La angustia de un sargento latino que vive Texas: su esposa será deportada y quedará solo con un bebé

Ayssac Correa, un sargento del Ejército estadounidense de 25 años, enfrenta uno de los momentos más difíciles de su vida. Su esposa, Shirly Guardado, fue detenida por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) hace dos meses y está a punto de ser deportada a Honduras. “Me quedé solo con mi bebé, es difícil, nunca imaginé que esto podía pasar”, lamentó el joven.

Engañada cuando iba al trabajo: así detuvo ICE a la esposa del sargento Correa

El 13 de marzo, Guardado fue arrestada en su trabajo, en Texas. Según explicó Correa a Telemundo, la última vez que la vio estaba apurada porque no quería llegar tarde a su empleo: “Se bañó, me dio un beso y se fue”. Minutos después, relató, su esposa lo llamó para decirle que agentes del ICE la habían engañado y detenido. En ese momento, comenzó la pesadilla para este matrimonio y su pequeño hijo, de diez meses.

Los oficiales se presentaron disfrazados de agentes de tránsito, le informaron a Shirly que estaba involucrada en un accidente y la sacaron del edificio donde trabajaba, en Houston, sin mostrar una orden de arresto. “Todo fue una mentira para que saliera del edificio”, sostuvo Correa.

El sargento señaló que como su esposa estaba segura de su inocencia, “salió a la calle y ahí la arrestaron”. Desde entonces, su familia quedó dividida. Ella en el Centro de Procesamiento de Montgomery, Texas, bajo una orden de deportación expedita que podría concretarse en cualquier momento; y él, a cargo de su hijo.

“Solo la he podido ver tras un cristal en la sala de visitas”, lamentó. Además, el militar comentó que la última vez que Shirly tuvo contacto con su bebé fue a través de una videollamada.

La historia de Shirly Guardado: llegó a EE.UU. cuando era adolescente y buscaba regularizar su situación

Guardado, oriunda de Honduras, llegó a Estados Unidos cuando tenía 16 años. Aunque ingresó de forma irregular, tras casarse con Correa, un militar activo, buscó regularizar su situación.

Su esposo la reclamó como cónyuge militar y le otorgaron el ajuste de sus estatus mediante el Permiso de Libertad Condicional Militar (PIP, por sus siglas en inglés), que protege de la deportación a familiares inmediatos de militares, mientras regularizan su estatus.

En febrero, un mes antes de su detención, había tenido una audiencia en Inmigración. “Estábamos en el último paso”, afirmó el sargento. A su vez, agregó que su esposa no merece estar en esta situación. “Ella ha sido una ciudadana ejemplar. Nunca tuvo una multa de tráfico. Su único ‘crimen’ fue cruzar la frontera siendo menor de edad”, lamentó.

La angustia por la detención de su esposa y el “plan” si la deportan

Mientras Shirly está detenida, Correa quedó solo para cuidar a su bebé, quien siente la falta de su madre. “No duerme tan bien porque está acostumbrado a dormir en la cuna junto a mi esposa y a mí”, le dijo a AFP.

Como él continúa de servicio en el Ejército, y no puede dejar de trabajar para ocuparse del pequeño, la familia de su mujer lo ayuda. Sin embargo, tras más de dos meses separados y con la posibilidad de que sea deportada en breve, Correa ya estudia qué hacer en caso de que la expulsión de Guardado se concrete.

“Si la llegan a deportar, mandaría a mi hijo con ella y cuando termine mi contrato me iría” de Estados Unidos, afirmó. Según dijo, a medida que pasa el tiempo, las posibilidades de que su esposa permanezca en Estados Unidos se desvanecen. También su abogado, Martin Reza, cree que la deportación de Shirly se aproxima, ya que agotó todos los recursos legales, sin éxito.

Otros casos similares y el enojo del sargento: “Separan a nuestras familias”

Correa denunció que el caso de su familia no es aislado. Según aseguró, la policía migratoria hizo más detenciones en instalaciones militares o en sus alrededores. “ICE ha entrado en bases militares y ha sacado a esposas de compañeros”, dijo. “Me pone mal porque se supone que nosotros estamos sacrificándonos para proteger a Estados Unidos y se meten a nuestras casas y separan a nuestras familias”, concluyó.

