En medio de la avanzada del Congreso, tras la última sesión en Diputados en la que se aprobaron con media sanción una serie de iniciativas que desafían al Gobierno, el presidente Javier Milei convocó al titular de la Cámara baja, Martín Menem, junto a algunos legisladores de La Libertad Avanza (LLA) y un puñado de aliados a una cena en la Quinta de Olivos.
Según pudo saber LA NACION, la convocatoria fue gestada días atrás bajo total hermetismo y fue encabezada por Menem junto a varios de los legisladores de LLA, entre ellos, Santiago Santurio, uno de los diputados del bloque con llegada directa a la Casa Rosada. En tanto, fuentes consultadas de Pro indicaron que esta citación se dio de manera reciente, luego de la cadena nacional que brindó Milei el viernes pasado.
Hasta último momento, cercanos al armado de LLA en Diputados, se mostraron reacios a brindar mayores precisiones del mitín llevado adelante anoche. Aun así, deslizaron que entre los temas que se trataron estaba la cuestión del veto a las leyes de aumento jubilatorio, la prórroga de la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad. El Gobierno quiere asegurarse el tercio de los votos necesarios para blindar el Decreto 534/2025.
Otro de los asuntos que estaba previsto abordar era el de una estrategia parlamentaria en torno a los recientes proyectos de ley aprobados en la Cámara baja, como el financiamiento universitario y la emergencia pediátrica.
“El Presidente convocó a varios diputados nacionales que defienden el cambio en el país y tienen presencia en numerosos medios de televisión, con el objetivo de que transmitan a la ciudadanía el rumbo económico propuesto, basado en la hoja de ruta del déficit cero”, comentaron desde las huestes de Pro, sobre las razones que motivaron la cena.
La aclaratoria del partido amarillo no es casual, entre los invitados destacados anoche estuvo el jefe del bloque de Pro, Cristian Ritondo, uno de los principales artífices de la alianza electoral sellada con LLA, tanto en la provincia de Buenos Aires como en la Ciudad.
Ritondo estuvo acompañado por sus principales espadas dentro del Congreso, los legisladores, Luciano Laspina, Silvana Giudici, Daiana Fernández Molero, Alejandro Bongiovanni, Alejandro Finocchiaro y Sabrina Ajmechet. Diego Santilli, pieza clave dentro del armado electoral conjunto con el oficialismo, también lideró la comitiva.
Otro de los aliados invitado a Olivos fue Pablo Cervi, uno de los seis “radicales con peluca” que recientemente confluyeron en un interbloque con LLA. Sin embargo, el legislador llegó sin sus compañeros de bancada, lo que suscitó todo tipo de reproches por parte de sus pares dentro del bloque de la Liga del Interior–ELI, quienes le endilgan haberse enterado por los medios del cónclave secreto.
La reunión en Olivos surge en primera instancia de la necesidad del Ejecutivo de blindar los vetos. Aunque todavía no hay una fecha estipulada para su tratamiento, algunos diputados de la oposición aseguran que podría incluirse la cuestión de estos DNU para después de la semana del 20 de agosto, una vez confirmado el cierre de listas para las elecciones legislativas del 26 de octubre.
Es que los legisladores no se cansan de repetir que están a la espera de algunos “heridos” que puedan surgir tras la confirmación de los candidatos a senadores y diputados que competirán en octubre.
Pero el Presidente busca además definir una estrategia parlamentaria para encarar las siguientes votaciones hasta diciembre, que es cuando se producirá el recambio en el Congreso producto de las elecciones.
En simultáneo, la Casa Rosada seguirá este miércoles de cerca el tratamiento en las comisiones de Presupuesto y Energía de los proyectos de ley por el reparto del Fondo de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) del impuesto a los combustibles líquidos, que ya cuentan con media sanción del Senado. Desde la oposición, en cambio, esperan resultados favorables que les permitan avanzar con dictámenes que sean tratados la semana que viene en el recinto. Recién con aquel resultado se concentrarían en el “poroteo” de votos para rechazar el veto.
Bajo este contexto adverso para la Casa Rosada, es que el jefe de Estado advirtió el viernes pasado en cadena nacional que no pondrá en juego el equilibrio fiscal y cargó contra la oposición, a la que acusó de querer causar un “genocidio” con el aumento del gasto que implican, según el Ejecutivo, las recientes iniciativas aprobadas por el Congreso.
En una línea similar se expresaba ayer, en diálogo con TN, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien no desestimó la posibilidad de que la oposición consiga los dos tercios para rechazar el veto. “Tal vez nosotros tengamos que recurrir a algún otro mecanismo, como judicializarlo, lo vamos a hacer, seguramente [si no pueden sostener el veto]”, anticipó el funcionario.
