Otra noche del Sandrín colmado alentando a Instituto en la final de la Liga Nacional ante Boca

Con ubicaciones agotadas a las pocas horas de salir a la venta, con gente pidiendo por una entrada “como sea” y con los hinchas/socios llegando dos horas antes del salto inicial para alentar a Instituto. La final de la Liga Nacional de Básquetbol se vivió con otra noche del estadio Ángel Sandrín colmado, a pleno.

Así se juega el cuarto punto entre Instituto y Boca, cargado de euforia. Con tribunas llenas, sin nada de lugar, con la “popu” colmada “hasta las manos”, lo mismo que las plateas. A 30 minutos del inicio no cabía “un alfiler” en el estadio.

Estuvieron, como pasó el lunes en el primer duelo en Córdoba, varios integrantes del plantel profesional de fútbol, ubicados en un palco del estadio, como el capitán Fernando Alarcón, Facundo Suárez y Francis Mac Allister, como así también varias figuras del deporte cordobés, entre otros, Leandro Palladino, Gustavo Peirone, entrenador de Atenas, y Luis Villar.

La dirigencia del club de Alta Córdoba optimizó al Sandrín para que más público diga presente, agregando sillas en un sector del estadio que muchas veces está en desuso, todo sea por sumar ubicaciones.

También estuvo la treintena de visitantes, en una tribuna armada justamente al frente del banco de suplentes de Boca. No se venden entradas para los visitantes en la serie final, pero las instituciones tienen un acuerdo con ubicaciones de protocolo que siempre usan los más allegados al plantel, como los familiares. Es el caso de la mamá del cordobés José Vildoza, capitán Xeneize.

Con ubicaciones agotadas a las pocas horas de salir a la venta, con gente pidiendo por una entrada “como sea” y con los hinchas/socios llegando dos horas antes del salto inicial para alentar a Instituto. La final de la Liga Nacional de Básquetbol se vivió con otra noche del estadio Ángel Sandrín colmado, a pleno.

Así se juega el cuarto punto entre Instituto y Boca, cargado de euforia. Con tribunas llenas, sin nada de lugar, con la “popu” colmada “hasta las manos”, lo mismo que las plateas. A 30 minutos del inicio no cabía “un alfiler” en el estadio.

Estuvieron, como pasó el lunes en el primer duelo en Córdoba, varios integrantes del plantel profesional de fútbol, ubicados en un palco del estadio, como el capitán Fernando Alarcón, Facundo Suárez y Francis Mac Allister, como así también varias figuras del deporte cordobés, entre otros, Leandro Palladino, Gustavo Peirone, entrenador de Atenas, y Luis Villar.

La dirigencia del club de Alta Córdoba optimizó al Sandrín para que más público diga presente, agregando sillas en un sector del estadio que muchas veces está en desuso, todo sea por sumar ubicaciones.

También estuvo la treintena de visitantes, en una tribuna armada justamente al frente del banco de suplentes de Boca. No se venden entradas para los visitantes en la serie final, pero las instituciones tienen un acuerdo con ubicaciones de protocolo que siempre usan los más allegados al plantel, como los familiares. Es el caso de la mamá del cordobés José Vildoza, capitán Xeneize.

 Con ubicaciones agotadas a las pocas horas de salir a la venta, con gente pidiendo por una entrada “como sea” y con los hinchas/socios llegando dos horas antes del salto inicial para alentar a Instituto. La final de la Liga Nacional de Básquetbol se vivió con otra noche del estadio Ángel Sandrín colmado, a pleno.Así se juega el cuarto punto entre Instituto y Boca, cargado de euforia. Con tribunas llenas, sin nada de lugar, con la “popu” colmada “hasta las manos”, lo mismo que las plateas. A 30 minutos del inicio no cabía “un alfiler” en el estadio.Estuvieron, como pasó el lunes en el primer duelo en Córdoba, varios integrantes del plantel profesional de fútbol, ubicados en un palco del estadio, como el capitán Fernando Alarcón, Facundo Suárez y Francis Mac Allister, como así también varias figuras del deporte cordobés, entre otros, Leandro Palladino, Gustavo Peirone, entrenador de Atenas, y Luis Villar.La dirigencia del club de Alta Córdoba optimizó al Sandrín para que más público diga presente, agregando sillas en un sector del estadio que muchas veces está en desuso, todo sea por sumar ubicaciones.También estuvo la treintena de visitantes, en una tribuna armada justamente al frente del banco de suplentes de Boca. No se venden entradas para los visitantes en la serie final, pero las instituciones tienen un acuerdo con ubicaciones de protocolo que siempre usan los más allegados al plantel, como los familiares. Es el caso de la mamá del cordobés José Vildoza, capitán Xeneize.  La Voz