Talleres se quedó sin gol, se distrajo en su área y Argentinos no lo perdonó: le rival le dio vuelta el trámite del juego con el ingreso de Nicolás Oroz y porque Talleres perdió el orden en pos de tratar de mejorar su efectividad.
Fueron parte de las claves de un partido que Talleres arrancó con serias chances de ganarlo y que lo terminó 0-3.
Claves
Mejor. Medina apostó a los ingresos de Matías Alejandro Galarza y de Bruno Barticciotto pensando en lo que habían sido los mejores minutos en el clásico ante Belgrano. Descansaron, Juan Camilo Portilla (se demoró su reincorporación tras jugar con Colombia) y Matías Galarza Fonda (vino de Paraguay, en tiempo y forma, pero no había sido gravitante con Belgrano). Además, dispuso del ingreso de Blas Riveros por Miguel Navarro. Talleres produjo cinco chances para irse ganador entre el primer tiempo y el inicio del segundo, siempre con Rubén Botta como conductor y asistidor.
Oroz, alerta y los cambios. La lesión de Alan Rodríguez cambió el partido. El ingreso de Nicolás Oroz, a los 35 minutos de juego le dio esperanzas a Argentinos. En el entretiempo, el DT Cristian Zermatten lo aprovechó: sumó a Alan Lescano para ser más profundo por un Santiago Rodríguez con poco peso y en la contención sacó a Francis Mac Allister que había perdido tres veces su espalda con “el 10″ albiazul.
La respuesta de Medina. A los 13 minutos del segundo tiempo, entraron Juan Camilo Portilla y Alejandro Martínez por Galarza y Depietri, respectivamente. La “T” buscó mejorar aún la circulación de la pelota y darle otra opción al ataque con el ex Central Córdoba. No surtió efecto, Talleres perdió el orden, el rival entró a complicarlo con la proyección de Coronel. “El Bicho” lo empujó y le dio vuelta el juego con un córner que permitió a Francisco Álvarez hacer una palomita en área chica, con un centro que Herrera midió mal y con un pelotazo al medio de los centrales.
0. Medina sumó los ingresos de Esquivel, Tarragona y Ruiz Rodríguez, pero le costó llegar. Apenas un cabezazo de “Tarra”. Es el segundo partido que no marca.
Talleres se quedó sin gol, se distrajo en su área y Argentinos no lo perdonó: le rival le dio vuelta el trámite del juego con el ingreso de Nicolás Oroz y porque Talleres perdió el orden en pos de tratar de mejorar su efectividad.
Fueron parte de las claves de un partido que Talleres arrancó con serias chances de ganarlo y que lo terminó 0-3.
Claves
Mejor. Medina apostó a los ingresos de Matías Alejandro Galarza y de Bruno Barticciotto pensando en lo que habían sido los mejores minutos en el clásico ante Belgrano. Descansaron, Juan Camilo Portilla (se demoró su reincorporación tras jugar con Colombia) y Matías Galarza Fonda (vino de Paraguay, en tiempo y forma, pero no había sido gravitante con Belgrano). Además, dispuso del ingreso de Blas Riveros por Miguel Navarro. Talleres produjo cinco chances para irse ganador entre el primer tiempo y el inicio del segundo, siempre con Rubén Botta como conductor y asistidor.
Oroz, alerta y los cambios. La lesión de Alan Rodríguez cambió el partido. El ingreso de Nicolás Oroz, a los 35 minutos de juego le dio esperanzas a Argentinos. En el entretiempo, el DT Cristian Zermatten lo aprovechó: sumó a Alan Lescano para ser más profundo por un Santiago Rodríguez con poco peso y en la contención sacó a Francis Mac Allister que había perdido tres veces su espalda con “el 10″ albiazul.
La respuesta de Medina. A los 13 minutos del segundo tiempo, entraron Juan Camilo Portilla y Alejandro Martínez por Galarza y Depietri, respectivamente. La “T” buscó mejorar aún la circulación de la pelota y darle otra opción al ataque con el ex Central Córdoba. No surtió efecto, Talleres perdió el orden, el rival entró a complicarlo con la proyección de Coronel. “El Bicho” lo empujó y le dio vuelta el juego con un córner que permitió a Francisco Álvarez hacer una palomita en área chica, con un centro que Herrera midió mal y con un pelotazo al medio de los centrales.
0. Medina sumó los ingresos de Esquivel, Tarragona y Ruiz Rodríguez, pero le costó llegar. Apenas un cabezazo de “Tarra”. Es el segundo partido que no marca.
Talleres se quedó sin gol, se distrajo en su área y Argentinos no lo perdonó: le rival le dio vuelta el trámite del juego con el ingreso de Nicolás Oroz y porque Talleres perdió el orden en pos de tratar de mejorar su efectividad.Fueron parte de las claves de un partido que Talleres arrancó con serias chances de ganarlo y que lo terminó 0-3.ClavesMejor. Medina apostó a los ingresos de Matías Alejandro Galarza y de Bruno Barticciotto pensando en lo que habían sido los mejores minutos en el clásico ante Belgrano. Descansaron, Juan Camilo Portilla (se demoró su reincorporación tras jugar con Colombia) y Matías Galarza Fonda (vino de Paraguay, en tiempo y forma, pero no había sido gravitante con Belgrano). Además, dispuso del ingreso de Blas Riveros por Miguel Navarro. Talleres produjo cinco chances para irse ganador entre el primer tiempo y el inicio del segundo, siempre con Rubén Botta como conductor y asistidor.Oroz, alerta y los cambios. La lesión de Alan Rodríguez cambió el partido. El ingreso de Nicolás Oroz, a los 35 minutos de juego le dio esperanzas a Argentinos. En el entretiempo, el DT Cristian Zermatten lo aprovechó: sumó a Alan Lescano para ser más profundo por un Santiago Rodríguez con poco peso y en la contención sacó a Francis Mac Allister que había perdido tres veces su espalda con “el 10″ albiazul.La respuesta de Medina. A los 13 minutos del segundo tiempo, entraron Juan Camilo Portilla y Alejandro Martínez por Galarza y Depietri, respectivamente. La “T” buscó mejorar aún la circulación de la pelota y darle otra opción al ataque con el ex Central Córdoba. No surtió efecto, Talleres perdió el orden, el rival entró a complicarlo con la proyección de Coronel. “El Bicho” lo empujó y le dio vuelta el juego con un córner que permitió a Francisco Álvarez hacer una palomita en área chica, con un centro que Herrera midió mal y con un pelotazo al medio de los centrales.0. Medina sumó los ingresos de Esquivel, Tarragona y Ruiz Rodríguez, pero le costó llegar. Apenas un cabezazo de “Tarra”. Es el segundo partido que no marca. La Voz