Es cordobesa, no la dejaban jugar con varones, fue al Inadi y hoy con 14 años debutó en AFA

La lucha de Martina Raspo por jugar al fútbol “por los puntos” comenzó en el 2019. En el club Tiro Federal de Morteros era integrante de un equipo de varones, pero la Liga Regional de San Francisco no le permitían estar en un partido oficial.

Ahora, casi seis años después y con 14 años, la delantera puede decir que cumplió el primero de sus sueños. Hace unos días fue anunciada como nueva jugadora de Atlético Rafaela, que milita en la Primera B femenina de AFA.

Mucha agua pasó debajo del puente durante este tiempo, atravesado por la pandemia y un reclamo que llegó al INADI. Recibió el apoyo de muchas jugadoras referentes, como Florencia Bonsegundo, Lorena Benítez o Rocío Correa.

Finalmente pudo ser fichada por Tiro Federal, pero la LRSF amenazó con cobrarle multa si decidían poner a Martina en un partido por los puntos. La zurda siempre recibió el apoyo de su familia, quienes encarnaron la lucha para que su hija pueda hacer lo que ama, sin discriminación.

Martina y su historia

En una charla con La Voz, la joven Martina Raspo cuenta cómo vive esta nueva etapa en su corta carrera y lo que aprendió durante todos estos años. Además, reveló sus objetivos en el fútbol, que está claro, es el camino que quiere transitar.

“Luche por jugar por los puntos, en una liga con varones, donde no me dejaban jugar por ser mujer. Me apoyó mucha gente, muchas jugadoras. Sin embargo, a pesar de todo, nunca me dejaron jugar y hasta el día de hoy no se permite”, comenzó contando la jugadora.

“Me acuerdo que cuando me ficharon y tenía que jugar un partido importante, cuando llegué me estaban esperando unos guardias para decirme que no podía entrar a la cancha. Estaba en la lista pero no se me permitía jugar”, recuerda de aquello que tuvo que vivir en el año 2022.

Martina sin embargo no se quedó parada, siguió entrenando y de a poco comenzó a ver cómo la esperaban cosas buenas.

“En el 2022 me llamó Atlético Rafaela para jugar un torneo con ellos, primera vez que lo hacía con chicas. Seguí en Tiro con los varones ese año y en el 2023 me dan a préstamo a Rafaela. En el 2024 ya formé parte del equipo femenino de Tiro Federal y este año volví a Atlético”, contó sobre su paso a paso en el fútbol.

Un paso adelante

Sin embargo, todavía habían muchas cosas buenas por venir. Luego de mucho esfuerzo en la Crema, decidieron que era hora de dar un salto.

“Hasta mitad de año jugaba en la sub 16 y viajaba dos veces por semana a entrenar. Luego de las vacaciones de julio, el entrenador de la primera me invitó a formar parte del plantel que juega en AFA. Ahora viajó tres veces por semana, me lleva mi papá”, contó con orgullo.

“Para mí es un logro muy grande. Sé que hago mucho esfuerzo, voy cansada a la escuela, no falto casi nunca. Siento que me merezco el lugar donde estoy”, resaltó con una convicción rara de ver en una joven de su edad. Pero Martina tiene claro lo que quiere y no mira para atrás.

“Mi primera convocatoria fue para ir a La Plata a jugar con Estudiantes, para experimentar lo que se siente. No me tocó debutar”, comentó. Su presentación con la Crema se dio ante All Boys, el pasado fin de semana, donde ingresó vistiendo la camiseta número 19.

“Estoy entrenando de enganche, o doble enganche”, advirtió.

Por sus apenas 14 años, Martina todavía debe confirmarse con viajar a entrenar y esperar por alguna oportunidad en la que algún club decida darle condiciones para dejar de hacer tanto esfuerzo.

“Mi proyecto es seguir jugando en Atlético. Ellos todavía no quieren darme un lugar en la pensión porque soy muy chica, pero voy a estar ahí hasta que me vea otro club. Si vienen a buscarme, yo me voy, porque tengo pensada cosas importantes para mi vida. Mi sueño es jugar en Boca y en la selección”, expresó con seguridad.

