Franco Jara sabe de silencios. De esos que se estiran cuando el gol no llega. También sabe lo que es empujar desde atrás, con los minutos contados y la mira torcida. Pero en Belgrano, después de un arranque con más dudas que certezas, Jara volvió a encontrarse con su viejo amor: el gol. Y en 2025, ese romance todavía sigue firme.
Este viernes, en Rosario, el delantero nacido en Villa Nueva marcó el primero en la victoria por 2 a 0 ante Independiente, por los octavos de la Copa Argentina.
Un cabezazo de manual, de esos que valen por el gesto técnico y por la historia que lo sostiene. Porque no fue un gol más: con ese grito, Jara llegó a los 25 tantos con la camiseta del Pirata y se metió entre los 10 máximos artilleros del club en torneos de AFA.
Por ahora, comparte ese lugar con otro ilustre de Alberdi: Matías Suárez. Y en el podio aparecen apellidos que son leyenda: Luis Artime (94), Pablo Vegetti (63) y Abel Darío Blasón (58), entre otros.
Jara no la tenía fácil en estos días. Venía de una molestia física que lo tuvo entre algodones hasta último momento. Pero no se lo quiso perder. “Trato de dejar la vida por esto. Es lo que amo y me gusta jugar todos los partidos”, contó después del triunfo. “Era un momento en el que me tenía que recuperar como sea para tratar de ayudar al equipo. Y pude estar”.
No sólo estuvo: abrió el partido. Rompió el cero. Y se dio un gusto con sabor a cargada interna. “Los compañeros me tratan de viejo”, bromeó entre risas. Y explicó el festejo rengueando tras el gol: “Fue más un chiste que otra cosa”.
Jara, que surgió en Arsenal y que pasó por Benfica, Granada, San Lorenzo, Estudiantes, Olympiacos, Pachuca (donde fue goleador histórico), Dallas y la selección argentina de Diego Maradona, ya suma 143 goles en su carrera profesional. Pero este presente en Belgrano tiene otro color. Porque cada vez que se acomoda en el área, deja la sensación de que algo puede pasar.
Y porque cuando la pelota va al fondo de la red, también se escucha una historia que no se rinde.
Franco Jara sabe de silencios. De esos que se estiran cuando el gol no llega. También sabe lo que es empujar desde atrás, con los minutos contados y la mira torcida. Pero en Belgrano, después de un arranque con más dudas que certezas, Jara volvió a encontrarse con su viejo amor: el gol. Y en 2025, ese romance todavía sigue firme.
Este viernes, en Rosario, el delantero nacido en Villa Nueva marcó el primero en la victoria por 2 a 0 ante Independiente, por los octavos de la Copa Argentina.
Un cabezazo de manual, de esos que valen por el gesto técnico y por la historia que lo sostiene. Porque no fue un gol más: con ese grito, Jara llegó a los 25 tantos con la camiseta del Pirata y se metió entre los 10 máximos artilleros del club en torneos de AFA.
Por ahora, comparte ese lugar con otro ilustre de Alberdi: Matías Suárez. Y en el podio aparecen apellidos que son leyenda: Luis Artime (94), Pablo Vegetti (63) y Abel Darío Blasón (58), entre otros.
Jara no la tenía fácil en estos días. Venía de una molestia física que lo tuvo entre algodones hasta último momento. Pero no se lo quiso perder. “Trato de dejar la vida por esto. Es lo que amo y me gusta jugar todos los partidos”, contó después del triunfo. “Era un momento en el que me tenía que recuperar como sea para tratar de ayudar al equipo. Y pude estar”.
No sólo estuvo: abrió el partido. Rompió el cero. Y se dio un gusto con sabor a cargada interna. “Los compañeros me tratan de viejo”, bromeó entre risas. Y explicó el festejo rengueando tras el gol: “Fue más un chiste que otra cosa”.
Jara, que surgió en Arsenal y que pasó por Benfica, Granada, San Lorenzo, Estudiantes, Olympiacos, Pachuca (donde fue goleador histórico), Dallas y la selección argentina de Diego Maradona, ya suma 143 goles en su carrera profesional. Pero este presente en Belgrano tiene otro color. Porque cada vez que se acomoda en el área, deja la sensación de que algo puede pasar.
Y porque cuando la pelota va al fondo de la red, también se escucha una historia que no se rinde.
Franco Jara sabe de silencios. De esos que se estiran cuando el gol no llega. También sabe lo que es empujar desde atrás, con los minutos contados y la mira torcida. Pero en Belgrano, después de un arranque con más dudas que certezas, Jara volvió a encontrarse con su viejo amor: el gol. Y en 2025, ese romance todavía sigue firme.Este viernes, en Rosario, el delantero nacido en Villa Nueva marcó el primero en la victoria por 2 a 0 ante Independiente, por los octavos de la Copa Argentina. Un cabezazo de manual, de esos que valen por el gesto técnico y por la historia que lo sostiene. Porque no fue un gol más: con ese grito, Jara llegó a los 25 tantos con la camiseta del Pirata y se metió entre los 10 máximos artilleros del club en torneos de AFA.Por ahora, comparte ese lugar con otro ilustre de Alberdi: Matías Suárez. Y en el podio aparecen apellidos que son leyenda: Luis Artime (94), Pablo Vegetti (63) y Abel Darío Blasón (58), entre otros.Jara no la tenía fácil en estos días. Venía de una molestia física que lo tuvo entre algodones hasta último momento. Pero no se lo quiso perder. “Trato de dejar la vida por esto. Es lo que amo y me gusta jugar todos los partidos”, contó después del triunfo. “Era un momento en el que me tenía que recuperar como sea para tratar de ayudar al equipo. Y pude estar”.No sólo estuvo: abrió el partido. Rompió el cero. Y se dio un gusto con sabor a cargada interna. “Los compañeros me tratan de viejo”, bromeó entre risas. Y explicó el festejo rengueando tras el gol: “Fue más un chiste que otra cosa”.Jara, que surgió en Arsenal y que pasó por Benfica, Granada, San Lorenzo, Estudiantes, Olympiacos, Pachuca (donde fue goleador histórico), Dallas y la selección argentina de Diego Maradona, ya suma 143 goles en su carrera profesional. Pero este presente en Belgrano tiene otro color. Porque cada vez que se acomoda en el área, deja la sensación de que algo puede pasar.Y porque cuando la pelota va al fondo de la red, también se escucha una historia que no se rinde. La Voz