El Municipio de San Isidro continúa realizando tareas en el contexto del Plan de Reparación de Calles y Veredas, que se licitó el año pasado. En esta ocasión, los trabajos se enfocan en una zona clave en la región, el casco histórico, un sector delimitado por las vías del Ferrocarril General Bartolomé Mitre, las calles Primera Junta y Roque Sáenz Peña, y el Río de la Plata.
Más conocido por la Catedral y la Quinta Los Ombúes (Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal), entre otros, al casco de San Isidro lo caracterizan las casas de estilo colonial, la Plaza Mitre —o Plaza de la Catedral—, y el adoquinado, que le da un rasgo clásico y de época. Las intervenciones en esta oportunidad se centran sobre estos, con la intención de realizar mejoras y preservarlo a la vez. Esto resulta esencial porque estos adoquines están protegidos en el marco del Área de Preservación Patrimonial del Código de Ordenamiento Urbano.
Por esto mismo, la puesta en valor busca preservar la imagen y mantener, en la medida de lo posible, el material original. La Secretaría de Obras Públicas del municipio explicó, en diálogo con LA NACION: “Además de la protección de edificios particulares por su valor histórico, se preserva la unidad de paisaje, entendida como el conjunto de edificaciones, la vegetación añosa y el adoquinado. Todos estos elementos conforman un conjunto indisoluble que forma parte de la identidad de San Isidro”.
Por el momento ya se arreglaron los tramos de la Avenida del Libertador, entre las calles Alem, Martín y Omar, y Belgrano. Actualmente, por un plazo estimado de tres semanas, los trabajos continuarán sobre Almirante Brown, entre 25 de Mayo y Libertador. En total son tres cuadras de las muchas que hoy mantienen este diseño, por donde todavía transitan varias líneas de colectivos y camiones de gran peso, por lo que las obras van a extenderse.
Desde aquel órgano oficial contaron que, de hecho, está previsto trabajar sobre un total de 1500 metros cuadrados. Por ejemplo, detallaron, harán obras sobre las calles 3 de Febrero y Moreno —que no forman parte del casco—, Belgrano, Chacabuco y Cosme Beccar —en San Isidro—, Vieytes, Lavalle y Garibaldi —en Acassuso—, la avenida Santa Rita —La Horqueta—, y más.
Los funcionarios comunales consultados especificaron los criterios que usaron para definir los tramos prioritarios: “Para realizar el diagnóstico inicial de las calles a reparar se realizó el primer relevamiento integral del municipio con el fin de obtener información actualizada sobre el estado general de la infraestructura urbana y establecer el plan de trabajo. Esa información se cruzó con los reclamos de los vecinos, y en función de eso, se diferenciaron tres categorías o tipos de trazas a trabajar: críticas o urgentes, de prioridad media y baja”, detallaron. Por el momento empezaron en las de mayor flujo de circulación, teniendo en cuenta la complejidad de los arreglos.
Por otra parte, se explica que el trabajo sobre este sector, donde muchas calles tienen pozos y baches, “buscan corregir hundimientos producidos, en su mayoría, por raíces de árboles y el paso del tiempo y así, asegurar una circulación segura sin perder la esencia del paisaje urbano”.
Explicaron, además, que el proceso empieza con una primera etapa de corrección, a partir del “raleo” de raíces de las tipas centenarias, árboles nativos de San Isidro. “Es un trabajo artesanal manual donde se cortan las raíces que están entrelazadas con los adoquines dañados y se limpia toda la base con una mezcla de suelo seleccionado, cemento y arena. Luego se reponen las piezas originales, sumando nuevas en caso de ser necesario. Finalmente, se realiza la compactación para estabilizar la superficie y extender su vida útil”.
En los tramos con tránsito intenso o pesado se agregan reformas estructurales, dijeron, para lo que se construye una base de hormigón sobre la cual se recolocan los adoquines. Las obras incluyen, también, la alineación de todos los cordones de granito y la reparación total de las veredas.
Aunque no especificaron cuánto demorarán los trabajos, sí contaron que se basan en un cronograma mensual. Y, dado que el proyecto de conservación y preservación de adoquines se enmarca en el Plan de Reparación de Calles y Veredas, “la planificación tiene que avanzar teniendo en cuenta las calles sin adoquines que ya están siendo afectadas en las distintas localidades del municipio, para que el cronograma sea viable”, aseguraron.
Esto es así porque hay tres zonas del municipio en donde se están afectando arterias viales: Beccar/San Isidro, Boulogne/Villa Adelina y Martínez/Acassuso. Por ejemplo, Yerbal y Perito Moreno, en Villa Adelina; Juncal, entre la avenida Santa Fe y Tres Sargentos, en Martínez; cerca de seis cuadras de Uruguay, y otras dos de Marconi, en Beccar, entre otras.
El plan se financia con fondos municipales previstos en la licitación de 2024. En la página oficial de San Isidro figura la licitación pública N°38, con el objeto “Puesta en valor y mantenimiento de la red vial y aceras en el Partido de San Isidro”, y con un presupuesto total cerca de $27.000 millones. También se llevando adelante el reacondicionamiento de la calzada en varios sectores de la Avenida del Libertador, así como la renovación de pintura en paradas de colectivos e, incluso, la incorporación de reductores de velocidad, que ya se ven en la calle Alvear, entre su cruce con las vías del ferrocarril Mitre.
