WASHINGTON.- En un video de TikTok, una mujer declara que directamente dejó de usar protector solar. En un reel de Instagram, un hombre insiste en que exponerse al sol sin protección sirve para potenciar el sistema inmunológico. Y en YouTube, algunos impulsan el uso de protectores caseros alternativos, que combinan aceites, mantecas y otras sustancias naturales.
Los dermatólogos y especialistas vienen destacando e insistiendo desde hace décadas sobre la importancia del uso de protectores solares para prevenir el cáncer de piel y protegernos de la radiación ultravioleta del sol, conocida como rayos UV. Pero en las redes sociales se ha instalado un movimiento contra los protectores solares que no para de crecer, que genera confusión sobre sus beneficios, y que alarma a los expertos médicos, quienes aseguran que no protegerse del sol entraña riesgos a largo plazo para la salud.
¿Cómo funcionan los protectores solares y qué contienen?
Los protectores solares resguardan la piel ya sea absorbiendo o reflejando los rayos ultravioletas, que pueden causar quemaduras, envejecimiento prematuro y cáncer de piel. La mayoría de estas cremas entran en dos categorías: químicas o físicas.
Las primeras forman una delgada película que absorbe la radiación UV. Usa ingredientes como avobenzona, oxibenzona y octocrileno para absorber la radiación UV y dispersarla en forma de calor antes de que llegue a la piel.
Los protectores físicos usan minerales como el óxido de zinc o el dióxido de titanio para bloquear físicamente la radiación UV y evitar que llegue a la piel.
¿Por qué de pronto hay tanta desconfianza con los protectores solares?
Arrastrados por un fenómeno más amplio —la creciente desconfianza en los laboratorios farmacéuticos, en los entes reguladores del Estado, y en lo que dice la ciencia médica convencional— hay cada vez más gente que duda de que los productos de consumo cotidiano sean seguros. Y entre quienes fogonean esa tendencia y la desconfianza hacia ingredientes como la oxibenzona y el dióxido de titanio hay partidarios del movimiento MAHA (“Hacer que Estados Unidos sea saludable otra vez”), una iniciativa del propio secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr.
Hay otros que están buscando alternativas naturales porque aseguran que la irritación cutánea que experimentaron con ciertos productos los hizo abandonar los protectores de venta comercial. El resultado es que empezaron a proliferar las cremas caseras y que los protectores físicos se volvieron más populares que los químicos. Y algunas personas directamente están optando por dejar de usar protector solar.
“Soy definitivamente una madre MAHA y voté por Trump para que Kennedy Jr. fuese secretario de Salud”, dice Summer Whiteside, de 31 años y enfermera de urgencias de Wildomar, California. “Después de escuchar su podcast sobre Joe Rogan, supe que era el hombre indicado para el cargo”, añade.
En Instagram, Whiteside publica sobre cosas como el uso de sebo de vaca para las quemaduras solares y su preferencia por los protectores solares minerales. A Whiteside le preocupan los químicos contenidos en el protector solar, y a sus hijos les pone rash guards de manga larga y protector solar solo en la cara.
Algunas figuras del movimiento wellness han afirmado que los cambios en la dieta o un aumento gradual de la exposición al sol pueden proteger contra las quemaduras, algo que los dermatólogos y la comunidad científica en general desaconsejan encarecidamente.
Algunos miembros del movimiento contra los protectores solares mencionan estudios que sugieren que ciertas sustancias químicas causan cáncer o se absorben demasiado profundamente en el organismo. Sin embargo, los expertos en salud pública afirman que no existen estudios en humanos que demuestren de forma concluyente que ingredientes como la oxibenzona sean carcinógenos.
“La oxibenzona se viene utilizando en los protectores solares desde la década de 1970: si causara algún daño ya lo habríamos descubierto”, dice Henry W. Lim, vicepresidente de asuntos académicos y exdirector de dermatología de la red de atención médica Henry Ford Health.
