visigoda.

“Ahora comienza una nueva etapa, centrada en la publicación científica de los resultados y en la musealización del conjunto arqueológico, para que la ciudadanía pueda conocer y disfrutar de este patrimonio único”, concluyó Molina.

 Tras ocho años de excavaciones, salieron a la luz las majestuosas Termas Orientales de Ilici, testimonio del esplendor urbano y social que vivió la colonia imperial en el siglo II d.C.  LA NACION