El Municipio de San Isidro continúa realizando tareas en el contexto del Plan de Reparación de Calles y Veredas, que se licitó el año pasado. En esta ocasión, los trabajos se enfocan en una zona clave en la región, el casco histórico, un sector delimitado por las vías del Ferrocarril General Bartolomé Mitre, las calles Primera Junta y Roque Sáenz Peña, y el Río de la Plata.
Más conocido por la Catedral y la Quinta Los Ombúes (Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal), entre otros, al casco de San Isidro lo caracterizan las casas de estilo colonial, la Plaza Mitre —o Plaza de la Catedral—, y el adoquinado, que le da un rasgo clásico y de época. Las intervenciones en esta oportunidad se centran sobre estos, con la intención de realizar mejoras y preservarlo a la vez. Esto resulta esencial porque estos adoquines están protegidos en el marco del Área de Preservación Patrimonial del Código de Ordenamiento Urbano.
Por esto mismo, la puesta en valor busca preservar la imagen y mantener, en la medida de lo posible, el material original. La Secretaría de Obras Públicas del municipio explicó, en diálogo con LA NACION: “Además de la protección de edificios particulares por su valor histórico, se preserva la unidad de paisaje, entendida como el conjunto de edificaciones, la vegetación añosa y el adoquinado. Todos estos elementos conforman un conjunto indisoluble que forma parte de la identidad de San Isidro”.
Por el momento ya se arreglaron los tramos de la Avenida del Libertador, entre las calles Alem, Martín y Omar, y Belgrano. Actualmente, por un plazo estimado de tres semanas, los trabajos continuarán sobre Almirante Brown, entre 25 de Mayo y Libertador. En total son tres cuadras de las muchas que hoy mantienen este diseño, por donde todavía transitan varias líneas de colectivos y camiones de gran peso, por lo que las obras van a extenderse.
Desde aquel órgano oficial contaron que, de hecho, está previsto trabajar sobre un total de 1500 metros cuadrados. Por ejemplo, detallaron, harán obras sobre las calles 3 de Febrero y Moreno —que no forman parte del casco—, Belgrano, Chacabuco y Cosme Beccar —en San Isidro—, Vieytes, Lavalle y Garibaldi —en Acassuso—, la avenida Santa Rita —La Horqueta—, y más.
Los funcionarios comunales consultados especificaron los criterios que usaron para definir los tramos prioritarios: “Para realizar el diagnóstico inicial de las calles a reparar se realizó el primer relevamiento integral del municipio con el fin de obtener información actualizada sobre el estado general de la infraestructura urbana y establecer el plan de trabajo. Esa información se cruzó con los reclamos de los vecinos, y en función de eso, se diferenciaron tres categorías o tipos de trazas a trabajar: críticas o urgentes, de prioridad media y baja”, detallaron. Por el momento empezaron en las de mayor flujo de circulación, teniendo en cuenta la complejidad de los arreglos.
Por otra parte, se explica que el trabajo sobre este sector, donde muchas calles tienen pozos y baches, “buscan corregir hundimientos producidos, en su mayoría, por raíces de árboles y el paso del tiempo y así, asegurar una circulación segura sin perder la esencia del paisaje urbano”.
Explicaron, además, que el proceso empieza con una primera etapa de corrección, a partir del “raleo” de raíces de las tipas centenarias, árboles nativos de San Isidro. “Es un trabajo artesanal manual donde se cortan las raíces que están entrelazadas con los adoquines dañados y se limpia toda la base con una mezcla de suelo seleccionado, cemento y arena. Luego se reponen las piezas originales, sumando nuevas en caso de ser necesario. Finalmente, se realiza la compactación para estabilizar la superficie y extender su vida útil”.
En los tramos con tránsito intenso o pesado se agregan reformas estructurales, dijeron, para lo que se construye una base de hormigón sobre la cual se recolocan los adoquines. Las obras incluyen, también, la alineación de todos los cordones de granito y la reparación total de las veredas.
Aunque no especificaron cuánto demorarán los trabajos, sí contaron que se basan en un cronograma mensual. Y, dado que el proyecto de conservación y preservación de adoquines se enmarca en el Plan de Reparación de Calles y Veredas, “la planificación tiene que avanzar teniendo en cuenta las calles sin adoquines que ya están siendo afectadas en las distintas localidades del municipio, para que el cronograma sea viable”, aseguraron.
Esto es así porque hay tres zonas del municipio en donde se están afectando arterias viales: Beccar/San Isidro, Boulogne/Villa Adelina y Martínez/Acassuso. Por ejemplo, Yerbal y Perito Moreno, en Villa Adelina; Juncal, entre la avenida Santa Fe y Tres Sargentos, en Martínez; cerca de seis cuadras de Uruguay, y otras dos de Marconi, en Beccar, entre otras.
El plan se financia con fondos municipales previstos en la licitación de 2024. En la página oficial de San Isidro figura la licitación pública N°38, con el objeto “Puesta en valor y mantenimiento de la red vial y aceras en el Partido de San Isidro”, y con un presupuesto total cerca de $27.000 millones. También se llevando adelante el reacondicionamiento de la calzada en varios sectores de la Avenida del Libertador, así como la renovación de pintura en paradas de colectivos e, incluso, la incorporación de reductores de velocidad, que ya se ven en la calle Alvear, entre su cruce con las vías del ferrocarril Mitre.
Se da en el contexto del Plan de Reparación de Calles y Veredas de San Isidro; se proyectan obras sobre 1500 metros cuadrados LA NACION