Lim señala que algunos grupos van a intentar basar sus conclusiones en estudios cuyos métodos de prueba y umbrales de seguridad difieren de los requeridos para la aprobación de productos en Estados Unidos.
“Gran parte de la preocupación proviene de estudios con dosis altas en animales, pero esos resultados no se trasladan automáticamente a los humanos”, afirma Lim, también presidente de la Liga Internacional de Sociedades Dermatológicas y expresidente de la Academia de Dermatología de Estados Unidos.
¿Qué dicen los datos científicos y los expertos en salud?
Los profesionales de la salud advierten que los mensajes en contra del uso de protector solar pueden ser perjudiciales, ya que el cáncer de piel sigue siendo uno de los tipos de tumores más comunes, según la Sociedad del Cáncer de Estados Unidos. Y los expertos afirman que una de las armas de prevención más eficaces es el protector solar.
Adam Friedman, profesor de dermatología en la Universidad George Washington, asegura que la desconfianza hacia los protectores solares no es cosa nueva, y agrega que cada tanto resurge esa preocupación por los ingredientes químicos y la desconfianza en los controles del Estado, en general fogoneada por las redes sociales y las tendencias naturistas. Sin embargo, dice Friedman, los datos científicos fueron y siguen siendo contundentes.
“La radiación ultravioleta es un carcinógeno conocido: no hay debate al respecto”, apunta Friedman. “Contamos con décadas de datos que demuestran que el protector solar cumple un papel fundamental en la reducción del riesgo de cáncer de piel”, completa.
Los estudios han demostrado que el uso regular de protector solar reduce significativamente el riesgo de cáncer de piel. Un ensayo controlado aleatorizado en Australia, conocido como el Ensayo Nambour para la Prevención del Cáncer de Piel y la Enfermedad Actínica Ocular, hizo el seguimiento de más de 1600 participantes durante aproximadamente 10 años. Y quienes usaron protector solar a diario presentaron una menor incidencia de melanoma en comparación con quienes solo lo usaban ocasionalmente.
Otro estudio de cohorte prospectivo sobre más de 143.000 mujeres de Noruega reveló que el uso de un protector solar con FPS 15 o superior estaba asociado con un 33% menos de riesgo de melanoma en comparación con quienes usaban un factor de protección solar inferior a 15 o ninguno.
La recomendación de la Academia de Dermatología de Estados Unidos es el uso diario de protector solar de amplio espectro con FPS 30 o superior, incluso en días nublados. Los dermatólogos consideran seguros los protectores solares minerales que contienen óxido de zinc o dióxido de titanio.
Veena Vanchinathan, dermatóloga de California y miembro de la Academia de Dermatología de Estados Unidos, señala que las dudas sobre el uso de protector solar en el ambiente del wellness no está respaldada por la evidencia científica, y explica que el hecho de que un ingrediente se absorba en el cuerpo no implica que sea dañino.
“Hay pequeñas cantidades de muchos productos cotidianos que son absorbidas por el organismo sin ningún riesgo comprobado”, afirma Vanchinathan. “Nuestra piel está diseñada para funcionar como una barrera, no como una esponja”, indica.
La mayor preocupación de Vanchinathan es que la gente esté evitando por completo el uso de protector solar o que recurra a alternativas ineficaces y no probadas, como el aceite de coco o el sebo de vaca. Según la experta, la ausencia de un cuidado adecuado puede multiplicar los casos de quemaduras solares prevenibles, especialmente entre los jóvenes, que son los más influenciados por los contenidos online de la cultura naturista.
Los dermatólogos dicen que la evidencia científica sigue respaldando el uso diario de protectores solares para prevenir el cáncer de piel, y advierten que dejar de usar por completo el protector solar entraña un riesgo mucho mayor que el de cualquier duda que pueda existir sobre la absorción de algún ingrediente en el cuerpo.
