Más allá de las polémicas que marcan su vida personal, Mauro Icardi construyó una carrera destacada gracias a su capacidad goleadora. A sus 32 años, el delantero rosarino brilló con las camisetas de la Sampdoria, el Inter de Milán y el Galatasaray, entre otros equipos.
En sus comienzos, Icardi tuvo un breve paso por La Masía, la prestigiosa cantera del FC Barcelona. Allí conoció a Maxi López, quien luego sería clave en su vínculo con Wanda Nara. Si bien su estilo no encajó del todo con el juego de la academia catalana, sus goles lo llevaron a emigrar al fútbol italiano.
En ese contexto, uno de sus excompañeros en La Masía, el defensor Sergi Gómez, recordó una anécdota sorprendente de aquella etapa. En diálogo con el medio Post United, Gómez relató una escena que, según él, pinta de cuerpo entero al joven Icardi.
Sergi Gómez coincidió con Mauro Icardi cuando el jugador del Galatasaray llegó a La Masia del Barça.
Lo que cuenta aquí para Post United no tiene ningún tipo de sentido. pic.twitter.com/Rxe7OoLQdA
— Albert Ortega (@AlbertOrtegaES1) August 4, 2025
“Yo tengo una historia que para mí es la mejor con Mauro Icardi. Llegó a La Masía y fuimos compañeros durante tres o cuatro temporadas. Una de ellas vivimos juntos en un departamento con Marc Muniesa y Sergi Roberto. Éramos cuatro”, contó.
Todo comenzó cuando Icardi le propuso salir a un parque cercano a la residencia. “Me dice: ‘Sergi, vamos al parque de al lado’. Justo al lado de La Masía hay un parque con árboles muy altos”, relató Gómez.
Pero lo que parecía una simple caminata se transformó en una escena insólita. “Veo que el tipo trae una madera que había cortado el día anterior, en forma de Y. Le pone una goma dura… se hizo un tirachinas (gomera) casero. Fue a la ferretería a comprar la goma y todo”, explicó.
El objetivo de Mauro no era menor. Le señaló un árbol de más de 20 metros de altura y le dijo: “¿Ves allá arriba?”. Gómez pensó que se refería a una piña, pero Icardi apuntaba más alto: había divisado un palomo apenas visible.
“Agarró una piedra, apuntó y… ¡Plas! Cae un palomo desde arriba. Nos fuimos a La Masía, le sacó las plumas, las piedras del cuello, abrió una percha de alambre, la pasó por dentro, encendió una hoguera, lo cocinó y se lo comió delante mío. Ahí dije: ‘La que me espera de acá en adelante’”, contó entre risas.
“Mató una paloma, la cocinó y se la comió. A Mauro Icardi le tengo un gran cariño. Compartimos muchas cosas y si ve esto, sabe que lo recuerdo con aprecio”, cerró Gómez.
Icardi llegó a La Masía proveniente del Vecindario y jugó tres temporadas en el club catalán, hasta alcanzar el Juvenil A. Luego dio el salto a la Sampdoria, que pagó 400.000 euros por su ficha. Más tarde vinieron el PSG, el Inter, el Galatasaray, 12 títulos y 234 goles oficiales.
Más allá de las polémicas que marcan su vida personal, Mauro Icardi construyó una carrera destacada gracias a su capacidad goleadora. A sus 32 años, el delantero rosarino brilló con las camisetas de la Sampdoria, el Inter de Milán y el Galatasaray, entre otros equipos.
En sus comienzos, Icardi tuvo un breve paso por La Masía, la prestigiosa cantera del FC Barcelona. Allí conoció a Maxi López, quien luego sería clave en su vínculo con Wanda Nara. Si bien su estilo no encajó del todo con el juego de la academia catalana, sus goles lo llevaron a emigrar al fútbol italiano.
En ese contexto, uno de sus excompañeros en La Masía, el defensor Sergi Gómez, recordó una anécdota sorprendente de aquella etapa. En diálogo con el medio Post United, Gómez relató una escena que, según él, pinta de cuerpo entero al joven Icardi.
Sergi Gómez coincidió con Mauro Icardi cuando el jugador del Galatasaray llegó a La Masia del Barça.
Lo que cuenta aquí para Post United no tiene ningún tipo de sentido. pic.twitter.com/Rxe7OoLQdA
— Albert Ortega (@AlbertOrtegaES1) August 4, 2025
“Yo tengo una historia que para mí es la mejor con Mauro Icardi. Llegó a La Masía y fuimos compañeros durante tres o cuatro temporadas. Una de ellas vivimos juntos en un departamento con Marc Muniesa y Sergi Roberto. Éramos cuatro”, contó.