Y es que elegir Boca no es casualidad, ya que su padre es fanático del Xeneize y tanto ella como sus hermanos son homenajes en vida al club. Ella se llama Martina por Palermo, mientras que sus hermanos se llaman Sebastián (por Battaglia), Juan Román (por Riquelme) y Clemente (por Rodríguez).

La delantera no da por sentado todo lo que le pasa y tiene claro que no podría estar donde está sin el apoyo de su familia.

“Yo aprendí a valorar el fútbol, porque antes no me dejaban jugar y ahora estoy en un nivel importante. Sé que pasé por muchas cosas. Con mi familia hacemos mucho esfuerzo. Mi papá que me lleva, mi mamá que a veces me acompaña. Mis hermanos también, porque no es fácil que a veces yo necesito botines y ellos no pueden tener zapatillas nuevas. Sé que no es fácil y por eso lo valoro mucho”, dijo.

En cuanto a lo que le tocó pasar con su lucha, Martina es consciente de lo vivido, pero asegura que ya pasó la página y se enfoca en lo que viene.

“La verdad es que no tengo ningún mensaje. Lo que pasó, quedó en el pasado. Capaz en ese momento que era muy chica, no me sentí bien. Hoy imagino otras cosas para mi vida. Estoy para cosas mucho más grandes que jugar en una liga con varones”, cerró con la misma convicción con la que encara a cualquier defensora.

La lucha de Martina Raspo por jugar al fútbol “por los puntos” comenzó en el 2019. En el club Tiro Federal de Morteros era integrante de un equipo de varones, pero la Liga Regional de San Francisco no le permitían estar en un partido oficial.

Ahora, casi seis años después y con 14 años, la delantera puede decir que cumplió el primero de sus sueños. Hace unos días fue anunciada como nueva jugadora de Atlético Rafaela, que milita en la Primera B femenina de AFA.

Mucha agua pasó debajo del puente durante este tiempo, atravesado por la pandemia y un reclamo que llegó al INADI. Recibió el apoyo de muchas jugadoras referentes, como Florencia Bonsegundo, Lorena Benítez o Rocío Correa.

Finalmente pudo ser fichada por Tiro Federal, pero la LRSF amenazó con cobrarle multa si decidían poner a Martina en un partido por los puntos. La zurda siempre recibió el apoyo de su familia, quienes encarnaron la lucha para que su hija pueda hacer lo que ama, sin discriminación.

Martina y su historia

En una charla con La Voz, la joven Martina Raspo cuenta cómo vive esta nueva etapa en su corta carrera y lo que aprendió durante todos estos años. Además, reveló sus objetivos en el fútbol, que está claro, es el camino que quiere transitar.

“Luche por jugar por los puntos, en una liga con varones, donde no me dejaban jugar por ser mujer. Me apoyó mucha gente, muchas jugadoras. Sin embargo, a pesar de todo, nunca me dejaron jugar y hasta el día de hoy no se permite”, comenzó contando la jugadora.

“Me acuerdo que cuando me ficharon y tenía que jugar un partido importante, cuando llegué me estaban esperando unos guardias para decirme que no podía entrar a la cancha. Estaba en la lista pero no se me permitía jugar”, recuerda de aquello que tuvo que vivir en el año 2022.

Martina sin embargo no se quedó parada, siguió entrenando y de a poco comenzó a ver cómo la esperaban cosas buenas.

“En el 2022 me llamó Atlético Rafaela para jugar un torneo con ellos, primera vez que lo hacía con chicas. Seguí en Tiro con los varones ese año y en el 2023 me dan a préstamo a Rafaela. En el 2024 ya formé parte del equipo femenino de Tiro Federal y este año volví a Atlético”, contó sobre su paso a paso en el fútbol.

Un paso adelante

Sin embargo, todavía habían muchas cosas buenas por venir. Luego de mucho esfuerzo en la Crema, decidieron que era hora de dar un salto.

“Hasta mitad de año jugaba en la sub 16 y viajaba dos veces por semana a entrenar. Luego de las vacaciones de julio, el entrenador de la primera me invitó a formar parte del plantel que juega en AFA. Ahora viajó tres veces por semana, me lleva mi papá”, contó con orgullo.