(Traducción de Jaime Arrambide)
WASHINGTON.- En un video de TikTok, una mujer declara que directamente dejó de usar protector solar. En un reel de Instagram, un hombre insiste en que exponerse al sol sin protección sirve para potenciar el sistema inmunológico. Y en YouTube, algunos impulsan el uso de protectores caseros alternativos, que combinan aceites, mantecas y otras sustancias naturales.
Los dermatólogos y especialistas vienen destacando e insistiendo desde hace décadas sobre la importancia del uso de protectores solares para prevenir el cáncer de piel y protegernos de la radiación ultravioleta del sol, conocida como rayos UV. Pero en las redes sociales se ha instalado un movimiento contra los protectores solares que no para de crecer, que genera confusión sobre sus beneficios, y que alarma a los expertos médicos, quienes aseguran que no protegerse del sol entraña riesgos a largo plazo para la salud.
¿Cómo funcionan los protectores solares y qué contienen?
Los protectores solares resguardan la piel ya sea absorbiendo o reflejando los rayos ultravioletas, que pueden causar quemaduras, envejecimiento prematuro y cáncer de piel. La mayoría de estas cremas entran en dos categorías: químicas o físicas.
Las primeras forman una delgada película que absorbe la radiación UV. Usa ingredientes como avobenzona, oxibenzona y octocrileno para absorber la radiación UV y dispersarla en forma de calor antes de que llegue a la piel.
Los protectores físicos usan minerales como el óxido de zinc o el dióxido de titanio para bloquear físicamente la radiación UV y evitar que llegue a la piel.
¿Por qué de pronto hay tanta desconfianza con los protectores solares?
Arrastrados por un fenómeno más amplio —la creciente desconfianza en los laboratorios farmacéuticos, en los entes reguladores del Estado, y en lo que dice la ciencia médica convencional— hay cada vez más gente que duda de que los productos de consumo cotidiano sean seguros. Y entre quienes fogonean esa tendencia y la desconfianza hacia ingredientes como la oxibenzona y el dióxido de titanio hay partidarios del movimiento MAHA (“Hacer que Estados Unidos sea saludable otra vez”), una iniciativa del propio secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr.
Hay otros que están buscando alternativas naturales porque aseguran que la irritación cutánea que experimentaron con ciertos productos los hizo abandonar los protectores de venta comercial. El resultado es que empezaron a proliferar las cremas caseras y que los protectores físicos se volvieron más populares que los químicos. Y algunas personas directamente están optando por dejar de usar protector solar.
“Soy definitivamente una madre MAHA y voté por Trump para que Kennedy Jr. fuese secretario de Salud”, dice Summer Whiteside, de 31 años y enfermera de urgencias de Wildomar, California. “Después de escuchar su podcast sobre Joe Rogan, supe que era el hombre indicado para el cargo”, añade.
En Instagram, Whiteside publica sobre cosas como el uso de sebo de vaca para las quemaduras solares y su preferencia por los protectores solares minerales. A Whiteside le preocupan los químicos contenidos en el protector solar, y a sus hijos les pone rash guards de manga larga y protector solar solo en la cara.
Algunas figuras del movimiento wellness han afirmado que los cambios en la dieta o un aumento gradual de la exposición al sol pueden proteger contra las quemaduras, algo que los dermatólogos y la comunidad científica en general desaconsejan encarecidamente.
Algunos miembros del movimiento contra los protectores solares mencionan estudios que sugieren que ciertas sustancias químicas causan cáncer o se absorben demasiado profundamente en el organismo. Sin embargo, los expertos en salud pública afirman que no existen estudios en humanos que demuestren de forma concluyente que ingredientes como la oxibenzona sean carcinógenos.
“La oxibenzona se viene utilizando en los protectores solares desde la década de 1970: si causara algún daño ya lo habríamos descubierto”, dice Henry W. Lim, vicepresidente de asuntos académicos y exdirector de dermatología de la red de atención médica Henry Ford Health.
Lim señala que algunos grupos van a intentar basar sus conclusiones en estudios cuyos métodos de prueba y umbrales de seguridad difieren de los requeridos para la aprobación de productos en Estados Unidos.
