El árbitro Andrés Merlos, protagonista central del escándalo en el cruce de Copa Argentina entre Talleres y Boca, recibió este martes una suspensión de juicio a prueba (probation) por la causa penal en la que estaba imputado por lesiones leves dolosas.
La medida fue acordada en una audiencia realizada en el Polo Judicial Penal de Mendoza, ocho meses después del incidente que sacudió al fútbol argentino.
El episodio, ocurrido en septiembre de 2024 en el estadio Malvinas Argentinas, dejó consecuencias dentro y fuera de la cancha. Merlos fue denunciado por agredir con una patada al vicepresidente albiazul, Gustavo Gatti, quien debió recibir atención médica por excoriaciones y un traumatismo.
En el marco del acuerdo con el Ministerio Público Fiscal, el juez Leonardo Camacho resolvió imponerle al árbitro una serie de reglas de conducta por un año: no podrá acercarse a Gatti, deberá abstenerse de cometer delitos, no consumir alcohol ni estupefacientes, fijar domicilio y, además, entregar 10 latas de leche maternizada a la cooperadora del Hospital Notti.
En los hechos, Merlos no podría dirigir partidos de Talleres durante ese período, según informó el portal Mdzol.
Cabe destacar que a los pocos días del partido, el presidente Andrés Fassi había encabezado una fuerte conferencia en la sede del club donde acusó directamente al árbitro y apuntó también contra Claudio Tapia, titular de la AFA. “Fue un hecho muy grave. Merlos ya venía perjudicando a Talleres. Esta vez nos pegó afuera de la cancha”, declaró.
Fassi denunció públicamente que él también fue agredido de un golpe de puño y calificó la designación arbitral como “una provocación”. Incluso sugirió la existencia de árbitros “serviles” a determinados intereses, e insistió en que su club había sido forzado a jugar en fecha Fifa sin varios de sus convocados.
El conflicto puso en tensión a la dirigencia albiazul con la conducción de AFA y dejó una herida abierta en la relación institucional. Ahora, con la probation confirmada, Merlos zafa del juicio penal, pero su vínculo con Talleres quedó manchado de forma irreversible.
El árbitro Andrés Merlos, protagonista central del escándalo en el cruce de Copa Argentina entre Talleres y Boca, recibió este martes una suspensión de juicio a prueba (probation) por la causa penal en la que estaba imputado por lesiones leves dolosas.
La medida fue acordada en una audiencia realizada en el Polo Judicial Penal de Mendoza, ocho meses después del incidente que sacudió al fútbol argentino.
El episodio, ocurrido en septiembre de 2024 en el estadio Malvinas Argentinas, dejó consecuencias dentro y fuera de la cancha. Merlos fue denunciado por agredir con una patada al vicepresidente albiazul, Gustavo Gatti, quien debió recibir atención médica por excoriaciones y un traumatismo.
En el marco del acuerdo con el Ministerio Público Fiscal, el juez Leonardo Camacho resolvió imponerle al árbitro una serie de reglas de conducta por un año: no podrá acercarse a Gatti, deberá abstenerse de cometer delitos, no consumir alcohol ni estupefacientes, fijar domicilio y, además, entregar 10 latas de leche maternizada a la cooperadora del Hospital Notti.
En los hechos, Merlos no podría dirigir partidos de Talleres durante ese período, según informó el portal Mdzol.
Cabe destacar que a los pocos días del partido, el presidente Andrés Fassi había encabezado una fuerte conferencia en la sede del club donde acusó directamente al árbitro y apuntó también contra Claudio Tapia, titular de la AFA. “Fue un hecho muy grave. Merlos ya venía perjudicando a Talleres. Esta vez nos pegó afuera de la cancha”, declaró.
Fassi denunció públicamente que él también fue agredido de un golpe de puño y calificó la designación arbitral como “una provocación”. Incluso sugirió la existencia de árbitros “serviles” a determinados intereses, e insistió en que su club había sido forzado a jugar en fecha Fifa sin varios de sus convocados.
El conflicto puso en tensión a la dirigencia albiazul con la conducción de AFA y dejó una herida abierta en la relación institucional. Ahora, con la probation confirmada, Merlos zafa del juicio penal, pero su vínculo con Talleres quedó manchado de forma irreversible.
El árbitro Andrés Merlos, protagonista central del escándalo en el cruce de Copa Argentina entre Talleres y Boca, recibió este martes una suspensión de juicio a prueba (probation) por la causa penal en la que estaba imputado por lesiones leves dolosas. La medida fue acordada en una audiencia realizada en el Polo Judicial Penal de Mendoza, ocho meses después del incidente que sacudió al fútbol argentino.El episodio, ocurrido en septiembre de 2024 en el estadio Malvinas Argentinas, dejó consecuencias dentro y fuera de la cancha. Merlos fue denunciado por agredir con una patada al vicepresidente albiazul, Gustavo Gatti, quien debió recibir atención médica por excoriaciones y un traumatismo.En el marco del acuerdo con el Ministerio Público Fiscal, el juez Leonardo Camacho resolvió imponerle al árbitro una serie de reglas de conducta por un año: no podrá acercarse a Gatti, deberá abstenerse de cometer delitos, no consumir alcohol ni estupefacientes, fijar domicilio y, además, entregar 10 latas de leche maternizada a la cooperadora del Hospital Notti. En los hechos, Merlos no podría dirigir partidos de Talleres durante ese período, según informó el portal Mdzol. Cabe destacar que a los pocos días del partido, el presidente Andrés Fassi había encabezado una fuerte conferencia en la sede del club donde acusó directamente al árbitro y apuntó también contra Claudio Tapia, titular de la AFA. “Fue un hecho muy grave. Merlos ya venía perjudicando a Talleres. Esta vez nos pegó afuera de la cancha”, declaró.Fassi denunció públicamente que él también fue agredido de un golpe de puño y calificó la designación arbitral como “una provocación”. Incluso sugirió la existencia de árbitros “serviles” a determinados intereses, e insistió en que su club había sido forzado a jugar en fecha Fifa sin varios de sus convocados.El conflicto puso en tensión a la dirigencia albiazul con la conducción de AFA y dejó una herida abierta en la relación institucional. Ahora, con la probation confirmada, Merlos zafa del juicio penal, pero su vínculo con Talleres quedó manchado de forma irreversible. La Voz