“Para mí es un logro muy grande. Sé que hago mucho esfuerzo, voy cansada a la escuela, no falto casi nunca. Siento que me merezco el lugar donde estoy”, resaltó con una convicción rara de ver en una joven de su edad. Pero Martina tiene claro lo que quiere y no mira para atrás.

“Mi primera convocatoria fue para ir a La Plata a jugar con Estudiantes, para experimentar lo que se siente. No me tocó debutar”, comentó. Su presentación con la Crema se dio ante All Boys, el pasado fin de semana, donde ingresó vistiendo la camiseta número 19.

“Estoy entrenando de enganche, o doble enganche”, advirtió.

Por sus apenas 14 años, Martina todavía debe confirmarse con viajar a entrenar y esperar por alguna oportunidad en la que algún club decida darle condiciones para dejar de hacer tanto esfuerzo.

“Mi proyecto es seguir jugando en Atlético. Ellos todavía no quieren darme un lugar en la pensión porque soy muy chica, pero voy a estar ahí hasta que me vea otro club. Si vienen a buscarme, yo me voy, porque tengo pensada cosas importantes para mi vida. Mi sueño es jugar en Boca y en la selección”, expresó con seguridad.

Y es que elegir Boca no es casualidad, ya que su padre es fanático del Xeneize y tanto ella como sus hermanos son homenajes en vida al club. Ella se llama Martina por Palermo, mientras que sus hermanos se llaman Sebastián (por Battaglia), Juan Román (por Riquelme) y Clemente (por Rodríguez).

La delantera no da por sentado todo lo que le pasa y tiene claro que no podría estar donde está sin el apoyo de su familia.

“Yo aprendí a valorar el fútbol, porque antes no me dejaban jugar y ahora estoy en un nivel importante. Sé que pasé por muchas cosas. Con mi familia hacemos mucho esfuerzo. Mi papá que me lleva, mi mamá que a veces me acompaña. Mis hermanos también, porque no es fácil que a veces yo necesito botines y ellos no pueden tener zapatillas nuevas. Sé que no es fácil y por eso lo valoro mucho”, dijo.

En cuanto a lo que le tocó pasar con su lucha, Martina es consciente de lo vivido, pero asegura que ya pasó la página y se enfoca en lo que viene.

“La verdad es que no tengo ningún mensaje. Lo que pasó, quedó en el pasado. Capaz en ese momento que era muy chica, no me sentí bien. Hoy imagino otras cosas para mi vida. Estoy para cosas mucho más grandes que jugar en una liga con varones”, cerró con la misma convicción con la que encara a cualquier defensora.

