Instituto dio vuelta de página y ya piensa en Unión

Sensaciones cruzadas. Así quedó Alta Córdoba después de la tarde de domingo. Pasó Platense, pasó un partido con trama de película y un final que dejó a más de uno masticando bronca. “Supimos cuándo jugar y cuándo defender”, dijo Requena.

Porque en el primer tiempo, Instituto fue una versión que hasta ahora no se había visto en este torneo. Fue profundo, punzante, ambicioso. Metió dos tiros en el palo, uno en el travesaño, marcó un gol y obligó al arquero rival a revolcarse varias veces. Había electricidad en cada ataque.

Varios nombres propios tuvieron su mejor tarde en lo que va del Clausura. Damián Puebla, por ejemplo, jugó más cerca del área que de la línea de cal. Y ahí se vio su mejor cara: encarador, con gol y siempre peligroso. Stefano Moreyra fue otra de las llaves: apareció en todos lados, como si en vez de dos, tuviera tres pulmones.

El paraguayo Manuel Romero, hasta aquí, es el refuerzo que mejor se acomodó. De sus pies nació la jugada del gol albirrojo. Atrás, Fernando Alarcón y Gonzalo Requena ofrecieron solvencia y firmeza, complementándose como si jugaran juntos desde hace años.

Requena, nacido en San Francisco, contó después: “En lo personal me vengo sintiendo bien, gracias a Dios estoy jugando. Y si no lo estoy, apoyo al equipo desde donde me toque”.

Y sobre el desarrollo agregó: “Fue muy intenso todo ante Platense. Sabíamos que iba a ser un partido complicado, se nos vinieron en el segundo tiempo cuando pensamos que lo teníamos controlado. Supimos cuándo jugar y cuándo defender. Al final nos costó y nos vamos con esa bronca de no haber podido mantener el triunfo”.

No hubo excusas, pero sí un dato que quedó flotando: la mano de Ignacio Schor antes del gol visitante. “Vi la repetición, la verdad que no quiero opinar”, dijo el defensor. Y ese silencio sonó más fuerte que cualquier declaración.

Instituto se fue con un punto y la certeza de que hay material para ilusionarse. Pero también con la advertencia de que en este fútbol, cuando no lo liquidás, te pueden dejar sin postre. Y Platense, este domingo, se llevó la última cucharada.

Por otra parte, el plantel se entrenará este lunes con la mira puesta en lo que será el partido de este domingo a las 19 ante Unión de Santa Fe.

Por la quinta fecha la Gloria volverá a jugar en Alta Córdoba con la idea de ganar para acomodarse mejor en todas las tablas.

Si lo desea, el DT Daniel Oldrá podrá contar con Francis Mac Allister, que ya cumplió con su sanción por la roja ante River.

Posiciones en la Liga Profesional

Sensaciones cruzadas. Así quedó Alta Córdoba después de la tarde de domingo. Pasó Platense, pasó un partido con trama de película y un final que dejó a más de uno masticando bronca. “Supimos cuándo jugar y cuándo defender”, dijo Requena.

Porque en el primer tiempo, Instituto fue una versión que hasta ahora no se había visto en este torneo. Fue profundo, punzante, ambicioso. Metió dos tiros en el palo, uno en el travesaño, marcó un gol y obligó al arquero rival a revolcarse varias veces. Había electricidad en cada ataque.

Varios nombres propios tuvieron su mejor tarde en lo que va del Clausura. Damián Puebla, por ejemplo, jugó más cerca del área que de la línea de cal. Y ahí se vio su mejor cara: encarador, con gol y siempre peligroso. Stefano Moreyra fue otra de las llaves: apareció en todos lados, como si en vez de dos, tuviera tres pulmones.

El paraguayo Manuel Romero, hasta aquí, es el refuerzo que mejor se acomodó. De sus pies nació la jugada del gol albirrojo. Atrás, Fernando Alarcón y Gonzalo Requena ofrecieron solvencia y firmeza, complementándose como si jugaran juntos desde hace años.

Requena, nacido en San Francisco, contó después: “En lo personal me vengo sintiendo bien, gracias a Dios estoy jugando. Y si no lo estoy, apoyo al equipo desde donde me toque”.