“Gran parte de la preocupación proviene de estudios con dosis altas en animales, pero esos resultados no se trasladan automáticamente a los humanos”, afirma Lim, también presidente de la Liga Internacional de Sociedades Dermatológicas y expresidente de la Academia de Dermatología de Estados Unidos.
¿Qué dicen los datos científicos y los expertos en salud?
Los profesionales de la salud advierten que los mensajes en contra del uso de protector solar pueden ser perjudiciales, ya que el cáncer de piel sigue siendo uno de los tipos de tumores más comunes, según la Sociedad del Cáncer de Estados Unidos. Y los expertos afirman que una de las armas de prevención más eficaces es el protector solar.
Adam Friedman, profesor de dermatología en la Universidad George Washington, asegura que la desconfianza hacia los protectores solares no es cosa nueva, y agrega que cada tanto resurge esa preocupación por los ingredientes químicos y la desconfianza en los controles del Estado, en general fogoneada por las redes sociales y las tendencias naturistas. Sin embargo, dice Friedman, los datos científicos fueron y siguen siendo contundentes.
“La radiación ultravioleta es un carcinógeno conocido: no hay debate al respecto”, apunta Friedman. “Contamos con décadas de datos que demuestran que el protector solar cumple un papel fundamental en la reducción del riesgo de cáncer de piel”, completa.
Los estudios han demostrado que el uso regular de protector solar reduce significativamente el riesgo de cáncer de piel. Un ensayo controlado aleatorizado en Australia, conocido como el Ensayo Nambour para la Prevención del Cáncer de Piel y la Enfermedad Actínica Ocular, hizo el seguimiento de más de 1600 participantes durante aproximadamente 10 años. Y quienes usaron protector solar a diario presentaron una menor incidencia de melanoma en comparación con quienes solo lo usaban ocasionalmente.
Otro estudio de cohorte prospectivo sobre más de 143.000 mujeres de Noruega reveló que el uso de un protector solar con FPS 15 o superior estaba asociado con un 33% menos de riesgo de melanoma en comparación con quienes usaban un factor de protección solar inferior a 15 o ninguno.
La recomendación de la Academia de Dermatología de Estados Unidos es el uso diario de protector solar de amplio espectro con FPS 30 o superior, incluso en días nublados. Los dermatólogos consideran seguros los protectores solares minerales que contienen óxido de zinc o dióxido de titanio.
Veena Vanchinathan, dermatóloga de California y miembro de la Academia de Dermatología de Estados Unidos, señala que las dudas sobre el uso de protector solar en el ambiente del wellness no está respaldada por la evidencia científica, y explica que el hecho de que un ingrediente se absorba en el cuerpo no implica que sea dañino.
“Hay pequeñas cantidades de muchos productos cotidianos que son absorbidas por el organismo sin ningún riesgo comprobado”, afirma Vanchinathan. “Nuestra piel está diseñada para funcionar como una barrera, no como una esponja”, indica.
La mayor preocupación de Vanchinathan es que la gente esté evitando por completo el uso de protector solar o que recurra a alternativas ineficaces y no probadas, como el aceite de coco o el sebo de vaca. Según la experta, la ausencia de un cuidado adecuado puede multiplicar los casos de quemaduras solares prevenibles, especialmente entre los jóvenes, que son los más influenciados por los contenidos online de la cultura naturista.
Los dermatólogos dicen que la evidencia científica sigue respaldando el uso diario de protectores solares para prevenir el cáncer de piel, y advierten que dejar de usar por completo el protector solar entraña un riesgo mucho mayor que el de cualquier duda que pueda existir sobre la absorción de algún ingrediente en el cuerpo.
(Traducción de Jaime Arrambide)
Los dermatólogos advierten que no usar este tipo de productos multiplica los riesgos para la salud a largo plazo, sobre todo, en cuanto al cáncer de piel LA NACION