 La lucha de Martina Raspo por jugar al fútbol “por los puntos” comenzó en el 2019. En el club Tiro Federal de Morteros era integrante de un equipo de varones, pero la Liga Regional de San Francisco no le permitían estar en un partido oficial.Ahora, casi seis años después y con 14 años, la delantera puede decir que cumplió el primero de sus sueños. Hace unos días fue anunciada como nueva jugadora de Atlético Rafaela, que milita en la Primera B femenina de AFA.Mucha agua pasó debajo del puente durante este tiempo, atravesado por la pandemia y un reclamo que llegó al INADI. Recibió el apoyo de muchas jugadoras referentes, como Florencia Bonsegundo, Lorena Benítez o Rocío Correa.Finalmente pudo ser fichada por Tiro Federal, pero la LRSF amenazó con cobrarle multa si decidían poner a Martina en un partido por los puntos. La zurda siempre recibió el apoyo de su familia, quienes encarnaron la lucha para que su hija pueda hacer lo que ama, sin discriminación.Martina y su historiaEn una charla con La Voz, la joven Martina Raspo cuenta cómo vive esta nueva etapa en su corta carrera y lo que aprendió durante todos estos años. Además, reveló sus objetivos en el fútbol, que está claro, es el camino que quiere transitar.“Luche por jugar por los puntos, en una liga con varones, donde no me dejaban jugar por ser mujer. Me apoyó mucha gente, muchas jugadoras. Sin embargo, a pesar de todo, nunca me dejaron jugar y hasta el día de hoy no se permite”, comenzó contando la jugadora.“Me acuerdo que cuando me ficharon y tenía que jugar un partido importante, cuando llegué me estaban esperando unos guardias para decirme que no podía entrar a la cancha. Estaba en la lista pero no se me permitía jugar”, recuerda de aquello que tuvo que vivir en el año 2022.Martina sin embargo no se quedó parada, siguió entrenando y de a poco comenzó a ver cómo la esperaban cosas buenas.“En el 2022 me llamó Atlético Rafaela para jugar un torneo con ellos, primera vez que lo hacía con chicas. Seguí en Tiro con los varones ese año y en el 2023 me dan a préstamo a Rafaela. En el 2024 ya formé parte del equipo femenino de Tiro Federal y este año volví a Atlético”, contó sobre su paso a paso en el fútbol.Un paso adelanteSin embargo, todavía habían muchas cosas buenas por venir. Luego de mucho esfuerzo en la Crema, decidieron que era hora de dar un salto.“Hasta mitad de año jugaba en la sub 16 y viajaba dos veces por semana a entrenar. Luego de las vacaciones de julio, el entrenador de la primera me invitó a formar parte del plantel que juega en AFA. Ahora viajó tres veces por semana, me lleva mi papá”, contó con orgullo. View this post on Instagram A post shared by Atlético de Rafaela Femenino (@atleticoderafaelafem)“Para mí es un logro muy grande. Sé que hago mucho esfuerzo, voy cansada a la escuela, no falto casi nunca. Siento que me merezco el lugar donde estoy”, resaltó con una convicción rara de ver en una joven de su edad. Pero Martina tiene claro lo que quiere y no mira para atrás.“Mi primera convocatoria fue para ir a La Plata a jugar con Estudiantes, para experimentar lo que se siente. No me tocó debutar”, comentó. Su presentación con la Crema se dio ante All Boys, el pasado fin de semana, donde ingresó vistiendo la camiseta número 19.“Estoy entrenando de enganche, o doble enganche”, advirtió.Por sus apenas 14 años, Martina todavía debe confirmarse con viajar a entrenar y esperar por alguna oportunidad en la que algún club decida darle condiciones para dejar de hacer tanto esfuerzo.“Mi proyecto es seguir jugando en Atlético. Ellos todavía no quieren darme un lugar en la pensión porque soy muy chica, pero voy a estar ahí hasta que me vea otro club. Si vienen a buscarme, yo me voy, porque tengo pensada cosas importantes para mi vida. Mi sueño es jugar en Boca y en la selección”, expresó con seguridad.Y es que elegir Boca no es casualidad, ya que su padre es fanático del Xeneize y tanto ella como sus hermanos son homenajes en vida al club. Ella se llama Martina por Palermo, mientras que sus hermanos se llaman Sebastián (por Battaglia), Juan Román (por Riquelme) y Clemente (por Rodríguez).La delantera no da por sentado todo lo que le pasa y tiene claro que no podría estar donde está sin el apoyo de su familia.“Yo aprendí a valorar el fútbol, porque antes no me dejaban jugar y ahora estoy en un nivel importante. Sé que pasé por muchas cosas. Con mi familia hacemos mucho esfuerzo. Mi papá que me lleva, mi mamá que a veces me acompaña. Mis hermanos también, porque no es fácil que a veces yo necesito botines y ellos no pueden tener zapatillas nuevas. Sé que no es fácil y por eso lo valoro mucho”, dijo.En cuanto a lo que le tocó pasar con su lucha, Martina es consciente de lo vivido, pero asegura que ya pasó la página y se enfoca en lo que viene.“La verdad es que no tengo ningún mensaje. Lo que pasó, quedó en el pasado. Capaz en ese momento que era muy chica, no me sentí bien. Hoy imagino otras cosas para mi vida. Estoy para cosas mucho más grandes que jugar en una liga con varones”, cerró con la misma convicción con la que encara a cualquier defensora.  La Voz