Y sobre el desarrollo agregó: “Fue muy intenso todo ante Platense. Sabíamos que iba a ser un partido complicado, se nos vinieron en el segundo tiempo cuando pensamos que lo teníamos controlado. Supimos cuándo jugar y cuándo defender. Al final nos costó y nos vamos con esa bronca de no haber podido mantener el triunfo”.

No hubo excusas, pero sí un dato que quedó flotando: la mano de Ignacio Schor antes del gol visitante. “Vi la repetición, la verdad que no quiero opinar”, dijo el defensor. Y ese silencio sonó más fuerte que cualquier declaración.

Instituto se fue con un punto y la certeza de que hay material para ilusionarse. Pero también con la advertencia de que en este fútbol, cuando no lo liquidás, te pueden dejar sin postre. Y Platense, este domingo, se llevó la última cucharada.

Por otra parte, el plantel se entrenará este lunes con la mira puesta en lo que será el partido de este domingo a las 19 ante Unión de Santa Fe.

Por la quinta fecha la Gloria volverá a jugar en Alta Córdoba con la idea de ganar para acomodarse mejor en todas las tablas.

Si lo desea, el DT Daniel Oldrá podrá contar con Francis Mac Allister, que ya cumplió con su sanción por la roja ante River.

Posiciones en la Liga Profesional

 Sensaciones cruzadas. Así quedó Alta Córdoba después de la tarde de domingo. Pasó Platense, pasó un partido con trama de película y un final que dejó a más de uno masticando bronca. “Supimos cuándo jugar y cuándo defender”, dijo Requena. Porque en el primer tiempo, Instituto fue una versión que hasta ahora no se había visto en este torneo. Fue profundo, punzante, ambicioso. Metió dos tiros en el palo, uno en el travesaño, marcó un gol y obligó al arquero rival a revolcarse varias veces. Había electricidad en cada ataque.Varios nombres propios tuvieron su mejor tarde en lo que va del Clausura. Damián Puebla, por ejemplo, jugó más cerca del área que de la línea de cal. Y ahí se vio su mejor cara: encarador, con gol y siempre peligroso. Stefano Moreyra fue otra de las llaves: apareció en todos lados, como si en vez de dos, tuviera tres pulmones.El paraguayo Manuel Romero, hasta aquí, es el refuerzo que mejor se acomodó. De sus pies nació la jugada del gol albirrojo. Atrás, Fernando Alarcón y Gonzalo Requena ofrecieron solvencia y firmeza, complementándose como si jugaran juntos desde hace años.Requena, nacido en San Francisco, contó después: “En lo personal me vengo sintiendo bien, gracias a Dios estoy jugando. Y si no lo estoy, apoyo al equipo desde donde me toque”. Y sobre el desarrollo agregó: “Fue muy intenso todo ante Platense. Sabíamos que iba a ser un partido complicado, se nos vinieron en el segundo tiempo cuando pensamos que lo teníamos controlado. Supimos cuándo jugar y cuándo defender. Al final nos costó y nos vamos con esa bronca de no haber podido mantener el triunfo”.No hubo excusas, pero sí un dato que quedó flotando: la mano de Ignacio Schor antes del gol visitante. “Vi la repetición, la verdad que no quiero opinar”, dijo el defensor. Y ese silencio sonó más fuerte que cualquier declaración.Instituto se fue con un punto y la certeza de que hay material para ilusionarse. Pero también con la advertencia de que en este fútbol, cuando no lo liquidás, te pueden dejar sin postre. Y Platense, este domingo, se llevó la última cucharada.Por otra parte, el plantel se entrenará este lunes con la mira puesta en lo que será el partido de este domingo a las 19 ante Unión de Santa Fe.Por la quinta fecha la Gloria volverá a jugar en Alta Córdoba con la idea de ganar para acomodarse mejor en todas las tablas.Si lo desea, el DT Daniel Oldrá podrá contar con Francis Mac Allister, que ya cumplió con su sanción por la roja ante River. Posiciones en la Liga Profesional  La Voz