Ayssac Correa, un sargento del Ejército estadounidense de 25 años, enfrenta uno de los momentos más difíciles de su vida. Su esposa, Shirly Guardado, fue detenida por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) hace dos meses y está a punto de ser deportada a Honduras. “Me quedé solo con mi bebé, es difícil, nunca imaginé que esto podía pasar”, lamentó el joven.

Engañada cuando iba al trabajo: así detuvo ICE a la esposa del sargento Correa

El 13 de marzo, Guardado fue arrestada en su trabajo, en Texas. Según explicó Correa a Telemundo, la última vez que la vio estaba apurada porque no quería llegar tarde a su empleo: “Se bañó, me dio un beso y se fue”. Minutos después, relató, su esposa lo llamó para decirle que agentes del ICE la habían engañado y detenido. En ese momento, comenzó la pesadilla para este matrimonio y su pequeño hijo, de diez meses.

Los oficiales se presentaron disfrazados de agentes de tránsito, le informaron a Shirly que estaba involucrada en un accidente y la sacaron del edificio donde trabajaba, en Houston, sin mostrar una orden de arresto. “Todo fue una mentira para que saliera del edificio”, sostuvo Correa.

El sargento señaló que como su esposa estaba segura de su inocencia, “salió a la calle y ahí la arrestaron”. Desde entonces, su familia quedó dividida. Ella en el Centro de Procesamiento de Montgomery, Texas, bajo una orden de deportación expedita que podría concretarse en cualquier momento; y él, a cargo de su hijo.

“Solo la he podido ver tras un cristal en la sala de visitas”, lamentó. Además, el militar comentó que la última vez que Shirly tuvo contacto con su bebé fue a través de una videollamada.

La historia de Shirly Guardado: llegó a EE.UU. cuando era adolescente y buscaba regularizar su situación

Guardado, oriunda de Honduras, llegó a Estados Unidos cuando tenía 16 años. Aunque ingresó de forma irregular, tras casarse con Correa, un militar activo, buscó regularizar su situación.

Su esposo la reclamó como cónyuge militar y le otorgaron el ajuste de sus estatus mediante el Permiso de Libertad Condicional Militar (PIP, por sus siglas en inglés), que protege de la deportación a familiares inmediatos de militares, mientras regularizan su estatus.

En febrero, un mes antes de su detención, había tenido una audiencia en Inmigración. “Estábamos en el último paso”, afirmó el sargento. A su vez, agregó que su esposa no merece estar en esta situación. “Ella ha sido una ciudadana ejemplar. Nunca tuvo una multa de tráfico. Su único ‘crimen’ fue cruzar la frontera siendo menor de edad”, lamentó.

La angustia por la detención de su esposa y el “plan” si la deportan

Mientras Shirly está detenida, Correa quedó solo para cuidar a su bebé, quien siente la falta de su madre. “No duerme tan bien porque está acostumbrado a dormir en la cuna junto a mi esposa y a mí”, le dijo a AFP.

Como él continúa de servicio en el Ejército, y no puede dejar de trabajar para ocuparse del pequeño, la familia de su mujer lo ayuda. Sin embargo, tras más de dos meses separados y con la posibilidad de que sea deportada en breve, Correa ya estudia qué hacer en caso de que la expulsión de Guardado se concrete.

“Si la llegan a deportar, mandaría a mi hijo con ella y cuando termine mi contrato me iría” de Estados Unidos, afirmó. Según dijo, a medida que pasa el tiempo, las posibilidades de que su esposa permanezca en Estados Unidos se desvanecen. También su abogado, Martin Reza, cree que la deportación de Shirly se aproxima, ya que agotó todos los recursos legales, sin éxito.

Otros casos similares y el enojo del sargento: “Separan a nuestras familias”

Correa denunció que el caso de su familia no es aislado. Según aseguró, la policía migratoria hizo más detenciones en instalaciones militares o en sus alrededores. “ICE ha entrado en bases militares y ha sacado a esposas de compañeros”, dijo. “Me pone mal porque se supone que nosotros estamos sacrificándonos para proteger a Estados Unidos y se meten a nuestras casas y separan a nuestras familias”, concluyó.

 Un sargento latino de EE.UU. denuncia que ICE detuvo a su esposa, quien ahora será deportada a Honduras. Él quedará solo con su bebé si la expulsan.  LA NACION

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