Todo comenzó cuando Icardi le propuso salir a un parque cercano a la residencia. “Me dice: ‘Sergi, vamos al parque de al lado’. Justo al lado de La Masía hay un parque con árboles muy altos”, relató Gómez.
Pero lo que parecía una simple caminata se transformó en una escena insólita. “Veo que el tipo trae una madera que había cortado el día anterior, en forma de Y. Le pone una goma dura… se hizo un tirachinas (gomera) casero. Fue a la ferretería a comprar la goma y todo”, explicó.
El objetivo de Mauro no era menor. Le señaló un árbol de más de 20 metros de altura y le dijo: “¿Ves allá arriba?”. Gómez pensó que se refería a una piña, pero Icardi apuntaba más alto: había divisado un palomo apenas visible.
“Agarró una piedra, apuntó y… ¡Plas! Cae un palomo desde arriba. Nos fuimos a La Masía, le sacó las plumas, las piedras del cuello, abrió una percha de alambre, la pasó por dentro, encendió una hoguera, lo cocinó y se lo comió delante mío. Ahí dije: ‘La que me espera de acá en adelante’”, contó entre risas.
“Mató una paloma, la cocinó y se la comió. A Mauro Icardi le tengo un gran cariño. Compartimos muchas cosas y si ve esto, sabe que lo recuerdo con aprecio”, cerró Gómez.
Icardi llegó a La Masía proveniente del Vecindario y jugó tres temporadas en el club catalán, hasta alcanzar el Juvenil A. Luego dio el salto a la Sampdoria, que pagó 400.000 euros por su ficha. Más tarde vinieron el PSG, el Inter, el Galatasaray, 12 títulos y 234 goles oficiales.
Más allá de las polémicas que marcan su vida personal, Mauro Icardi construyó una carrera destacada gracias a su capacidad goleadora. A sus 32 años, el delantero rosarino brilló con las camisetas de la Sampdoria, el Inter de Milán y el Galatasaray, entre otros equipos.En sus comienzos, Icardi tuvo un breve paso por La Masía, la prestigiosa cantera del FC Barcelona. Allí conoció a Maxi López, quien luego sería clave en su vínculo con Wanda Nara. Si bien su estilo no encajó del todo con el juego de la academia catalana, sus goles lo llevaron a emigrar al fútbol italiano.En ese contexto, uno de sus excompañeros en La Masía, el defensor Sergi Gómez, recordó una anécdota sorprendente de aquella etapa. En diálogo con el medio Post United, Gómez relató una escena que, según él, pinta de cuerpo entero al joven Icardi.Sergi Gómez coincidió con Mauro Icardi cuando el jugador del Galatasaray llegó a La Masia del Barça.Lo que cuenta aquí para Post United no tiene ningún tipo de sentido. pic.twitter.com/Rxe7OoLQdA— Albert Ortega (@AlbertOrtegaES1) August 4, 2025“Yo tengo una historia que para mí es la mejor con Mauro Icardi. Llegó a La Masía y fuimos compañeros durante tres o cuatro temporadas. Una de ellas vivimos juntos en un departamento con Marc Muniesa y Sergi Roberto. Éramos cuatro”, contó.Todo comenzó cuando Icardi le propuso salir a un parque cercano a la residencia. “Me dice: ‘Sergi, vamos al parque de al lado’. Justo al lado de La Masía hay un parque con árboles muy altos”, relató Gómez.Pero lo que parecía una simple caminata se transformó en una escena insólita. “Veo que el tipo trae una madera que había cortado el día anterior, en forma de Y. Le pone una goma dura… se hizo un tirachinas (gomera) casero. Fue a la ferretería a comprar la goma y todo”, explicó.El objetivo de Mauro no era menor. Le señaló un árbol de más de 20 metros de altura y le dijo: “¿Ves allá arriba?”. Gómez pensó que se refería a una piña, pero Icardi apuntaba más alto: había divisado un palomo apenas visible.“Agarró una piedra, apuntó y… ¡Plas! Cae un palomo desde arriba. Nos fuimos a La Masía, le sacó las plumas, las piedras del cuello, abrió una percha de alambre, la pasó por dentro, encendió una hoguera, lo cocinó y se lo comió delante mío. Ahí dije: ‘La que me espera de acá en adelante’”, contó entre risas.“Mató una paloma, la cocinó y se la comió. A Mauro Icardi le tengo un gran cariño. Compartimos muchas cosas y si ve esto, sabe que lo recuerdo con aprecio”, cerró Gómez.Icardi llegó a La Masía proveniente del Vecindario y jugó tres temporadas en el club catalán, hasta alcanzar el Juvenil A. Luego dio el salto a la Sampdoria, que pagó 400.000 euros por su ficha. Más tarde vinieron el PSG, el Inter, el Galatasaray, 12 títulos y 234 goles oficiales. La Voz