En medio de la avanzada del Congreso, tras la última sesión en Diputados en la que se aprobaron con media sanción una serie de iniciativas que desafían al Gobierno, el presidente Javier Milei convocó al titular de la Cámara baja, Martín Menem, junto a algunos legisladores de La Libertad Avanza (LLA) y un puñado de aliados a una cena en la Quinta de Olivos.
Según pudo saber LA NACION, la convocatoria fue gestada días atrás bajo total hermetismo y fue encabezada por Menem junto a varios de los legisladores de LLA, entre ellos, Santiago Santurio, uno de los diputados del bloque con llegada directa a la Casa Rosada. En tanto, fuentes consultadas de Pro indicaron que esta citación se dio de manera reciente, luego de la cadena nacional que brindó Milei el viernes pasado.
Hasta último momento, cercanos al armado de LLA en Diputados, se mostraron reacios a brindar mayores precisiones del mitín llevado adelante anoche. Aun así, deslizaron que entre los temas que se trataron estaba la cuestión del veto a las leyes de aumento jubilatorio, la prórroga de la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad. El Gobierno quiere asegurarse el tercio de los votos necesarios para blindar el Decreto 534/2025.
Otro de los asuntos que estaba previsto abordar era el de una estrategia parlamentaria en torno a los recientes proyectos de ley aprobados en la Cámara baja, como el financiamiento universitario y la emergencia pediátrica.
“El Presidente convocó a varios diputados nacionales que defienden el cambio en el país y tienen presencia en numerosos medios de televisión, con el objetivo de que transmitan a la ciudadanía el rumbo económico propuesto, basado en la hoja de ruta del déficit cero”, comentaron desde las huestes de Pro, sobre las razones que motivaron la cena.
La aclaratoria del partido amarillo no es casual, entre los invitados destacados anoche estuvo el jefe del bloque de Pro, Cristian Ritondo, uno de los principales artífices de la alianza electoral sellada con LLA, tanto en la provincia de Buenos Aires como en la Ciudad.
Ritondo estuvo acompañado por sus principales espadas dentro del Congreso, los legisladores, Luciano Laspina, Silvana Giudici, Daiana Fernández Molero, Alejandro Bongiovanni, Alejandro Finocchiaro y Sabrina Ajmechet. Diego Santilli, pieza clave dentro del armado electoral conjunto con el oficialismo, también lideró la comitiva.
Otro de los aliados invitado a Olivos fue Pablo Cervi, uno de los seis “radicales con peluca” que recientemente confluyeron en un interbloque con LLA. Sin embargo, el legislador llegó sin sus compañeros de bancada, lo que suscitó todo tipo de reproches por parte de sus pares dentro del bloque de la Liga del Interior–ELI, quienes le endilgan haberse enterado por los medios del cónclave secreto.
La reunión en Olivos surge en primera instancia de la necesidad del Ejecutivo de blindar los vetos. Aunque todavía no hay una fecha estipulada para su tratamiento, algunos diputados de la oposición aseguran que podría incluirse la cuestión de estos DNU para después de la semana del 20 de agosto, una vez confirmado el cierre de listas para las elecciones legislativas del 26 de octubre.
Es que los legisladores no se cansan de repetir que están a la espera de algunos “heridos” que puedan surgir tras la confirmación de los candidatos a senadores y diputados que competirán en octubre.
Pero el Presidente busca además definir una estrategia parlamentaria para encarar las siguientes votaciones hasta diciembre, que es cuando se producirá el recambio en el Congreso producto de las elecciones.
En simultáneo, la Casa Rosada seguirá este miércoles de cerca el tratamiento en las comisiones de Presupuesto y Energía de los proyectos de ley por el reparto del Fondo de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) del impuesto a los combustibles líquidos, que ya cuentan con media sanción del Senado. Desde la oposición, en cambio, esperan resultados favorables que les permitan avanzar con dictámenes que sean tratados la semana que viene en el recinto. Recién con aquel resultado se concentrarían en el “poroteo” de votos para rechazar el veto.
Bajo este contexto adverso para la Casa Rosada, es que el jefe de Estado advirtió el viernes pasado en cadena nacional que no pondrá en juego el equilibrio fiscal y cargó contra la oposición, a la que acusó de querer causar un “genocidio” con el aumento del gasto que implican, según el Ejecutivo, las recientes iniciativas aprobadas por el Congreso.
En una línea similar se expresaba ayer, en diálogo con TN, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien no desestimó la posibilidad de que la oposición consiga los dos tercios para rechazar el veto. “Tal vez nosotros tengamos que recurrir a algún otro mecanismo, como judicializarlo, lo vamos a hacer, seguramente [si no pueden sostener el veto]”, anticipó el funcionario.
El Presidente quiere impedir que la oposición consiga los dos tercios para avanzar contra los DNU que vedan la moratoria previsional, el aumento a los jubilados y la emergencia en discapacidad LA NACION